Egoísta (Nino)


Título: Egoísta
Autor: Lilith
Pairing: Ninomiya Kazunari + OC
Fandom: Arashi
 ~Selfish / N´SYNC~
Tipo: One-shot
Género: Shoujo, AU, Escolar, Angst





Si me preguntas qué fue lo primero que pensé cuando te vi sentada perdida en tus pensamientos aquella tarde saliendo de la universidad la primera vez que hablamos, sinceramente diría que lo nuestro nunca podría ser considerado como amor a primera vista.


Lucías tan angustiada sujetando tu rostro entre tus manos, casi como si temieras que pudiera irsete a algún lado, "cómo si fuera éso posible! Qué tonta!" pensé. Pero la verdad es que no tenía idea de todo lo que se escondía debajo de aquella máscara de serenidad decorada con una sonrisa que siempre solías llevar puesta cuando te veía.


Lo cierto es que si en ese entonces me hubieran preguntado qué era lo que pensaba de ti, hubiera dicho que eras una chica rara: altiva, orgullosa, vanidosa, demasiado excéntrica para mi gusto, muy independiente para ser una chica y demasiado sincera para ser adulta; la verdad es que me caías mal, siempre inmersa en tu propio mundo, con todo ese halo de misterio con el que te gustaba rodearte, sin dejar que la gente se te acercara y acercándote a muy pocas personas, con todo ese aire de superioridad con el que caminabas por cada pasillo de la escuela que hacía que más de uno estuviera detrás de ti... la chica inalcanzable. Tu personalidad realmente era desagradable para mí, qué tenías de bueno como para que te cotizaras tanto?


Aún así, ese día no podía quitarte los ojos de encima, al ver un par de lágrimas correr a través de tus mejillas, no pude evitar terminar por acercarme a ti, fue como si un impulso inconsciente me ordenara sentarme a tu lado y asegurarme de que no te pasaba nada malo. Siempre creí que el día que te viera vulnerable de alguna manera, disfrutaría mofarme de ello con todo mundo, pero ahora que te tenía ahí, completamente frágil, el reírme, decirte algo cruel o exponerte ante los demás, fue algo que jamás cruzó por mi mente.
-Estás bien?...- Te extendí mi pañuelo. Te veías aún más triste mirándote de cerca. Me miraste, con esa expresión extraña en los ojos que pones cuando te cuesta creer que algo esté pasando.
-Te parece que lo estoy?...-
-Pues no... por éso yo...- Tomaste tímidamente el trozo de tela aunque no lo usaste.
-Entonces por qué lo preguntas?...- Siempre impulsiva, tu reacción me tomó por sorpresa haciendo que me enfadara un poco por tu actitud hostil.
-Tienes razón... Disculpa...- Ni siquiera entendía por qué permitía que me hablaras así.
-Por qué te disculpas?... Hiciste algo malo?...-
-Supongo que no, pero...-
-Entonces no lo hagas...- Volviste a interrumpirme. Eso me desagradaba en sobremanera, pero me aguante las ganas de decirte un par de cosas. Nunca me pareció atractiva la idea de ponerme a discutir contigo, mucho menos cuando empezabas a emplear ese tipo de argumentos retóricos, te había visto hacerlo ya un par de veces, no quería acabar con la misma cara miserable que nuestros compañeros de clase o nuestros profesores.
-Como quieras...- Preferí no decir lo que pensaba, lo cual no me resultó nada fácil y en vez de éso sólo guardé silencio y te miré... tus ojos reflejaban una increíble soledad que nunca antes había notado. Por primera vez fui consciente de que muchas cosas poco agradables te pasaban y por alguna razón sentí la necesidad de protegerte de todo éso que te lastimaba.



Seguí tratando de sacarte plática para saber qué era lo que te tenía de ese modo, pero poco fue lo que realmente dijiste sobre tí. Aun así, para mí tus palabras fueron más que suficientes para entender que en realidad estabas aterrada de abrir tu corazón, fue entonces cuando comprendí que ésa era la razón detrás de tu forma de ser... podía ser distraído y egoísta pero siempre había sido observador, los pequeños detalles me decían mucho. Y mientras te escuchaba suspirarle al ocaso comencé a preguntarme qué tanto de lo que conocía de ti era realmente parte de ti y no sólo una parte del teatro que te habías montado alrededor para mantener a las personas alejadas de ti.
-No crees?...- Esa expresión inocente en tu rostro me regresó a la realidad, en algún momento había dejado de escuchar lo que decías para perderme por completo en mis cabilaciones.
-Lo siento, qué me decías?...- Mi reacción, aunada al sonrojo de mis mejillas, te arrancó una linda sonrisa acompañada de una ligera carcajada, era la primera vez que te escuchaba reír y lo disfruté aunque no me agradó saber que yo era la razón de aquellas risas. -Hey! No te rías de mí!-
-Es que...- La risa te impedía hablar. Tomaste un respiro. -Olvidalo...- Pasaste el cabello que caía sobre tu frente por detrás de tu oreja mientras clavabas la mirada en el piso. Por alguna razón, ese gesto dulce y tímido me pareció lindo, tanto, que inevitablemente mi mirada se cruzó con la tuya pues no pude quitarte los ojos de encima por largo rato, ahora eran tus mejillas las que lucían un bello tono rojizo. Ya no decíamos nada, se habían desvanecido las sonrisas, el apacible silencio que nos separaba se fue acortando poco a poco con cada latido de mi corazón. Era como si de pronto hubiera empezado a latir mucho más fuerte y rápido. Comencé a acercarme a ti insegura y lentamente, sólo tenía una cosa en mente y mi impulso era mucho más poderoso que mis pensamientos. -...Lo siento...- Había estado a punto de besarte, pero en el último segundo, justo cuando mis labios estaban por tocar los tuyos, huiste de mí. Acaso había sido miedo lo que había en tus ojos cuando me miraste fugazmente?



Los días pasaban pero tú no habías vuelto a la escuela. Cuando le pregunté a la que consideré que sería tu mejor amiga, porque era la única a la que siempre le sonreías mientras hablaban, dónde estabas, ella sólo se encogió de hombros diciendo que no había hablado contigo en los últimos días, pero que por mensaje le habías dicho que estabas resfriada. Que ingenua eras, usando una excusa tan vieja para saltarte las clases; tu amiga debía ser muy inocente o muy estúpida para haberte creído semejante tonteria.
-Oye, puedo preguntarte algo Ninomiya-kun?...-
-Sí, dime...-
-Por qué te interesa saber sobre Lilith?... Nunca antes me pareció que te importara siquiera si estaba en el salón o no?- Sus palabras fueron un poco rudas, sin duda eras afortunada de tener a alguien como ella cuidando de ti.
-No lo sé... Simplemente quiero saber...- Tenía razón... era extraño que mostrara interés por ti de este modo; aún cuando nunca me habías interesado, no podía dejar de pensar en ti, y la verdad es que quería verte... necesitaba verte.
-Mmm... Pues más te vale que no te atrevas a lastimarla!- Su dedo índice casi tocó mi nariz. -...ya ha tenido suficiente por qué llorar como para que encima hagas tú una aportación innecesaria, me entendiste?!- Talia siempre era un poco efusiva, tanto para hablar como con su lenguaje corporal, pero en sus ojos vi que su amenaza no eran sólo palabras pronunciadas detrás de su sonrisa habitual.
-Por qué demonios das por hecho que voy a hacerle daño de alguna manera?!...- Aquel comentario en serio que me hizo enojar, eso no era para nada parte de lo que tenía en mente.
-No te enojes, Ninomiya-kun... Sólo te lo estoy advirtiendo porque Lilith es mi mejor amiga y ya no quiero verla sufrir... No viajamos hasta el otro lado del mundo para que siguieran lastimándola...- La sonrisa ya no estaba, pero sus ojos seguían diciendo que hablaba en serio.
-No tienes por qué decirme esas cosas... no pienso hacer nada que la lastime... sólo necesito saber si está bien...- Cuando me di cuenta de que estaba pensando en voz alta ya había sido demasiado tarde.
-Ninomiya-kun...- Sonó más como un dulce susurro. -...Te gusta Lilith?...- Sus ojos brillaban de un modo extraño, fue cuando entendí lo que yo mismo acababa de decir. No sabía qué contestar. Ni siquiera sabía si contestarle. Porque de alguna manera sabía que la respuesta no sería "no" y no estaba seguro de poder dar una respuesta que satisfaciera su curiosidad sin exponerme. Su pregunta había desatado miles de interrogantes dentro de mí. Me negaba a aceptarlo pero, yo mismo entendí que, si todo este tiempo había estado al pendiente de ti, no era sólo porque me desagradara tu personalidad. No podía gustarme alguien como tú, verdad?, no podía ser posible que en algún punto hubiera terminado por enamorarme de ti pero, de no ser así, por qué demonios había estado a punto de besarte?... Necesitaba poner orden a mis ideas. Cuando menos pensé ya estaba lejos de la escuela, por un breve momento me pregunté qué cara habría puesto tu amiga cuando me di la vuelta y la dejé a medio pasillo sin decir nada. Me detuve cuando llegué al parquecito que estaba junto a la estación, no por el hecho de haber llegado ahí, sino porque de pronto me pregunté a dónde rayos me dirigía. A lo lejos escuché una dulce voz que entonaba una melodía que conocía, aunque no recordaba de dónde; movido por un impulso inexplicable, mis pies buscaban el origen de aquel sonido.


