UN RAYO DE LUZ
Fic x Cap
YamaChii
~ Bokura no machi de~
10-03-10
Fic x Cap
YamaChii
~ Bokura no machi de~
10-03-10
“¿Hacía cuánto que nos conocíamos?…
No es que no lo recordara, ¿sabes?…
Sino que para mí, tú y yo habíamos estado juntos desde siempre…
Así que cosas tan relativas como años… meses… semanas…
habían dejado de tener sentido en mi vida.
Para mí lo verdaderamente importante era saber cuántas veces me habías sonreído hasta ahora,
cuántas miradas de esos ojos tan llenos de luz me pertenecían,
cuántos abrazos eran completamente míos,
cuántas noches me habías tenido como el protagonista de tus sueños…
Esas eran las cosas que para mí realmente tenían valor…
Un valor inigualable…”
Capítulo 1: Como cada mañana.
-¡Hoooooola~!- Como cada mañana corriste hacia mí y te colgaste de mi brazo como si no fuera suficientemente obvio que eras pequeñito como para que por encima de todo parecieras un accesorio de mi vestimenta. Pero esos pequeños detalles tan tontos e infantiles y a la vez tan adorables que tenías todo el tiempo me hacían quererte cada vez más.
-¡Buenos días Chii-chan!- Te saludé como siempre, despeinando un poco tu oscuro y lacio cabello con mis dedos. Esa sonrisa tuya era lo que más esperaba cada que abría los ojos al despertar, por eso siempre procuraba llegar a la hora exacta a la que pasaban a dejarte a la agencia por las mañanas, para que justo igual que hoy, llegarás unos segundos después que yo y te aferraras a mí por la espalda. Eso era lo más que podía tener de ti sin ser descubierto. Eso era suficiente para hacerme feliz por el resto del día… Y nada me hacía más feliz que el hecho de que durante el día tuvieras alguna otra muestra de cariño hacia mí.
-Yama-chan siempre llega temprano, ne? Eres un chico muy responsable, ne?- El sonido de tu voz siempre me resultaba agradable, así que por muy infantil que sonaras a veces, lo cierto es que a mí no me molestaba en lo absoluto. Tu comentario me apenó un poco.
-Mmm… un… un…- Me limité a asentir ante tus dos preguntas, la verdad es que no era capaz de decirte la verdadera razón detrás de mis acciones.
-Parece ser que hoy tendremos mucho trabajo… ¿Dormiste bien?, ¿Desayunaste bien?…- Saber que te preocupabas por mí en cosas tan triviales como esas también me hacía feliz… Teniéndote a mi lado casi todo el día no era de extrañar que hubiera una sonrisa en mi rostro casi todo el tiempo.
-Sí, eso parece… Sí, mi madre me hizo el desayuno, de hecho también me preparó el almuerzo, y puso una porción para ti…-
-¿En serio? ¡Genial~!- Hacerte feliz era realmente muy sencillo, siempre habías sido un chico dulce y amable; y aunque habías cambiado un poco con el paso de los años, la verdad es que ninguno de esos cambios había sido para mal, además, continuabas siendo el mismo de siempre, así que realmente me importaba muy poco que pensaran que te habías vuelto un manipulador y un chantajista que se valía de su “encanto” para obtener lo que quería.
-Sip… mi madre está feliz de que siga trabajando contigo aunque resulte un poco cansado tener trabajo extra, porque sabe que estando contigo estaré bien.- Era verdad, desde que se nos llamó por vez primera para informarnos sobre el plan de debutar oficialmente a los NYC, mi madre comenzó a preocuparse por mi salud física y mental porque sabía que la carga de estrés y ensayos aumentarían considerablemente, y eso sin contar los proyectos de actuación que pudieran presentarse en un futuro… Además también se preocupó al ver que yo no estaba del todo feliz con la noticia, pero como siempre respetaba mucho mi espacio interpersonal, nunca preguntaba las cosas a menos que fuera absolutamente necesario. El ánimo de los dos mejoró bastante cuando tú y tus padres confirmaron tu participación en el proyecto… “Tienes un gran apoyo en Chinen-kun, cuídalo, porque amigos así no hay muchos en el mundo…” solía decirme todas las mañanas mientras tomábamos juntos el desayuno. A lo que yo siempre respondía con una amplia y radiante sonrisa. Después de todo, ella tenía razón… Chinen era demasiado especial e importante en mi vida, no sólo como un amigo.
