EL LUGAR PERFECTO
Fic x Cap
JunDa
~Someday for Somebody~
19-03-10
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JunDa
~Someday for Somebody~
19-03-10
CAPITULO 5: La calidez de un ABRAZO.
Después de varias semanas de convivir con Tatsuya todos los días dentro y fuera de la agencia, ya todos se habían acostumbrado a vernos juntos; y aunque los chismes y rumores estaban a la orden del día, a nosotros no nos importaba. Era común que Tatsuya desayunara y/o cenara en mi casa, cuando no ambas cosas, o que incluso se quedara a dormir; mi familia ya le había tomado bastante cariño y Tatsuya siempre llevaba cosas a mi casa diciendo que no quería abusar de la hospitalidad que le brindábamos. Mi mamá a menudo me decía que prefería que estuviera con nosotros en casa a que se quedara solo en la suya. Mi abuela siempre lo esperaba impaciente porque le llevaba panes y galletas y a mi padre seguido le regalaba botellas de vino caro.
Ya pasaban de las seis ese día, demasiado tarde para estar en la agencia siendo domingo… no por nada los demás ya se habían ido y sólo quedábamos en la sala de KAT-TUN Kame y yo, pues estábamos ensayando el “Special Happiness”. Los segundos me parecían eternos mientras miraba el reloj… esperaba con ansías que ya fueran las ocho… Por primera vez Tatsuya me había invitado a ir a su casa… “te prepararé lo que quieras para cenar” me había dicho en la mañana cuando salimos de mi casa; yo no entendía por qué pero parecía que era un día especial, se veía tan feliz y entusiasmado que no me sentí con derecho a quitarle aquella sonrisa de su rostro.
-¿Tienes cosas que hacer?- Preguntaba de repente Kame.
-¿Por qué lo dices?-
-Porque desde las seis no dejas de mirar el reloj…-
-Ah, lo siento…- Me sonrojé un poco.
-Bien… ¿qué te parece si lo dejamos así por hoy? Yo también tengo a alguien esperando por mí…- Me lanzó una sonrisita de complicidad mientras señalaba la puerta con los ojos.
-¡Gracias Kame!- Tomé mis cosas y salí corriendo. Llamé a Tatsuya para avisarle que llegaría antes pero no contestó… Al principio no me preocupé porque supuse que estaría ocupado en la cocina, pero tras recibir una llamada de Kame preguntándome si no había visto a Akanishi porque no le respondía el celular, aquel mal presentimiento volvió a apoderarse de mí. Eché a correr por la avenida aún estando al teléfono. Paré el primer taxi que vi y le pedí al conductor que me llevara a casa de Tatsuya. Aunque sólo lo había acompañado una vez, recordaba perfectamente el camino. Cuando le dije a Kame que Ueda tampoco contestaba el celular también se preocupo… colgué el teléfono, Kame iba a encontrarse con Yamashita y me alcanzarían en casa de Tatsuya, después de todo, cuando Akanishi estaba fuera de control, el único que podía hacerlo entrar en razón era Yamashita. Después de esperar por más de cinco minutos atrapados en el tráfico, pagué y bajé del auto. Estaba como a diez o quince minutos, llegaría más rápido corriendo, eso era seguro.
Cuando llegué a su casa todas las luces estaban apagadas… No quise tocar el timbre, iba a poyar la cabeza contra la puerta para ver si escuchaba algo cuando en efecto oí que algo se rompía a lo lejos. Estaba decidido a abrir la puerta así fuera a patadas, pero no fue necesario, la puerta se abrió cuando giré el picaporte. Apenas podía ver algo, en cuanto entré sentí que había pisado algo que se despedazó bajo mi zapato, me agaché y lo tomé para ver qué era… una naranja… y no era la única que estaba tirada, un par de pasos delante de la entrada estaba la bolsa de papel con el resto de las compras para la cena. Volteé al escuchar que algo chocaba contra la puerta de la habitación del fondo… el golpe estaba acompañado de un quejido medio ahogado. Tropecé con el sillón y el desnivel de la sala cuando crucé corriendo hacia la que supuse era su habitación. Abrí la puerta… Akanishi estaba sobre Ueda quien yacía inmóvil en el piso, al parecer se había llevado consigo las cortinas del ventanal en un fallido intento por sostenerse de algo para no caer…
De nuevo estaba furioso. Tomé a Akanishi por el cuello y se lo quité de encima lanzándolo con todas mis fuerzas hacia el piso cerca de la cama.
-¡¿Pero qué demonios?!… ¿Taguchi?- No era necesario ser un genio para darse cuenta de que estaba bastante ebrio. Lo ignoré.