No me tomó mucho llegar hasta ahí, sentada bajo un frondoso árbol podía ver la figura pequeña y frágil de una chica. No estaba seguro de querer acercarme, no quería asustarla y que dejara de cantar. Era extraño cómo su voz lograba darme tanta paz interior. Mi natural conflicto emocional interno se desvanecía como la neblina al salir el sol; aquello que usualmente oprimía mi pecho desde adentro se había ido, mi corazón latía nuevamente, no se sentía del todo mal, verdad?... Podía ésto llegar a considerarse "felicidad"?... Algo tan pequeño e insignificante había logrado arrancarme una sonrisa sincera. No podía entender qué demonios me pasaba. Me sentía feliz pero un par de lágrimas había comenzado a bajar a través de mis mejillas. Ella no se había percatado todavía de mi presencia pero, un gesto suyo me hizo estremecer: había pasado su cabello por detrás de su oreja permitiéndome ver parte de su rostro.
-Lilith?...- En un susurro se me escapó tu nombre haciendo que voltearas de inmediato de un sobresalto impidiendo que terminara de escuchar la canción.
-Ninomiya-kun!...- Parecía como si estuvieras a punto de romperte, como una copa de cristal que estalla ante un sonido agudo. Verte de ese modo me hizo temer que en verdad pudiera pasarte algo. No podía confiar en mis palabras, a veces eran tan traicioneras que terminaban provocando el efecto contrario al deseado. Así que simplemente seguí mis instintos. Corrí hasta donde estabas y te tomé entre mis brazos. Era una sensación cálida y agradable que me recorrió de pies a cabeza. Tímida y lentamente tus manos correspondieron mi abrazo, una vez que sentí cómo te aferrabas a mí comprendí que no quería separarme de ti nunca más.
-Me gustas...- Susurré quedamente en tu oído cuando por fin fui capaz de articular palabras. Sentí como te acurrucabas contra mi pecho. Los minutos seguían pasando silenciosamente haciendo tortuosa la espera.
-Tengo miedo...- Apenas si pude escuchar tu voz. Estabas temblando?
-Miedo?...- Trate de separarme un poco para ver tu rostro pero te aferraste a mi desesperadamente escondiéndote entre mi chamarra. -Miedo de... mí?...- Asentiste lentamente y éso me preocupó. -...miedo de que pueda lastimarte?...- Te sentí aún más frágil. Te habías roto. Estabas entre mis brazos hecha pedacitos... llorabas. No podía oírlo pero lo sabía, la forma en que te estremecías era justo como aquel día que sollozabas en silencio. -Oye... hey... mírame...- Busqué con desesperación tus ojos. Apoyé mis manos sobre tus mejillas y te besé. -...no puedo saber lo que nos deparé el futuro pero, quiero que nos des una oportunidad de estar juntos, puedes?...- Me mirabas de un modo hermoso, mezcla de alegría el presente y miedo al mañana. Te sonreía como un tonto. Aquella ensoñada expresión en mí te hizo sonreír, tus mejillas estaban teñidas de rojo, nuevamente pasabas tu cabello por detrás de tu oreja, me encantaba que hicieras éso. Volví a besarte y te abracé. Era un egoísta, sólo podía pensar en tenerte a mi lado y hacerte sonreír todos los días. A partir de esa tarde no volvería a separarme de tí nunca más y aún cuando no pude ponerlo en palabras, estaba dispuesto a demostrarte que podías confiar en mí.

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Una noche vale más que mil palabras. (Sho)



Título: Una noche vale más que mil palabras
Pairing: Sakurai Sho + OC
Fandom: Arashi
 ~T.A.B.O.O. / Sakurai Sho~
Tipo: One-shot 
Género: FanAi, Shoujo, Angst, AU
To: Xo (Happy B-Day neechan! ^3^)
10-04-11
N.A: Lo que está en cursivas lo hablan en español ^^b