-Tu mami es una mujer muy sabia, verdad~?- Te gustaba ser el centro de atención y si había algo que te gustara más que eso, era que te alimentarán el ego… Pero aún así nunca se te subía a la cabeza…
-Sí, así es… no por nada soy como soy, verdad?- Me gustaba jugar tu juego, porque eso implicaba que termináramos persiguiéndonos o teniendo algún tipo de contacto.
-Siiiiiiiii~! Yama-chan también es muy listo~!- Me gustaba que me picaras así las mejillas porque siempre acercabas demasiado tu rostro al mío, pero en ocasiones, como ahora, no podía evitar sonrojarme un poco y terminaba apartándote entre juego y juego… después de todo, tú no sabías acerca de mis sentimientos, y era mejor que siguiéramos así para no tener problemas. Aunque no lo decías, me resultaba más que obvio que a veces mis reacciones un tanto bruscas o inesperadas te hicieran sentir mal aún cuando lo ocultabas detrás de una de tus sonrisas. Ser consciente de ellos me lastimaba como no tienes una idea… pero de lo contrario, hacia mucho que te hubieras percatado de lo que sentía y nada me aterraba más que tu rechazo. Sí, a menudo hacías gritar a las fans dando muestras públicas de amor con Yuyan, Yuto o Dai-chan… incluso con Yabu o conmigo, pero todos sabíamos que no era más que parte de tu juego para hacerlas felices… porque en realidad te gustaban demasiado esas chicas y sólo pensabas en hacer que te amaran más que a cualquiera de nosotros.
-Yuri!!!- Mientras caminábamos por aquel largo pasillo rumbo al salón de baile que había sido destinado para los NCY, nos encontramos a Dai-chan que te saludaba tan efusivamente como siempre, y a Inoo, que también corría hacía nosotros para darnos los buenos días.
-Ari-chan!!!!!- Apenas y lo escuchaste, echaste a correr a sus brazos, los cuales te recibían con demasiado afecto. Debo confesar que siempre que Dai-chan estaba cerca yo moría de celos… Él era tu mejor amigo desde siempre, habían estado juntos en la agencia desde el día de su casting, estando en las mismas units y con los mismos horarios de clases, incluso estaban juntos en los dramas y programas de televisión… Pasaban demasiado tiempo juntos dentro y fuera de la empresa para mi gusto, pero tú eras tan feliz que no podía hacer otra cosa más que sonreír y guardarme las ganas, a veces casi incontrolables, de apartarte de su lado… Y si bien era cierto que lo mismo pasaba con Yuto, como él era más mi amigo, le tenía la confianza de “pelear” con él por ti… al creer que no era más que otro de nuestros tontos juegos habituales, podía decir abiertamente que sólo podías ser mío sin temor a que me vieran con prejuicios, pues Yuto también lo hacía, porque nada había de verdad en aquella broma para él. Y aunque a veces me daba la impresión de que Yuto sabía lo que pasaba realmente, como nunca decía nada al respecto, siempre terminaba creyendo que no eran más que figuraciones mías.
-¡Holas~!-
-¡Hola Inoo!- Aunque no lo pareciera siempre me llevaba muy bien con él, porque podíamos platicar de casi cualquier cosa, en realidad era muy inteligente, sólo que por lo general le gustaba parecer despistado y gracioso.
-¿Vienen llegando?- Preguntaba Daiki trayendo en su espalda a Chinen, quien colgaba de su cuello como si fuera un muñequito de peluche, Dai-chan sujetaba sus manos contra su pecho para evitar que cayera pues se negaba a bajar.
