PROMESA DISTANTE
One-Shot
AKame
~Care~
19-04-10
Los años habían pasado tan rápido, pero aún así sentía como si hubiera sido ayer cuando te vi por primera vez… Muchas cosas habían cambiado pero lo que había entre tú y yo seguía su curso como un río que no estaba sujeto a las leyes del tiempo y el espacio.
Para nadie era un secreto que te amaba aún cuando a ojos de todos, hacía mucho que había terminado todo entre nosotros… Pero esa era sólo una farsa que habíamos decidido mentar para que nos dejaran tranquilos… Y después de siete años estaba claro que habíamos hecho un excelente trabajo. Tus novias… mis novias… no eran más que malentendidos que no nos preocupábamos en aclarar; en primera porque servían a nuestros intereses y en segunda, porque realmente no nos importaba; mientras no se dijera nada de entre tú y yo fuera de nuestra “amistad” y nuestra “relación laboral”, no nos afectaba mucho si éramos el pan de cada día de todos los sitios WEB y revistas. Incluso, cuando mejor estaban las cosas entre nosotros, nos divertíamos fingiendo peleas y discusiones que para nosotros siempre terminaban en mi cama. La única desventaja de todo esto, es que no podíamos tomarnos la libertad de hacer lo que más queríamos: vivir juntos. Pero como fuera, ya nos habíamos acostumbrado y éramos incluso más felices que el resto de las parejas que conocíamos tanto dentro como fuera del medio. Y aunque a veces nos sentíamos mal por engañar hasta a nuestros mejores amigos, sabíamos que no había otro modo de estar juntos; sabíamos perfectamente que si el “Jefe” se enteraba, volvería a hacer algo para separarnos, pues que el AKame fuera real detrás del escenario atentaba contra sus intereses. Hacía mucho que lo habíamos decidido, el silencio era un precio insignificante comparado con el hecho de poder estar a tu lado, así que para ambos estaba todo bien del modo en que hasta ahora eran las cosas.
-¿A qué hora llegarás el sábado?- Después de dos horas hablando por teléfono contigo, mis orejas estaban muy adoloridas; pero como esa noche no te iba a ver, así como no te había visto mucho esa última semana, al menos quería escuchar tu voz mientras llevaba puesta la camisa blanca con olor a perfume, sudor y tabaco que llevabas puesta aquella última vez.
-Mmm… ¿Quieres que llegue temprano?- Ese tono tan sensual que usabas para preguntarlo me dejó en claro tus intenciones.
-¡Por supuesto!… Además dudo que haya otra cosa que quieras más que el estar conmigo…- Me gustaba jugar tu juego; esa lucha constante por demostrarnos quien tenía el poder volvía las cosas un poco más excitantes…
-Dices eso porque tú no tienes a nadie más…- La risa perversa que usabas cuando querías ponerme celoso me hacía pensar que a pesar de ser más grande, eras más niño que yo… aún así, ese lado tuyo me gustaba bastante, porque podías ser alguien que me cuidara y a quien cuidar.
-¿Realmente estás seguro de eso?- El modo en que dije eso te obligó a guardar silencio… por primera vez en mucho tiempo.
-De acuerdo… Supongo que puedo desocuparme antes…- Te escuchabas nervioso… casi preocupado… y eso me dolió… ¿En verdad me creías capaz de estar con alguien que no fueras tú?…
-Ok… entonces, será mejor que ya te duermas, mañana temprano tienes que ir a la embajada, ¿verdad?- No pude evitar sonar un poco triste. Ya era oficial que volverías a irte… pero era una gran oportunidad para ti, así que no pude retenerte; y menos cuando sabía perfectamente que si lo estabas dudando era porque no querías dejarme solo por segunda vez… Pero a final de cuentas, era algo que no podríamos evitar… Él ya lo había decidido…
-Tienes razón… No lo recordaba… Ah~ Kazu… no sé que haría sin ti…- El breve silencio me dijo que también habías reparado en el hecho de nuestra separación… No quería que los últimos días a tu lado fueran momentos tristes antes de decirnos adiós.
-Ne, Jin… ¿me amas?- Pregunté de pronto sin esperar realmente una respuesta de tu parte… sólo quería decirlo… -Porque te amo tanto como para estar contigo aún cuando nos separen miles de kilómetros…- Ese breve suspiro tuyo fue más que suficiente para mí… Aunque no podía verte, sabía perfectamente que estaba en tu cara esa boba sonrisa que siempre me hacía feliz.
-Eres un tonto…- Te escuchabas apenado. -…pero eres el único tonto al que amaré por el resto de mi vida…- Escuchar que dijeras esas cosas me hacía inmensamente feliz… Sí, el que te ibas era inevitable… pero al menos nos despediríamos con una sonrisa… sin culpas ni arrepentimientos… sabiendo que nos volveríamos a ver… lo habíamos prometido…
-Si es así, asegúrate de no sucumbir ante ninguna rubia sensual, porque si lo haces me mudaré a otro departamento, ¿entendido?- Ambos sabíamos que eso no pasaría, pero desde que se dio la noticia habíamos estado bromeando al respecto con los chicos; después de todo, nuestro teatro bien montado no se iba a venir abajo por tu proyecto de trabajo.