La blanca nieve había comenzado a caer nuevamente en la colorida y bulliciosa ciudad de Tokio anunciando la llegada de un frío invierno. En el aeropuerto las personas iban y venian con lágrimas o sonrisas en el rostro. Contemplar todo aquello siempre me ponía de buen húmor, observar a la gente siempre me ha resultado fascinante, así que en situaciones como esta, me gusta ver el amplio abanico de expresiones que posee el ser humano para demostrar sus emociones. Caminaba sin prisas mirando a quienes llegaba y a quienes se iban y a las personas que les daban la bienvenida o les decían adiós. Personas de todas partes del mundo. Todo tipo de reacciones. Diferentes culturas y formas de pensamientos. Y estaban ahí frente a mis ojos. Llegué a la sala general con mi pequeño bolso en la mano. La cantidad de gente era aún mayor ahí, pero no me importaba, en esta época del año nadie me prestaría atención, además viajaba solo, una entrevista en Corea me había sacado del país a una semana de Navidad, pero eso tampoco me molestaba, trabajo era trabajo y el mío me gustaba bastante, además pude volver a casa a tiempo. Seguí rumbo a la salida con mi mente absorta en cosas tan triviales como comprar regalos, hacer preparativos para la cena familiar, salir con los chicos, estar con mi familia y terminar cosas de trabajo. Me detuve cerca de la puerta, acomodé mi bufanda y me puse los guantes, aún llevaba puestos los lentes que usaba para leer así que me aparté un poco el cabello de la frente para ver bien. Podría sonar tonto, pero algo tan sencillo como llevar los lentes era realmente efectivo para pasar desapercibido entre la multitud.
-Perdón!...- Alguien pasó a mi lado y me empujó con su maleta al pasar mientras me acomodaba el gorro. No hubiera sido necesario que me molestara en voltear para saber que había sido una chica, pero lo hice porque su voz me resoltó agradable y porque entedí lo que había dicho en español.
-Está bien...-
-Hablas español?-
-Sólo un poco... Tú hablas japonés?-
-No mucho...- Rió un poco apenada. Su sonrisa era linda. Ella era linda. Le devolví la sonrisa.
-Hablas inglés...-
-More than japanise?... I think...-
-Well, that's good... Did you come for vacation?...-
-For work...-
-Oh... That's good too... Eh?...- Mi celular había comenzado a sonar. Por el tono sabía que era Nino, de seguro ya estaba todo estresado por estar esperándome. -...chotto matte, ne?...- Le sonreía apenado por tener que interrumpir nuestra conversación. -Moshi moshi, Nino?...-
-Dónde estás?... no te veo...-
-Xo-chan!...- Volteé enseguida un poco sorprendido de que alguna fan me hubiera reconocido y un tanto molesto al oír que me llamaban con tanta confianza. Enseguida vi a la chica que corría hacia donde estaba, agitaba la mano a manera de saludo mientras sonreía felizmente. -Xo-chan! Por aquí!- Al verla más de cerca noté que también era extranjera.
-Bueno... me tengo que ir...- Se giró hacia mi y me dijo adiós con la mano para caminar hacia la chica. -...te tardaste mucho, menka!-
-Oi... Sho?!... Sigues ahí?- Escuchaba la voz de Nino pero mi mente no daba crédito a lo que pasaba.
-Gomen ne, Xo-neechan... Había mucho tráfico...- La chica la abrazó con afecto en cuanto la alcanzó, tras lo cual le quitó la maleta para llevarla ella y luego echaron a andar alejándose de mí hacia los taxis.
-Shooooo!!!...-
-Eh?... ah, sí... Estoy aquí afuera de la puerta uno...-
-Ok... enseguida voy... no te muevas...-
-Sí...- Ni siquiera colgué. No podía dejar de mirar hacia donde ellas iban caminando entre risas. Escuché la bocina de un auto cerca de donde yo estaba, miré hacia ahí y vi a mi amigo asomándose por la ventanilla. Subí a su auto y nos pusimos en marcha.
-Puedes ir más lento?...-
-Seguro... Pasa algo?... te sientes mal?...- Me miraba un poco preocupado pero yo ni caso le hice, iba mirándolas mientras estaban ahí de pie guardando el equipaje en la cajuela. Se subieron rapidamente el coche y se pusieron en marcha. -Sho, estás bien?... estás actuando muy raro desde hace rato...-
-Estoy bien... estoy bien... Tienes algo que hacer?-
-No realmente... Por?-
-Puedes seguir a ese taxi?-
-Disculpa?!-
-Sólo hazlo!-
-No sé tú, pero yo no hago cosas peligrosas o ilegales... Y si no me dices que está pasando, no me pienso mover de aquí...- Detuvo el auto de repente.
-Te explico en el camino... sólo no lo pierdas de vista!...-
-Ok... Ok... sólo porque sé que estás metido en nada raro...- Me miraba refunfuñado pero aceleró para acortar la enorme distancia que se había hecho. -...y bien?!-
-Una chica...-
-Estás siguiento a una chica?!-
-Si...-
-Estás bien de la cabeza?... ni siquiera te conozco una novia...-
-No, no lo entiendes... Por casualidad conocí a una chica, no sé de dónde es... hablaba español...-
-Extranjera?!... Y estaba guapa?!-
-Sí, lo era... pero no viene al caso...-
-Pues si no es por eso, entonces no le veo caso a esto...-
-El caso es que algo en ella... sus ojos... lo que había en su mirada me llamó mucho la atención, así que comencé a sacarle plática...-
-Tú empezaste a ligarte a una desconocida?!... Cielos!... Ahora si creo que lo he visto todo...-
-Sí, como digas... en eso me llamaste, pero la cosa es que oí a una chica llamarme por mi nombre y comencé a buscarla pensando que sería una fan...-
-Wooow! Nuestras fans son impresionantes... ni yo te hubiera reconocido así vestido...- Estaba empezando a desesperarme por interrumpirme a cada rato y creo que lo notó. -Bueno... y qué pasó?-
-Pues... que no me llamaba a mí sino a la chica con la que yo estaba hablando...-
-Qué?!!!- Casi me deja sordo del grito de asombro que pegó.
-Los ojos al frente, Nino... Sí... la llamaba a ella, me dijo adiós y se fue con la chica que venía corriendo hacia nosotros...-
-Y era guapa?-
-Nino!-
-Qué?... Sólo quiero saber todos los detalles...-
-Sí, lo era... Feliz?...- Me asintió con una sonrisa.
-Y qué pasó?-
-Pues que se fueron, tomaron un taxi y van ahí adelante...-
-Oh... ya veo... y por qué las seguimos...-
-Cuando has conocido a una chica que te llame la atención a primera vista y que viva del otro lado del mundo y que se llame igual que tú?...-
-No, pues nunca...-
-Y si la conocieras... qué harías?-
-Mmm... no, pues creo que la invitaría a tomar algo o a algún lado, para saber qué tipo de persona es y conocerla un poco...-
-Exacto!... Todo pasó tan rápido que no supe qué hacer en el momento... pero quiero saber qué clase de chica es...-
-No creo que les guste saber que las estamos siguiendo...-
-Tú se los vas a decir?-
-A qué te refieres?... empiezas a darme miedo, sabes?-
-Sólo creemos la situación perfecta para que suceda de forma natural...-
-Qué cosa?-
-Un encuentro...-
-Ah?!-
-Sí... veamos a dónde van y si se puede, creemos un encuentro casual...-
-Que te permita volver a hablar con ella sin que piense que eres un sujeto raro que la está siguiendo...- Lo miré con cara de "no me hace gracia tu comentario" y no dije nada. Entendió el mensaje de inmediato y siguió conduciendo. Por un buen rato no dijimos nada. La verdad es que no siempre me sentía de humor para las bromitas de Nino y hoy era uno de esos días.