-Sí, tenemos llamado a las 9:00 am… ¿Y ustedes? ¿Qué hacen aquí?- Ahora que lo pensaba, Heisei no tenía llamado sino hasta las 11:00 am, hora a la cual ellos comenzarían los ensayos sin nosotros hasta la 1:00 pm que nos desocupáramos y nos pudiéramos reunir con ellos durante el almuerzo.
-¡Eso es fácil!- Decía Inoo con una de sus típicas sonrisa, enfatizando la “obviedad” de la situación poniendo su dedo índice a la altura de su rostro.
-¿En serio? ¿Chinen no lo veee~?-
-¡Deja de retorcerte! ¡Te vas a caer!- Daiki trataba de estabilizar el peso de Chinen para que no terminaran los dos en el piso.
-Pero lo es… Vinimos porque queríamos darles los buenos días antes de su largo día de trabajo, verdad Dai-chan?-
-Ammmh… sip…- Daiki parecía apenado de lo que decían tan campantemente Inoo, por lo que pude deducir que en realidad la idea había sido de Dai-chan y que sólo le había pedido a Inoo que lo acompañara, y como él siempre era muy bueno con Daiki, no se pudo negar aunque tuviera que sacrificar un par de horas de sueño.
-¡¿En serio?! ¡Gracias chicos~!- Chinen se aferraba más a Daiki embarrándose como gato en la mejilla de Dai-chan.
-¡Gracias chicos… en verdad son los mejores!- La buena relación que existía entre todos los JUMP era completamente verdad, a diferencia de lo que pasaba con muchos de nuestros senpai… Hika y Yabu nos mandaban mensajes al celular por las mañanas para evitar que nos quedáramos dormidos y para darnos ánimo… Keito, Yuyan, Yuto y Ryu-chan también nos mensajeaban seguido para saber cómo estábamos… todos estaban un poco preocupados de que la exigencia del trabajo llegara a sobrepasarnos, no porque no confiaran en que fuéramos capaces de hacerlo, sino porque sería mucho más duro que la última vez y les preocupaba lo frágil de la salud de Chinen últimamente y mi falta de sueño y apetito debido al exceso de estrés. El apoyo que recibíamos de parte de todos me alegraba los días y me ayudaba a que fuera más fácil… Después de todo, las horas extras de ensayos no eran lo que me tenían desganado…
-¡Yuma-kun! ¡Buenos días!- Finalmente Chii-chan había soltado a Daiki, sólo para correr y abordar en la intersección del pasillo a Yuma que venía dando vuelta rumbo al mismo lugar a dónde nosotros nos dirigíamos.
-¡Auch!- Chinen a veces era un poco brusco con sus muestras de afecto, sin embargo nadie se quejaba realmente. -¡Chinen-kun, buenos días!… Buenos días chicos…- Él realmente no solía hablar con nosotros ni delante ni detrás del escenario, casi no había habido convivencia entre nosotros porque él pasaba más tiempo con los Kansai Juniors que con cualquiera de los juniors de aquí, y pues realmente sólo parecía llevarse bien con Kento, porque tampoco hablaba mucho con el resto de los BI Shadow.
-Nakayama-kun, ¡buenos días!- Inoo siempre era optimista y no se dejaba llevar por las primeras impresiones.
-Hola Yuma-kun…- Creo que a Dai-chan tampoco le agradaba mucho Yuma, y era muy probable que se debiera a razones muy parecidas a las mías.