-¿Tat-chan? ¿Me oyes?- Le quité las cortinas de encima. Su nariz sangraba un poco. Lo volteé de lado con cuidado para ver cómo estaba.
-Jun…no…- Le costó mucho trabajo pronunciar mi nombre, aferró con desesperación su mano sobre mi chamarra. Las lágrimas salían de sus ojos que me miraban llenos de miedo y angustia.
-¡Largo de aquí Taguchi! Tatsuya y yo estamos ocupados, ¿qué no ves?- Akanishi me pateó haciéndome caer de espaldas. Me agarró con fuerza del cabello y me arrastró fuera de la habitación cerrando de golpe la puerta. Comencé a golpear la puerta y a patearla para intentar abrir pero no podía. Podía oír a Tatsuya sollozando dentro, suplicándole a Akanishi que se detuviera, no quería ni pensar en lo que Akanishi le intentaba hacer. Me sentí frustrado como nunca en la vida me había sentido antes. Tenía que entrar de algún modo. Mi celular comenzó a sonar… Era Kame. Le expliqué lo que pasaba en menos de dos minutos y colgué. Corrí a la cocina por un cuchillo de mesa para desatornillar la puerta, pero entonces vi una puerta que no había visto… la abrí y corrí, en efecto daba al jardín, tomé el bat que estaba junto a la mesa de metal y rompí el vidrio del ventanal de su cuarto… no era lo más viable pero sí lo más rápido… no se me ocurrió otra cosa al ver que lo tenía sobre la cama y que le estaba haciendo daño mientras pretendía quitarle la ropa. Akanishi se asustó un poco al oír que el vidrio se rompía, levantándose de la cama, lo cual permitió que Tatsuya pudiera moverse de lado para respirar.
-Escúchame bien Akanishi… ¡Es la última vez que te lo digo! ¡No vuelvas a ponerle un solo dedo encima… te juro que si lo haces te mato, ¿me entiendes?!- Lo sujeté con ambas manos por la playera y lo levanté estampándolo contra la pared. Me miraba incrédulo con los ojos abiertos de par en par. Luego echó a reír cínicamente.
-¡Bravo Taguchi! Por fin actúas como un hombre… pero ya te lo había dicho…- Su aliento apestaba a alcohol. –Ueda es sólo mío y ningún idiota como tú cambiará eso… Él es mi juguete… y pienso divertirme con él todo lo que pueda…- Todo él me sacó de quicio… ¿De dónde saqué fuerzas? No tengo ni la más remota idea, pero lo derribe de un puñetazo que le abrió el labio.
-Junno… no…- Me pareció escuchar a Tatsuya, pero no estaba seguro, lo único en lo que podía pensar era en golpear a Akanishi hasta que dejara de decir tantas estupideces.
-¡Taguchi!- Kame había llegado, podía oírlo del otro lado de la puerta.
-…Kame… ¡Kamenashi!- Aunque le dolía, Tatsuya lo llamaba a gritos. Trataban de abrir la puerta… Akanishi reía provocándome, mi puño estaba listo para borrarle esa maldita sonrisa de la cara.
-¿Qué? No tienes agallas para hacerlo Taguchi…- Me lo pedía a gritos… y se lo iba a cumplir, no me importaba si me corrían de la agencia por mandarlo al hospital, al menos me aseguraría de que él tampoco pudiera regresar…
-¡Taguchi! ¡No!- Kame sujetó mi brazo con todas sus fuerzas para evitar que le pegara. –No ves que eso es lo que quiere… no seas idiota, si lo haces, ¿cómo vas a proteger a Ueda si no puedes estar cerca de él en la agencia?-Sus palabras me hicieron reaccionar crudamente. Kame me soltó y abrió la puerta para que entrara Yamashita.
-Junno…- Tatsuya se desplomó en el piso al tratar de caminar hacia mí, solté a Akanishi y corrí hacia él.
-Jin, ¿qué demonios pasa contigo?- Yamashita lo abofeteó con fuerza cuando Akanishi se levantó para abrazarlo como si nada pasara. Se quedó mirándolo y luego las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.
-Tat-chan… ¿estás bien?- Lo abracé. Se aferró a mí como podía en ese momento.
-Yamapi…- Akanishi parecía un niño perdido. -¡No es justo! Siempre me roban a las personas que amo…- Echó a llorar de pronto.