Seguimos por la autopista hasta llegar al centro de Tokio. Siguieron una ruta que me resultó por demás familiar. Iban hacia una zona de hoteles cerca de la casa de Jun, donde a menudo me hospedaba por trabajo.
-Bueno... al menos tienen buen gusto para los hoteles...-
-Eso no tiene nada que con su buen o mal gusto, sabes?... tal vez es cosa de la agencia que le programó el viaje... Dijo que estaba aquí por trabajo y supongo que es la primera vez que visita Japón porque no sabe mucho del idioma...-
-Mmm... y dices que apenas si cruzaste palabras con ella?... O sea que si logras invitarla a comer, para la noche ya sabrás todo de su vida?-
-Sí fueras un poco menos egoísta, observarías mejor el mundo y descubrías muchas cosas sobre la gente que está a tu alrededor...-
-Oh... Después de todo los de la Keio son gente excepcional, verdad?... y yo sintiéndome especial por hacer trucos de magia, cuando todo este tiempo Sho ha sabido leer la mente de las personas...- Su sarcasmo me puso los pelos de punto, pero me aguanté de responderle. Sí se enojaba y me dejaba ahí botado a media calle, no podría saber a dónde se dirigían.
-Pues deberías ir... a la Keio... apuesto a que si les dices que eres amigo mío te dejan entrar sin presentar los exámenes...-
-Jaja... que gracioso eres... Ah!...- Se inclinó sobre el volante mirando atentamente al frente. -...se detuvieron...- Miré en dirección a dónde él veía y las vi bajar del taxi mientras el conductor les ayudaba a bajar las maletas. Tras lo cual entraron al hotel, mismo donde habíamos estado hacía unos meses después de nuestro último concierto. -...no es ese el hotel en que no...-
-Sí, el mismo...-
-Que no se supone que ese hotel es muy exclusivo con los huéspedes que reciben?...-
-Sí... eso tengo entendido...-
-De seguro no le preguntaste en qué trabajaba, verdad?-
-No... alguien me llamó justo cuando iba a hacerlo y era medio insistente para que le contestara...-
-Por eso decía que vayamos al hotel a ver qué onda...-
-Primer comentario acertado del día...- Bajamos del auto al llegar a la entrada. Nino le dio las llaves al chico del ballet parking y entramos directo a la recepción. Lo detuve en seco. Ellas estaban ahí. Su amiga hablaba con la señorita del mostrador en un fluido japones mientras ella la miraba atentamente y se limitaba a responder lo que le preguntaba. Por lo poco que alcanzaba a escuchar y entender, estaba arreglando lo de su reservación.
-Son ellas, verdad?- Asentí sin mirarlo. Mis ojos apenas si daban crédito a lo que tenían delante. Se había quitado la boina que llevaba, ahora su cabello estaba suelto y lucía las puntas en color rojo. -Y?... qué vamos a hacer?...-
-No sé... Déjame pensar...-
-Muchas gracias...- Su amiga le entregaba la llave de su habitación al tiempo que el botones se acercaba para llevar las maletas. -La ciudad te va a encantar, neechan... hay tantos lugares para ir a comprar y tantas cosas que ver, que dos semanas no te serán suficientes para recorrerlo todo...-
-Mmm... pues vamos a tener que hacer milagros con el tiempo para lograrlo...- Reían de lo más tranquilas, era fácil saber que detrás de sus palabras había algo más, algo sólo entre ellas. Entraron al elevador. Las perdí de vista al cerrarse la puerta.
-Bienvenidos...-
-Sí, buenas noches...- No tenía muy bien idea de lo que hacía.
-Hola, disculpa, podrías ser tan amable de darnos una habitación doble en el séptimo piso, por favor?... La más cercana al ascensor...-
-Sí, permítame... cuántos días se hospedarán?- Volteó a verme esperando que yo respondiera.
-Una semana...- Dijo al ver que yo no hablaría. Estaba confundido.
-Ok... pago en efectivo o con tarjeta?- Por su mirada deduje enseguida que era momento de sacar mi cartera.
-Tarjeta...- Le entregué el pequeño pedazo de plástico.
-De acuerdo...- Se hacía el inocente con esa sonrisa suya que tantos suspiros robaba. -Aquí tiene... firme sobre la línea... le entrego su llave, necesita una copia extra?- Decía mirando a Nino.
-No, así está bien...-
-Llamo al botones?...-
-No... sería todo de momento, gracias...- Le sonrió al tiempo que ponía esa cara de conquistador que tanto le gustaba usar. Por alguna razón su galantería siempre funcionaba aún cuando a mí me pareciera rídiculo. La chica le devolvió encantada la sonrisa y acto seguido subimos al elevador.
-Cómo supiste?-
-Qué cosa?-
-En que piso pedir la habitación...-
-Porque ese era el número que estaba marcado cuando ellas subieron...- Me sorprendió que se diera cuenta de algo así.
-Oh... me alegra haberte traído...-
-Sí, lo sé... sin mí seguirías dándote de topes contra la pared por no haber podido hacer nada por volverla a ver...- Su comentario me dio risa. Me conocía demasiado bien como para reclamarle que exageraba o mentía.
-Y por qué dijiste que nos quedaríamos aquí una semana?-
-Porque si ella está aquí por trabajo, por lo menos se quedará una semana, de lo contrario, si no fuera algo importante la hubieran hospedado en un hotel más barato, y si ella fuera alguien importante estaría en uno más caro...- No lograba entender muy bien la lógica de su razonamiento pero desde mi perspectiva, lo que decía parecía tener sentido así que hice de cuenta que entendía. El elevador se detuvo y se abrió la puerta encontrándonos con un enorme pasillo que nos llevo hasta la habitación. Como yo me había quedado de pie ahí pensando en un montón de cosas, Nino me quitó la tarjeta y la deslizó para abrir y entrar. -...sigo pensando que estás muy raro...-
-Es sólo que me pregunto si tiene sentido hacer esto...-
-Tú crees que lo tiene, no?... entonces lo tiene... deja de desbararte el seso en cosas sin sentido... y mejor ponte a pensar qué harás para tener tu encuentro casual...-
-Tienes razón...- A veces podría no parecerlo, pero Nino tenía sus momentos lindos. Me alegraba de que fuera mi mejor amigo y de poder contar con él en momentos así. -Ejem... Nino, qué haces?- Me pareció bastante extraño que entreabriera la puerta y que tomara una silla y se sentara junto a ella.
-Vigilar el pasillo...-
-Sí, eso lo deduzco... pero cómo para qué?-
-Por si salen de la habitación para cenar...-
-Podrían pedir servicio a la habitación...-
-Sí, si fueran tú o Jun... créeme, si tienen hambre saldrán a buscar algo a los alrededores...-
-Y cómo puedes estar tan seguro?-
-Porque es más barato que comer en el hotel...- Su determinación me provocó un ataque de risa ante el cual él se hizo el indignado y me ignoró por una buen rato, era como ver a un niño castigado en un rincón. Igual aproveché aquel silencio para poner en orden mis pensamientos. Mi celular sonó haciéndonos pegar un brinco a los dos, estaba sobre la mesita de cristal, así que hizo mucho ruido.
-Oh... Riida?... qué pasa?-
-Qué te dijo?- Me preguntó completamente lleno de curiosidad en cuanto colgué.
-Estaba preocupado porque no les llamamos cuando llegué... quería saber si estábamos bien... los chicos están con él, preguntan si nos íbamos a ver hoy...-
-Mmm...- Se quedó callado un momento. Luego sacó su celular. -Ne, Aiba-chan... Sí, soy yo... estoy con Sho justo ahora, estás con Jun y riida, verdad?... Vamos a cenar a algún lado?... Sí... Sí... Ok... en cuanto sepa a donde iremos les aviso...-
-Qué planeas ahora?-
-Shhh...-
-Qué pasa?- Pregunté en voz baja.
-Son ellas...- Corrió a la puerta y se asomó como todo un espía profesional.
-En serio?!- Sentí que me daba un vuelco el corazón. Lo vi asentír tras asomarse.
-Están como a 5 puertas de nosotros…-
-Tan cerca?!- De pronto empecé a ponerme muy nervioso.
-Muévete! Muévete!... vienen hacia acá…- Me empujó para poder cerrar la puerta. –Deja de poner esa cara, Sho… debes verte natural… tú sólo sígueme la corriente, ok?-
-De acuerdo…- A falta de un mejor plan, decidí seguir el de mi amigo. Igual a veces tenía buenas ideas.
-Soy tu asistente, entendido?...- Agarró mis cosas de la mesa. Abrió la puerta y se hizo a un lado para que yo pasara, lo cual fue bastante gracioso. Salimos de la habitación. Ellas estaban de pie frente al elevador platicando amenamente, ni siquiera se habían percatado de nuestra presencia.
-Y qué hago?-
-Sólo sígueme la corriente, ok?... para eso eres actor, no?-
-…verdad?... Pues creo que a Sandrix le gustaría bastante, ójala que su seminario termine pronto para que podamos verla… sería una pena que estén las dos aquí y no poder hacer algo juntas antes de que se vayan…-
-Sí, es cierto… quién sabe hasta cuándo podamos volver a venir a verte…-
-…por eso estoy tan feliz de verte ahorita!- Volvió a abrazársele efusivamente. Se me escapó una sonrisita. Se veían tan tiernas. Se abrió la puerta del elevador y entraron, nosotros estramos después de ellas. Las dos se quedaron calladas cuando escucharon que no estaba solas.
-Qué piso?- Preguntó educadamente.
-Planta baja, por favor…- Le asintió a su amiga y oprimió el botón.
-Jefe, llamo a Ohno-san y a Matsumoto-san para confirmar su cena con ellos?...-
-Eh?!... Ah, sí… Pregúntales si irán acompañados… elige el restaurant en base a ello…-
-Entendido…- Tomó el celular y marcó un número, supuse que llamaría a alguno de ellos. –Aiba?... soy Ninomiya… Sakurai-san quiere saber si tu jefe y su socio cenarán con él esta noche…-
-…me cohibe estar con dos hombres tan guapos…- Le susurró. Se me escapó una sonrisa pero me contuve, no quería ni respirar, quería saber si me había visto, si me reconocía.
-…pues el chaparrito no está tan guapo, pero pues su jefe, sí, como no…- Su amiga era mucho más extrovertida. No tuve que voltear para saber que me miraban.
-Verdad?... lastima que no puedo verlo bien… pero igual no me quejo… lo que veo desde aquí me gusta…- Las dos rieron por lo bajito a modo de complicidad. De acuerdo, retiré lo que había dicho subre su amiga. Nino me miraba reprimiendo una carcajada. Era obvio que estaba rojo como tomate. Mi cara se sentía caliente. Agaché la mirada y carraspié un par de veces. Por fin se abrió la puerta. Me apresuré en salir. De pronto me pareció que hacía demasiado calor ahí dentro. Esperé a que Nino saliera, sabía que las habría dejado pasar primero, más por pervertido que por eduado. Ellas pasaron junto a mí reprimiendo un par de risitas con sus manos. Su amiga se llevó la mano al bolsillo y salieron por la puerta doble de cristal.
-Jajajajaja Aibaka se sacó tanto de onda cuando le llamé que me colgó!... Pero al menos ahora me alegra haberte seguido en esto… tenías razón, las dos son guapas… no te preocupes, la que me gustó fue su amiga… por cierto, entendiste lo que venían diciendo, cierto?-
-En su mayoría…-
-Dijeron algo de ti, verdad?... por eso te sonrojaste!...-
-Callate, Nino…-
-Y esto?...- Se agachó y tomó algo del piso. –Una dirección?...- Era un papelito dentro de una cubierta plástica.
-Eso está aquí cerca, no?..-
-Sí, a un par de calles…-
-No es el restaurante de Ramen donde cenamos la última vez?-
-Podría ser… crees que se le haya caído a ellas?- Le dio la vuelta. –Eh?-
-Qué pasa?...-
-Sí es de ellas…-
-Cómo lo sabes?...-
-Su amiga se llama Lili y estudia en la GeiDai…- Le quité lo que tenía en la mano. Era su credencial de estudiante.
-Será mejor que las alcancemos…- Salimos corriendo del hotel. No fue difícil ubicarlas a lo lejos. Su cabello destacaba lo suficiente como para verlas entre la multitud.
-Disculpen!...- Nino les habló pero ninguna de las dos se dio por aludida. –Chicas!- Le puso la mano en el hombro a su amiga. Su reacción fue algo que nunca me hubiera esperado, se giró de inmediato y lo empujó enviándolo derechito al piso por agarrarlo mal parado.
-No es el chico del elevador?!- Preguntaba asustada al reconocerlo.
-Lo siento!... estás bien?!- Su amiga corrió a darle la mano, pero como me temía, el otro estaba enojado.
-Qué te pasa?!... cómo le haces eso a alguien?!... estás mal de la cabeza?!-
-Disculpa?!... no es mi culpa que hayas sido tan grosero como para interrumpir mi espacio interpersonal de ese modo…-
-Ahora resulta que es mi culpa por haberte tocado?!-
-Por supuesto!-
-Lilith… nena, calmate…- La abrazó, pero más bien parecía que trataba de alejarla de Nino. Corrí hasta llegar a donde estaban.
-Qué pasa?!- Le di la mano a Nino para que se levantara.
-Viste lo que hizo?!... es una salvaje!!!-
-Salvaje la más vieja de tu casa!...- Parecía que se le dejaría a golpes a Nino, ella aún la detenía.
-Lilith… ya!... vámonos, sí?- Miraba alrededor apenada porque muchas personas se habían detenido a mirar. Lo cual era malo para nosotros.
-Nino, ya déjalo… nos vamos a meter en problemas si nos reconocen…- Le lanzó una última mirada matona y se acomodó el abrigo.
-Eh!... El chico del aeropuerto!...- Volteé a verla enseguida.
-Nos volvemos a encontrar…- Me miró y abrió los ojos de par en par. Se puso más roja de lo que yo estaba momentos antes.
-Vámonos de aquí!...-
-Por qué?!... Qué pasa?... Te sientes mal… te ves roja…-
-Es el chico que te dije… el del aeropuerto… entendió lo que dijimos…-
-El guapo con el que chocaste que hablaba español!-
-Cállate!!!- No pude reprimir mi risa cuando le dio un codazo. Las dos me miraban con la misma expresión de asombro y pena.
-Estábamos llamándolas porque se te calló algo en el vestíbulo…- Le estiré la mano para que me diera la credencial porque sabía que seguiría emberrinchado y no se la querría dar hasta que no se disculpara. –Toma… perdón por ver lo qué era…- Al verla se llevó la mano al bolsillo y luego la tomó.
-Muchas gracias…- Nos miró a los dos con gesto inocente.
-Te dije que guardaras bien eso para que no lo perdieras…-
-Sí… perdón…- Ahora me quedaba claro quien era la mayor y quien era la menor.
-Perdón que las interrumpa…-
-Qué pasa?...-
-Estábamos de camino a una reunión, pero nos han cancelado y ya teníamos hechas las reservaciones… quieren ir a cenar con nosotros?- La miró como preguntando qué había dicho.
-Dame un segundo…- Se giró hacia ella y bajaron un poco la vos. -Nos están invitando a cenar…-
-Quieres ir?...-
-Tú quieres ir?... a mí me da igual…-
-Es que… qué pena… entre lo del elevador y lo de su amigo…-
-Pues como veas… neta que ya más rídiculo no podemos hacer frente a ellos…-
-En eso tienes razón…-
-Etto…-
-Sí dime… ya decidieron…-
-La verdad es que con todo lo que pasó nos da un poco de pena… además ya teníamos decidido a dónde ir a cenar…-
-No se preocupen por lo que pasó, de acuerdo?... veámoslo como una oportunidad para empezar de nuevo…-
-Además… no vamos vestidas para ir a ningún lugar caro…-
-Ya déjalo… no quieren, no insistas… mejor vamos a cenar… ya me dio hambre… Quiero ramen del de aquella vez…-
-Les gusta el ramen?...-
-La verdad nunca lo he probado pero lo quiero probar…-
-En el hotel nos recomendaron un restaurant de fideos cerca de aquí, íbamos para allá…-
-Qué les parece si vamos los cuatro…-
-Dame un segundo, sí?- Su amiga me sonrió y volvió a jalarla para decirle algo.
-No crees que es raro que insista tanto?... y más raro que te lo hayas vuelto a encontrar… no será un estafador o algo así?-
-Como eres paranóica, sabes?...-
-Oye! Sho!...- Los dos volteamos al escuchar que nos llamaban, arrancándoles un par de carcajadas a Nino y a su amiga. Al ver que me hablaban a mí, se sonrojó.
-Qué hacen aquí?...-
-Perdiendo el tiempo…- Respondió de inmediato Nino a la pregunta de Ohno.
-Por qué no nos llamaste en cuanto llegaste?... estábamos preocupados…-
-Lo siento, Jun… luego les cuento…-
-Bueno… sentimos lo que pasó… ya nos vamos…-
-Amigas tuyas, Sho-chan?- Al ver que de nuevo pensó que la llamaban a ella, Nino volvió a carcajearse.
-Y tú de qué te ríes?, loco…-
-Es que esa chica voltea cada que le hablan a Sho!-
-Voltea porque se llama Xo!... y más te vale que dejes de reírte de ella si no quieres perder los dientes…- Su risa se apagó de inmediato al ver que hablaba en serio.
-Jajajajajajaja! Valió la pena venir sólo por ver esto…- Aiba no podía dejar de reírse.
-Cómo te llamas?...- Preguntó Jun sonriendo divertido también por la cara de incredulidad de Nino.
-Lili…-
-Bueno, Lili, a partir de hoy seremos tus fans…-
-Disculpa?!-
-Lo que le dijiste fue genial, te admiramos…-
- Sí lo que digan… bueno, con permiso… vamos, Xo-chan…-
-Esperen… por qué no cenan con nosotros?-
-Olvídalo, Ohno… Sho ya se los pidió y no quisieron…-
-Anden, vamos…- Incluso Aiba se mostraba interesado en ellas.
-Quieren que váyamos con ellos a cenar…-
-Vamos?-
-Como quieras…-
-Ok… vamos…-
-En serio?!-
-Que dijo, Sho?-
-Que sí irán con nosotros…-
-Ah! Grandioso…-
-Nino no molestes… te la ganaste…- 
-No iré con ellas si no se disculpa primero…-  Su amiga echó a reír con ironía al ver que la señalaba.
-Sabes… hace buen rato que me disculpé por haberte empujado… pero no me importa volverlo a hacer si con eso dejas de dar lata…-
-Ah! Pero quién se cree esta chica?!... Qué no sabes quién soy?!-
-Nino, ya…-
-Jajajajaja sí, sí lo sé… eres un niño berrinchudo que actúa como si fuera un chico genial!-
-Jajajajaja- Los cinco echamos a reír ante su comentario y la cara que puso Nino cuando lo oyó.
-Ah… esta chica me encanta…-
-Cállate, Jun…-
-Vamos?!...- Le pregunté con mi mejor sonrisa.
-Sí…- Caminamos hasta el restaurante de fideos mientras nos presentábamos, obvio no les dijimos a qué nos dedicábamos, no queríamos problemas con el jefe, así que sólo evadimos el tema hablándoles de otras cosas. Al llegar pedimos una mesa grande en el lugar más apartado buscando un poco de privacidad.
-Y de dónde son?- Preguntaba Ohno curioso por la diferencia en el tono de piel entre ellas.
-De México…-
-Vaya!... debio ser un largo viaje, qué las trajo a Japón… vacaciones?- Preguntaba Jun seguramente preguntándose si tendría con quiénes salir de fiesta.
-No… yo vine a estudiar y Xo está aquí por trabajo…-
-No seas tímida… me siento mal de que no participes en la conversación…- Le decía Aiba a Xo con la carita llena de angustia.
-Dice que se siente mal de que casi no hablas…-
-No habla japonés?- Preguntó de inmediato Jun, al reparar en que Lilith siempre le traducía lo que decíamos.
-No mucho… sólo entiende algunas cosas…- La miraba como preocupada aún cuando le sonreía.
-Ah… que pena… hemos sido un poco desconsiderados…- Ohno se disculpó de inmediato a nombre de todos.
-Dice que los disculpes por ser tan desconsiderados, por lo de que no hablas su idioma…-
-No se preocupen…- Todos se sintieron un poco mejor al escucharla. –Ustedes sigan hablando, no entiendo mucho, pero igual son divertidos… no te preocupes por mí, ok?...- Aún cuando Lilith seguía traduciéndole todo lo que alcanzaba, al final Xo se desinteresó de su conversación. Era mi oportunidad de tener su atención sólo para mí mentras ellos mantenían a su amiga lo suficientemente entretenida como para que nos echara en falta.
-Es la primera vez que vienes a Japón?- Me cambie de silla y me fui a sentar a su lado, los otros cinco traían mucho escándalo así que me costaría trabajo escucharla, porque a veces hablaba muy bajito.
-Sí… se nota tanto?-
-No, es sólo que pareciera que ella ya ha estado aquí un par de veces…-
-No, lo que pasa es que ya tiene unos meses viviendo aquí…-
-Oh, ya veo…-
-Gracias…-
-Por qué?-
-Por esforzarte tanto en hablarme en español…-
-No te preocupes… pero si digo algo mal, corrigeme, sí?…-
-De acuerdo…- Su sonrisa era lo más hermoso que había visto en mi vida.