-¿Te vas a quedar más tiempo con ellos? Quiero llegar pronto a la sala de ensayos para cambiarme de ropa y empezar a calentar…- Como era su costumbre, pasó a ignorarnos por completo. A mí a estas alturas me resultaba bastante claro que a Yuma le gustaba Chinen… aún cuando al principio se sacaba un poco de onda por su forma de ser y que sus repentinas demostraciones de cariño frente a las cámaras lo cohibían, con el paso de los días comenzó a acostumbrarse e incluso a aceptarlas. No estaba del todo seguro, pero… tal vez… y sólo tal vez… era posible que Yuma fuera el único consciente de lo que yo mismo sentía, porque sin motivo aparente un día comenzó a tratarme con indiferencia para después dar paso a los comentarios en plan de molestarme y a su actitud arrogante y orgullosa que tanto me molestaba que tuviera cuando se dirigía a mí. Pero aún ahora no estaba realmente seguro de sus motivos, lo que sí sabía a ciencia cierta, era que no iba a permitir que continuara si de ahora en adelante íbamos a pasar tanto tiempo juntos… además de que no quería que Chinen se viera afectado de alguna manera por ello, pues inevitablemente, Chinen había terminado por tomarle mucho cariño a Yuma.
-Mmmmnh…- Chinen negaba con una sonrisa mientras caminaba de frente a Yuma jugando con sus manos, meciéndolas de un lado a otro. –Vamos, vamos… Chicos! Nos vemos más tarde, ne?!-
-¡Sip~!- Inoo le decía adiós con la mano. –Creo que también deberías irte con ellos Yama-chan.
-Supongo que tienes razón, verdad?- La idea no me resultaba de lo más encantadora.
-Cuida a Chinen, de acuerdo?- Aunque trataba de aparentar que lo decía por decir, el modo en que Dai-chan miraba a Yuma mientras se iba con Chinen por el pasillo me indicó que él también se había dado cuenta de algo.
-No necesitas decirlo Dai-chan… nada le pasará Chii-chan mientras yo esté ahí…- Iba a decirme algo, pero no quise escucharlo y mejor eche a correr detrás de Yuma y Chinen, so pretexto de que me dejaban. –¡Nos vemos en el almuerzo!- Les dije adiós antes de dar vuelta a la izquierda para subir al elevador.
-¡Qué rápido Yama-chan!- Chinen se sorprendió un poco cuando alcancé a entrar junto con ellos al ascensor justo antes de que se cerraran las puertas, cosa que no hizo mucha gracia a Yuma, pero realmente no me importaba.
-Chinen-kun…-
-¿Qué sucede Yuma-kun?-
-¿Podrías ayudarme con los pasos de ayer? Aunque ensayé en casa aún no puedo dar las vueltas después…- Sabía que lo hacía sólo con la intención de molestarme… a veces me daba la impresión de que estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de que Chinen sólo estuviera con él. Cuando se ponía en ese plan, lo mejor era ignorarlo, así que le subí el volumen a mi reproductor… De nuevo sonaba esa canción de KAT-TUN… a pesar de que no era una de mis favoritas, por alguna razón se repetía con mucha frecuencia cuando ponía la lista de reproducción en aleatorio… esa vez, por primera vez, en verdad le puse total atención a la letra… Sentí un escalofrío recorrerme de pies a cabeza… Miré a Chine en el reflejo de la puerta y mis lágrimas estuvieron a punto de desbordarse debido a esa inexplicable mezcla de alegría y tristeza que provocó aquella canción.
En cuanto se abrió la puerta en nuestro piso salí a toda prisa sin decir nada directo al vestidor.
-¡¿Yama-chan?!- Alcancé a oír la voz de Chinen entre los acordes de una canción de Question? que recién comenzaba… ni siquiera recuerdo cuál era… mis pensamientos estaban lejos, envueltos en un caos en algún lugar lejos de aquí. Abrí la puerta y entré cerrándola nuevamente tras de mí. Dejé mi mochila en la banquita y abrí la puerta de mi casillero. Comencé a desabotonarme la camisa y la colgué dentro igual que el pantalón de mezclilla que llevaba puesto, para ponerme la bermuda azul con blanco a cuadros y una playera de algodón color blanco. Metí al casillero los zapatos, sería mejor que saliera antes de que ellos entraran… El espejo de la puertecilla reflejó un yo que no me gustaba… un yo que no sonreía. -¿Ryosuke…?- Volteé sobresaltado al escuchar que me llamaba así, pues sólo lo hacía cuando no estaba en plan de “Chinen-kawaii”. -¿Estás bien?- Me miraba recargado contra la puerta con carita de preocupación. Alguien trataba de abrir del otro lado, supuse que sería Yuma pues era el que tenía urgencia en cambiarse de ropa. Me sorprendió ver que Chinen no lo dejara entrar, tenía las manos por detrás de su espalda manteniendo la perilla inmóvil. Ninguno dijo nada, sólo nos miramos por unos segundos, pero contrario a lo que siempre pasa en situaciones así, este no era un silencio incomodo, fue más bien como si tratáramos de entendernos el uno al otro.