-¿Entonces tendré que sacarme los ojos o regresarte de una vez la llave?…- Sabía que lo hacías a propósito pero aún así me molestó tu comentario.
-Mmm… Entonces deberías devolvérmela ahora mismo y cancelar nuestros planes para el fin de semana, ¿no crees?- Si tú sabías ser arrogante y maldito, yo podía ser el sentido y exagerado.
-Ne~ Kazu~, estoy jugando… no seas así…- Ahora era yo quien guardaba silencio, sabía que eso te era una tortura, pero la verdad es que si me habían herido un poco tus palabras.
-Lo sé… aún así no me gusta que digas esas cosas…- A veces eras un tanto idiota y no te dabas cuenta de que las cosas que hacías o decías podían lastimar o molestar a las personas, por eso tenía que decírtelo sin rodeos.
-Lo siento…- No era común escucharte decir eso, así que cuando lo decías era porque en verdad lo hacías de corazón.
-¿Crees que podamos ir de vacaciones juntos cuando regreses?- Lo cierto es que había montones de cosas que todavía quería hacer contigo y me preocupaba que por alguna razón ajena a nosotros, no pudiéramos llevarlas a cabo.
-¡Por supuesto!… Cuando vuelva, haremos todo lo que quieras ¿ok?- Me tranquilizaba bastante tu optimismo, después de todo, esa era unas de las cosas que más me gustaban de ti.
-¿En serio? Entonces deberemos tomarnos unas largas vacaciones… serán muchos los meses que no estés aquí…- Las emociones comenzaban a amontonarse descontroladamente dentro de mí…
-Sí… habrá que recuperar mucho tiempo… Así que cuando yo no esté y quieras hacer algo conmigo, deberás escribirlo, ¿de acuerdo? Mínimo espero que me des seis cuadernos escritos para cuando regrese…- Me preguntaba si tú lo sabías ya… no… supongo que no… Probablemente yo era el primero o tal vez el único que lo sabía… pues había sido yo quien había tomado la llamada hace unos días.
-Ne, Jin… ¿ya has terminado de empacar?… Recuerda que Johnny-san te dijo que debías tener todo listo ya por cualquier cosa…- Yo siempre era así cuando se trataba de viajar, y no sólo estaba al pendiente de ti, sino de todos los demás, incluso de los chibikos.
-Sí, sí~… todo listo… me lo han dicho demasiado como para ignorarlo u olvidarlo…- Esa risa boba se debía sin lugar a dudas a que apenas habías terminado de hacerlo; conociéndote, habías estado empacando mientras hablabas conmigo… a menudo hacías otras cosas estando al teléfono.
-Debes asegurarte de dormir y comer apropiadamente, ¿ok?… no podré cuidarte si llegas a enfermarte…- Eso era algo que en verdad me preocupaba, ¿Qué pasaría contigo si te enfermaras estando lejos de mí? Hasta ahora siempre había sido yo quien cuidaba de ti… después de todo, era parte de mis responsabilidades dentro del grupo… No, la verdad es que no me gustaba que nadie más lo hiciera, ni siquiera Ueda.
-Eeeh… no, si Kazu no va a cuidarme, entonces no tiene caso enfermarme… Así que si de todos modos me llegara a enfermar, haré que te lleven hasta el otro lado del mundo para que estés conmigo…- Tal vez lo decías en juego, pero me hacías feliz… Amaba todo de ti, incluso si a veces eras un poco Bakanishi.
-Ne… Jin…- Quería seguir escuchando tu voz un poco más… pero ya habías bostezado un par de veces y tenías que levantarte temprano, así que lo mejor era dejarte descansar.
-¿Qué pasa?… No me digas que ya has comenzado a extrañarme si todavía no me voy…- El tono alegre y un poco egocéntrico en que dijiste aquello me obligó a reír logrando deshacer el nudo en mi garganta.
-Baaaaaka~… Por supuesto que te extraño, hoy no te vi en todo el día… Tengo sueño, tú también ¿verdad?- Debíamos colgar ahora, no quería que me escucharas llorar.
-Sí, podría caer dormido de un segundo a otro…- Por tu risita supe que ya estabas acostado y listo para dormir; seguramente ya estabas abrazando la almohada y sólo tenías el teléfono sobre tu oreja.
-Ne… Jin… Te amo…- Había miles de cosas que querían hacerse escuchar… había millones de sentimientos que querían alcanzarte… Pero para mí el hecho de que te amaba, era lo más importante de todo.
-Yo también te amo Kazu… Buenas noches…- Aún cuando sabía que ya no escucharía tu voz del otro lado, todavía sujetaba con fuerza el teléfono contra mi mejilla. Aquellas habían sido nuestras palabras de despedida… Al final alguien había descubierto nuestro engaño y por eso te alejaba de mí… No podía oponerme a su voluntad, no si eso podía significar que ya no pudiera verte nunca más…
Para cuando me alcanzó la luz del día, ya no tenía más lágrimas que llorar… Probablemente a esta hora ya estarías abordando el avión sin saber que ese hombre sentado a tu lado sonriéndote mientras repasaban tu agenda, fue quien lo había planeado todo, no porque le importase tu carrera, sino porque no te quería a mi lado y mientras tú ibas volando con destino a tu próximo sueño, yo seguiría aquí, aferrándome con todo el amor que te tenía, a nuestra promesa distante.
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