Hacía mucho que no pasábamos una velada tan agradable. Y no sólo lo decía por lo mucho que yo estaba disfrutando de la compañía de esta maravillos chica, sino porque era obvio que ellos también se estaban divirtiendo en sobre manera, hasta el chico de la cara larga que había entrado con nosotros al restaurante ahora no paraba de reír y de contar cosas graciosas, incluso Ohno que suele ser muy serio y no participar mucho en nuestras conversaciones estaba platica y platica de lo más cómodo. Aiba reía tanto que ya estaba hasta llorando y si de por sí es difícil pararle la boca a Jun, teniendo a alguien que le seguía cada conversación, estaba de lo más feliz.
-Te sientes mal?...- De pronto me pareció que se veía un poco pálida.
-No, es sólo que ya resentí el cansancio del vuelo…-
-Quieres que te lleve al hotel?... deberías dormir un poco, debes estar muy cansada, verdad?...-
-No!, como crees!... ahorita le dijo a Lilith que ya nos vayamos…-
-En serio… yo te acompaño… ellos no nos van a hacer caso, están demasiado entretenidos…- Volteó a ver a su amiga que parecía haberse olvidado por completo de ella de tan feliz que estaba.
-Ok… gracias… y perdón por las molestias…-
-No digas eso, no es ninguna molestia… Vamos…- Me levanté para que también ella pudiera levantarse.
-Qué pasa?- Ohno fue el primero en darse cuenta pues estaba frente a mí.
-La llevaré de regreso al hotel… se siente muy cansada, fue un vuelo de 15hrs hasta aquí…-
-Te veo en el hotel, peke… me estoy cayendo de sueño…-
-No, espérame… me voy contigo…- Comenzó a juntar sus cosas pues se había quitado los guantes, el gorro y la bufanda.
-No te preocupes… hacía mucho que no te veía divertirte tanto… quédate un rato más con ellos… estaré bien…-
-Pero…-
-Pero nada!... Obedece a tus mayores… Buenas noches, chicos!- Les dedicó una gran sonrirsa a todos.
-Descansa Xo-chan, Sho, asegúrate de que llegué bien…- Decía Ohno preocupado porque en realidad sí se veía muy cansada, la pobre.
-Te la encargo mucho…- Me agradó ver esa mirada en sus ojos de “si le pasa algo me las pagas”, porque quería decir que en verdad la apreciaba mucho, pero al mismo tiempo me molestaba porque me hacía sentir que pensaba que le podría hacer algo.
-Chicos, llévenla al hotel cuando se desocupen, de acuerdo?…-
-Seguro… yo me regreso con ella y la dejo en la puerta de su habitación sana y salva…- Agregó Nino tras darle un gran sorbo a su cerveza. Me dio risa que dijera aquello, porque tal vez podría ser ella quien terminara llamando a nuestra puerta para entregármelo. Decidí confiar en ellos. Igual no bebería más de la cuenta estando ella ahí, tan sólo por el hecho de que Lilith no había bebido ni una gota de alcohol en todo el rato, así que seguramente no beberían más, sintiéndose mal porque ella no bebía con ellos y no les gusta ser desconsiderados con sus acompañantes, sobre todo si son chicas.