-¡Lo siento, no te preocupes, estoy bien!- Nuevamente sonreía, no soportaba verlo así de angustiado, y menos si no iba a decirle lo que me pasaba de cualquier modo. Además no era una mentira del todo lo que le decía, pues en realidad no me pasaba nada. Me miró fijamente mientras me amarraba las agujetas de los tenis, el ruido había cesado afuera, Yuma no era muy terco… Chinen soltó la perilla y caminó hacia donde yo estaba, pasando de largo hasta los casilleros.
-Mentiroso…- Dijo en voz baja en tono de reproche cuando pasó junto a mí… No supe qué decir… Tal vez no quise decir nada en realidad… Lo miré mientras permanecía de pie frente al casillero sujetando la puerta con la mirada al suelo. Simplemente me dieron ganas de abrazarlo y quitarle esa expresión abatida que sin duda tenía por mi culpa. Me levanté un tanto inseguro hasta quedar detrás de él. –Chii-chan, yo…- No pude decir ni hacer nada más. Yuma entró de pronto mirándome casi con odio al ver que había estado a punto de abrazar a Chinen, bajé los brazos enseguida metiendo las manos en mis bolsillos, Yuma lo buscaba con la mirada pero yo lo tapaba.
-Chinen-kun, que malo, no me dejabas entrar…- Ahora se hacía el que no pasaba nada… algo debía estar tramando, lo sabía por la mirada que me había lanzado antes de poner aquella sonrisa “dulce”.
-Jejejejejeje gomen gomen…- Chinen me agarró por la espalda asomando la cabeza por un costado de mi y le sonrió como siempre. –Sólo te estaba jugando una broma~- Ante la actitud de Chinen, Yuma no sospechó nada más y el ambiente volvió a la normalidad cuando Chinen comenzó a picarme las costillas provocándome un ataque de risa.
-Ya… para… deben cambiarse de ropa antes de que Tsubasa-senpai venga y los regañe por no estar listos todavía…-
-Oh… cierto!- Sin más ni más me soltó y comenzó a desvestirse tan rápido como podía. Yuma por su parte hacía lo mismo a un par de metros de dónde estábamos. Yo permanecía sentado en la banca de madera en medio de los dos.
-¡Cuidado!- Sin pensarlo siquiera sujeté a Yuma para evitar que cayera cuando se le atoró el pie al quitarse el pantalón. Me miró molesto porque lo estaba tocando y me apartó con brusquedad por lo que terminó de rodillas en el piso. Al menos no se había hecho daño.
-Yuma-kun, ¿estás bien?- Chinen le dio la mano para ayudarlo a levantarse y me miró como si se disculpara por lo que Yuma había hecho, eso me molestó bastante y preferí salir de ahí. Me desagradó ver reflejada esa mirada mía en todos los espejos a mi alrededor, así que mejor comencé a estirar los músculos. Chinen y Yuma salieron poco después listos para calentar también.
-Así no Chii-chan… déjame ayudarte o terminarás lastimándote…- Me acerqué a él al ver que estaba haciendo mal algunos ejercicios y le ayudé a terminarlos. Una vez que Tsubasa-senpai llegó comenzamos con las duras horas de ensayos sin descansos.
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