-Jin… entiende que este tipo de estupideces que haces es lo que aleja a las personas de ti…- Yo nunca había visto a Yamashita así… y sinceramente esperaba que nunca me tocara que se pusiera de esa manera conmigo. Lo sujetó bruscamente del brazo y lo levantó llevándoselo fuera de la habitación mientras Akanishi seguía diciendo que no era justo que yo le hubiera quitado a Tatsuya igual como Kame le había quitado a Yamashita.
-Taguchi… ¿estarán bien si me voy?- Preguntaba Kame inseguro de quedarse con nosotros o ir tras ellos.
-Sí Kame, ve con Yamashita… yo cuidaré de Ueda…-
-Cualquier cosa llámame, ¿de acuerdo? Le pediré a Yamapi que me traiga enseguida…- Acto seguido echó a correr fuera de la habitación. Supe que se habían marchado cuando escuché que cerraban la puerta de la calle.
-Tat-chan… ¿te puedes levantar?- Lo tomé con cuidado entre mis brazos y lo ayudé a ponerse de pie. Lo llevé hasta la cama y se sentó. Acomodé un par de almohadas contra la pared y lo recosté. –Traeré una toalla y un poco de agua… enseguida vengo…- Sentí que sus manos me sujetaban con fuerza.
-Junno, no te vayas…- Aún sonaba asustado, me di media vuelta para mirarlo y puse mi mano sobre su mejilla.
-Tat-chan… ya te lo había dicho, ¿recuerdas?… no me iré a ningún lado, siempre estaré contigo, ¿de acuerdo?- Asintió levemente mirándome con los ojitos llorosos. No pude contenerme… no quise contenerme… llevé mi mano un poco más hacia su nuca y lo besé. Creo que lo sorprendí, pero sentí como poco a poco correspondía mi beso rodeando mi cuello con sus manos, atrayéndome contra él mientras volvía a recargarse en las almohadas obligándome a apoyar mi otra mano en la cama para mantener el equilibrio y no caerle encima. –Vuelvo enseguida…- Le dije con una sonrisa mirándolo a los ojos cuando nuestros labios por fin se separaron. Sólo obtuve una sonrisa por respuesta y me soltó. Fui y volví tan rápido como pude. Me sentí realmente aliviado al comprobar que su nariz no estaba rota, pronto la sangre se detuvo por sí sola y pudo volver a respirar con normalidad. Me senté junto a él mientras le aplicaba un poco de hielo en la boca, lo más probable era que amaneciera con un moretón porque era de piel muy blanca… mientras yo hacía de su enfermero, él se entretenía jugando con mi cabello entre sus dedos.
-¿Sabes algo?…- Dijo mientras me despeinaba.
-¿Qué cosa?- Le quité la toalla que envolvía los hielos para poder mirarlo a los ojos.
-Creí que había encontrado la felicidad… estaba equivocado… ahora sé que mi única felicidad está contigo… y también quiero ser tu felicidad…- Me miró un momento y luego se incorporó quedando sentado con su rostro a escasos centímetros del mío. Me sonrió de un modo en que nunca antes había hecho, apoyó ambas manos contra mi pecho y me empujó suavemente hasta dejarme de espaldas en la cama. Se quedó de rodillas sobre la cama apoyándose con ambas manos a los lados de mi cabeza. –No quiero que te vayas a ningún lado… y no quiero estar en ningún otro lugar que no sea contigo…- Se inclinó sobre mí y me susurró al oído. -¿Me creerías si te digo que estoy completamente enamorado de ti?- Luego de decir eso me besó… cada beso fue más largo… cada beso suyo era único y lleno de sentimientos… Al final se quedó recostado sobre mi pecho hasta quedarse dormido… Lo tenía entre mis brazos… siendo arrullado por los latidos de mi corazón que no hacía otra cosa más que repetir “también te amo” una y otra vez… Y mientras lo sujetaba contra mi cuerpo me sentí el chico más afortunado del mundo… De entre las miles de posibles oportunidades que pudiera tener en esta vida, daba gracias por estar vivo… por la familia que tenía… por ser parte de la agencia… del grupo… y de la vida de Tatsuya… Porque simplemente no había un lugar más perfecto donde pudiera estar en este momento que a su lado.
2 comentarios:
AAAAAAAAAAAAAAAAAAA me fascino esta fic!! por algun extraña razón esta pareja me parece bellisima. Espero puedas escribir algo más sobre ellos más adelante.
Pd: Escribes hermoso. continua así!!
Hola!!!
Perdón por no responder antes...
aún me cuesta adaptarme a Blogger XD
Muchas gracias por leer el fic!
Y si, ten por seeguro que habrá más de Junno y Ueda por aquí porque son mis kattunes favoritos!!!
Y sip...
por alguna extraña razón, me fascina esta pareja! o*O*o
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