Como ya pasaban de las diez de la noche, era de esperar que estuviera haciendo mucho más frío que cuando salimos del hotel.
-Quieres que paré un taxi?-
-No, cómo crees… así está bien… no está lejos de aquí…-
-Es que hace frío…-
-No te preocupes…- Metió las manos en los bolsillos de su chamarra de piel roja y echó a andar. Nuevamente sentía mi corazón latiendo fuera de control. Y sabía que ella era la causa. Nunca me había sentido así antes por nadie. Pero desde que la vi en el aeropuerto fue como si me hubiera encontrado a mí mismo dentro de sus ojos y de algún modo, no quería dejar de mirarme a través de ellos. Me sentía tonto. Ni siquiera sabía de qué hablar. Levanté la vista hacia el cielo.
-Ah!...-
-Qué pasa?!- Se detuvo y se dio media vuelta para ver qué me había pasado.
-La luna… la habías visto?...-
-Ah… es hermosa…-
-Lo más hermoso que han visto mis ojos…- De pronto yo había dejado de mirar cualquier cosa que no fuera ella. El brillo de sus ojos, la ligera sonrisa en sus labios. Todo de ella me gustaba, al grado de hacerme suspirar como un tonto… un tonto enamorado.
-Tampoco exageres… apuesto a que has visto cosas mucho más hermosas…- Desvié la mirada enseguida para que no notara que me había sonrojado.
-No exagero… y en verdad fue lo más hermoso que había visto hasta ahora…- Nuestras miradas se encontraron por un par de segundos. Ni siquiera me di cuenta de que se me había acercado tanto, así que esta vez no pude disimular el rubor de mis mejillas. No supe por qué, pero ella también se sonrojó.

El resto del camino no hablamos mucho. Me daba miedo todo lo que estaba sintiendo en ese momento. Era demasiado intenso, demasiado profundo, demasiado todo. Entramos al lobby del hotel aún en silencio. Mirándonos de vez en cuando. Sonriéndonos tímidamente cuando eso pasaba. Desvíando la mirada al lado contrario después de hacerlo. Oprimí el botón con el número siete. Me dio risa recordar lo que había pasado en ese mismo lugar hacía unas horas cuando bajamos. De reojo la vi sonreír contagiada por mi risa. La puerta se abrió y nos miramos estando de pie en el pasillo.
-Supongo que aquí es donde nos despedimos…- Su voz era dulce. De pronto reparé en que sus ojos decían algo muy diferente a su sonrisa.
-Al menos por hoy… debes descansar…- Me pregunto si esperaba escucharme decir otra cosa porque en serio me pareció ver que se entristecía.
-Descansa… y gracias por hacerme compañía…-
-Dulces sueños…- Me dijo adiós con la mano y caminó hasta su habitación.
-Eh?!- Metí mi mano en mi bolsillo pero lo encontré vacío. Que tonto que era. Claro que estaba vacío. Nino tenía mi cartera, mi celular y la llave de la habitación.
-Qué pasa?...-
-Que el baka de Nino tiene todas mis cosas…-
-Y qué harás?...-
-Ir a buscarlo para que me las regrese…-
-Estás seguro?… no quieres esperarlo en nuestra habitación?... Tú también te ves muy cansado… tenías pensado llegar a dormirte, no es así?-
-Sí, de hecho…- Me sentí completamente desnudo ante ella. Era más observadora e intuitiva de lo que imaginé.
-Ves?... Mejor duerme un rato y cuando llegue Lilith te vas a tu cuarto…-
-Segura?... No quiero causarte molestias…-
-No te preocupes… es lo menos que puedo hacer después de todo lo que has hecho por nosotras hoy…-
-Gracias…- Caminamos un par de metros hasta su puerta. Al igual que en nuestro cuarto, todo seguía ordenado en el interior. Me llamó la atención que no había más equipaje además de su maleta.
-Quieres algo de beber?...-
-No, gracias, estoy bien… Lilith se quedará contigo aquí mientras estés en el hotel?-
-Sí, le dieron un par de días de vacaciones en la escuela, así que pasará los que le quedan haciéndome compañía mientras llega mi supervisor…-
-Oh… ya veo... y que es lo que estarás haciendo mientras estés aquí?...-
-Me mandaron a una capacitación de sistemas mecatrónicos…-
-En que trabajas?-
-En el metro de la Ciudad de México…-
-Oh… eso lo explica todo…-
-Qué cosa?...-
-Que seas tan lista y observadora…- Se sonrojó completamente tras escucharme decir aquello. Nos quédamos en silencio por un momento, ella mirando sus pies, yo mirándola a ella.
-Y tú?...-
-Qué?...-
-A qué te dedicas?...-
-Soy conductor en un noticiero…-
-De verdad?!... Qué genial!- Ahora era yo quien se ruborizaba ante la inocente y fascinada expresión de su rostro.
-No es la gran cosa… y menos comparado con lo que tu haces…- Mi comentario le dio risa, era tan revitalizante escucharla reír.
-Amo mucho mi trabajo, pero admito que tu trabajo es más genial que el mío… considérate afortunado por tenerlo…-
-Debería?...- Nos quédamos un buen rato más hablando de mil y un cosas, hasta que finalmente el sueño terminó por vencerla. No quice despertarla si la movía para llevarla a la cama, así que mejor fui por una almohada y el edredón y la acomodé en el sillón, tras lo cual apagué la luz. Su rostro se veía tan hermoso iluminado tan sólo por la tenue luz de la luna que se colaba a través de la ventana. Sus labios eran tan suaves. Me costó mucho contenerme para no terminar besándola en ese mismo momento; pero no lo hice, no porque no quisiera, sino porque eso no sería realmente un beso y no era cómo yo lo quería. Porque sin duda alguna lo quería. Pero sería de la manera correcta y sólo si ella estaba de acuerdo. No supe en qué momento me quedé dormido. Me despertó el tacto tibio de su mano sobre mi rostro.
-Lo siento… te desperté?...-
-No te preocupes… qué hora es?-
-La una…-
-Aún no vuelve?...-
-No, me preocupa…-
-No tienes por qué, mis amigos en verdad sabrán cuidar de ella, seguramente fueron a algún otro lado después de que cerraran el restaurante…-
-No, si lo que me preocupa no es ella… sino tus amigos…- Admitió con una risita traviesa.
-A qué te refieres?-
-Esa niña no querrá volver hasta que le dé sueño… lo cual podría suceder hasta pasadas las tres de la mañana… me preocupa que tu amigos no puedan aguantarle el paso…- Ahora era yo quien reía.
-Con mayor razón… no te preocupes… Seguro que Ohno y Aiba ya se fueron a sus casas y ella está en algún lugar con Nino y Jun… ese par también son trasnochadores y conocen muy bien los alrededores… Pero eso no es bueno…-
-Por qué?...-
-Porque eso quiere decir que no volverán hasta después de las tres…-
-Y ya te quieres ir?...-
-No!... no me lo tomes a mal… es sólo que siento que te molesto aquí…-
-No lo haces… me haces sentir segura… nunca me he quedado sola por las noches… la verdad me daba un poco de miedo hacerlo…- Se veía tan pequeña e inocente sentada ahí a mi lado admitiendo aquello que me dieron ganas de abrazarla.
-Quieres un poco de té?…-
-Sí… hace frío, verdad?...- Me levanté y fui a la cocineta para poner un poco de agua a hervir mientras buscaba en la alacenita un par de tazas y la cajita del té.
-Aquí tienes… no sé si te guste… no es como el té que ustedes suelen beber…-
-Siempre es bueno probar cosas diferentes, verdad?- Continuamos con nuestra conversación con tan sólo la luz de la cocineta como compañía.
-Sabes… creo que es la primera vez que disfruto tanto el estar con una chica…-
-Supongo que eso les dices a todas…-
-No… en serio… es la primera vez que puedo ser sólo Sho Sakurai mientras estoy con alguien que no sean mis amigos…-
-Vaya… no sabía que aquí fueran tan famosos los conductores…-
-Ah, bueno… es porque he ganado un par de premios por reportajes…-
-Vaya! No dejas de sorprenderme…- Reía un poco nervioso por mi torpreza. Había estado a punto de decirle todo sobre mi trabajo. -…pero eso quiere decir que no tienes realmente mucho amigos, verdad?...-
-Pues fuera de ellos cuatro… creo que solo un par de amigos de mi universidad y uno que otro amigo de por mi casa…-
-Mmm… y ni qué decir de salir con alguien…-
-Eso es lo más difícil de mi vida… el 90% de las personas que se acercan a mí, lo hacen sólo por interés… me he vuelto un tanto desconfiado de las personas…-
-Y no te da miedo que yo me haya acercado a ti por esa razón…- Su comentario me dio risa.
-No… en absoluto…-
-Cómo puedes estar tan seguro?...-
-Porque tus ojos lo dicen todo sobre ti… y sé que nunca podrías jugar con los sentimientos de los demás…- Lo que dije pareció sorprenderla por completo. Pero deduje de inmediato que no era la primera vez que se lo decían.
-Los odios!... son unos chismosos!...-
-A mí me gustan…- Se sonrojó. Yo también. Mi lengua había sido más rápida que mi cerebro. Y para cuando me di cuenta, ya lo había pensado en voz alta.
-En verdad?...- Me gustó que me mirara a los ojos aún a pesar de la pena que sentía.
-Sí… tienes unos ojos muy hermosos… toda tú eres hermosa…- Me acerqué un poco. Un poco más. Otro poquito. Al ver que ella no hacía por mantener la distancia que nos separaba, me atreví a hacerlo. La besé. Cielos. No tengo palabras para describir todo lo que sentí en ese momento. Quería gritar, reír, llorar, correr, saltar, suspirar, todo al mismo tiempo. La miré a los ojos. Ella tenía una hermosa sonrisa en su rostro. Miró mis labios. Miré los suyos. Y la poca distancia entre nosotros volvió a desaparecer. Sentí sus manos sobre mi chamarra. Puse las mías sobre su cuello y su cintura. Era como sid e alguna forma, al no aferrarla a mí, ella fuera a desvanecerse, y no quería eso, quería seguir sumerjiéndome en ese sentimiento. Inevitablemente nuestros labios tuvieron que separarse para que nuestros pulmones volvieran a tomar aire. Tenía mi frente apoyada sobre la suya. Seguíamos mirándonos a los ojos. Diciéndonos todo lo que necesitábamos escuchar con la mirada. Comencé a besar lenta y suavemente cada parte de su carita. Cada centímetro de sus labios. De su cuello. Dios. El aroma que desprendía su cuerpo era como una droga que me ordenaba darme una sobredosis. Ya estaba besándola nuevamente. Ella comenzó a llenarme de besos a mí también, haciendo que cada célula de mi cuerpo reaccionara al roce de sus labios como si me recorriera una descarga de electricidad. –No quiero ir más rápido de lo que debamos…- Este era mi límite para conseguir alejarme de todo lo que sentía.
-Ok… te avisaré cuando eso pase…- Rodeó mi cuello con sus brazos y se dejó caer de espaldas llevándome con ella contra el sillón. Pensé que no podía ser más hermosa y perfecta que en ese momento. Entre mis brazos siendo el objeto de todo mi amor y deseo. Pero me equivoqué. Sí podía llegar a serlo aún más. En el momento en que la ropa dejó de sernos un estorbo me di cuenta de ello.
-Te lo dije hace unas horas… eres lo más hermoso que he visto en toda mi vida…- Comencé a besarla nuevamente, como si el alma se me fuera en ello. Sentir sus pequeños dedos recorriendo mi piel era la sensación más adictiva que conocía, superada solamente por sus labios. La noche nos pareció un suspiro mientras nos amábamos. Era tan reconfortante tenerla dormida entre mis brazos. No podía dejar de mirarla. Aparté con cuidado los mechones de cabello que caían sobre su frente y deposité en ella un dulce beso. –Quédate por siempre conmigo… Xo…- Me quedé contemplando a mi pequeño ángel hasta que también me venció el sueño.

-Qué hora es?...-
-Las ocho…-
-Qué?!- Se levantó toda espantanda.
-Qué pasa?... Tenías algo que hacer?...-
-No, no es eso!... Aún no ha vuelto Lilith!...- Se enredó en la sábada y salió corriendo de la cama para entrar al baño.
-No… creo que me dormí como a las 5 y aún no volvían…-
-Más le vale a tus amigos que no le hayan hecho nada raro…-
-Jajajaja… no decías que eran ellos los que corrían peligro?- Comencé a vestirme. Sabía que en cuanto saliera del baño iría a buscarla. Claro, primero se vistió, la creí capaz de salir en la bata de baño.


-Ya voy!... ya voy!... que manera de tocar!!!...- Del otro lado de la puerta, Nino se escuchaba completamente modorro y molesto.
-Dónde está mi peke?!... Qué le hicieron?!...-
-De qué habla, Sho?!... por qué vienen a despertarnos a estas horas?... No son los únicos que no durmieron nada anoche, sabes?-
-QUÉ?!!!!!!!!!!!!!!!!- Lo hizo a un lado de un empujón y entró corriendo directo a la habitación que permanecía con la puerta abierta. Su amiga estaba sentada sobre la cama acomodándose el cabello más adormilada que otra cosa cuando ella entró casi corriendo a abrazarla.
-Xo-chan?!... qué pasa?...- Decía cubriéndose la boca con el dorso de la mano al bostezar.
-Qué te hicieron estos pervertidos?!!!!... Estás bien?!!!-
-Nee-chan… de que demonios hablas?!... Hey! Dónde crees que estás tocando?!!!... Para eso son pero se piden!!!-
-Segura que no te hicieron nada?!...- La otra estalló en carcajadas.
-Qué le pasa a tu novia, Sho?...- Nino estaba sentado sobre el respaldo del sillón. Al parecer había dormido ahí por lo que deduje que Jun estaba también en el cuarto.
-Con un demonio?! Qué es todo este escándalo?!- Como de costumbre Jun se había puesto sus tapones en los oídos, así que apenas se daba por enterado de todo el escándalo que pasaba.
-Peke… por qué te ríes?!... Me estás preocupando?!... Y tú mejor cállate, pervertido?!-
-Qué?!... pervertido, por qué?!...-
-Cómo que por qué?!... Qué le hicieron que no la llevaron a la habitación en toda la noche?!-
-Eh?!... Traducción…-
-Jajajajaja… no sé qué se fumó pero piensa que me hicieron algo pervertido jajajaja y que por eso no me llevaron a nuestra habitación en toda la noche…-
-QUÉ?!!!- Nino parpadeaba como tratando de asimilar lo que acababa de escuchar para luego gritar de absoluta incredulidad. Pero el gesto de Jun me dejó en claro que ardería Tokio en ese momento, por lo menos la habitación 703 de este hotel.
-Nosotros?!... Nosotros somos los pervertidos?!... Deberías darnos gracias de que la trajimos de un lado a otro de la ciudad porque tenía insomnio y que cuando la llevamos estaba dormida y no la dejamos en ese cuarto a ver semejante show porno!- Todas las miradas se posaron de pronto en Xo, que ahora se veía tan roja como los destellos de su cabello.
-Nee-chan?!...- Pasó la mirada de Jun a mí, y de mí a Xo. -Eeeeeeeeeeeeeeeeh?!!!!!!!!!!!!!!-
-Cállate!... y tú no pongas esa cara de menka!- La pobre estaba toda apenada y no sabía ni que hacer. Entré a la habitación.
-Saben que… nosotros ya nos vamos… ustedes duerman un rato más… nos vamos a comer algo para recuperar energías… y ni se les ocurra ir a molestar al otro cuarto si no quieren ver la segunda parte de lo de anoche…-
-Waaaaaaaaaaaaa!- Lilith se tapaba las orejas nos las manos cerrando los ojos con fuerza.
-SHO! Eres un depravado!!!- Jun me lanzó un almohadazo cuando salí de la habitación llevándome a Xo de la mano conmigo.
-Largo de aquí, mal amigo… cómo te atreves a comer pan en frente de los pobres…- Nino nos empujó fuera de la habitación.
-En serio ellos… estaban…???- Alcanzamos a escuchar antes de que nos cerrara la puerta.
-Pekeeeeee!!!!!- Lo último que oímos fueron las cárcajadas de los tres.

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