COMO AYER… (RyoPi)



COMO AYER…
One-Shot
~ I-za-na-i-zu-ki ~
25-04-10
Para: Senko


“Me pregunto hace cuánto que estamos así… Mmm… ¿Seis años?… ¿Siete años?… A estas alturas qué más daba, ¿no crees Ryo-chan? El caso es que aún ahora estamos… En este momento la verdadera pregunta es… ¿Por cuánto tiempo más podremos estar así¡…”
“Aunque los problemas a nuestro alrededor nunca nos habían afectado demasiado, últimamente eras muy frío y distante conmigo Yamapi… y por más que pensaba al respecto, no lograba encontrar la razón de tu comportamiento…”
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-Lo siento Ryo-chan… por ser tan tonto como para pensar que había alguien más en tu corazón…-
-Yamapi…después de siete años deberías saber que eso no es posible…-
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UNOS DÍAS ANTES.
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-¡Buenas~!- Su voz inundó de pronto aquel salón lleno de espejos cuando llegó a la agencia ese viernes soleado.
-Hola Ryo-chan…- Koyama fue el primero en responder su efusivo saludo.
-¡Buenos días Ryo!- La dulce e infantil sonrisa de Tegoshi le dio la bienvenida como cada mañana.
-¡Hola Tegonyan!- Tal como era su costumbre, Nishikido lo despeinó al pasar a su lado. Masuda y Kato lo saludaron con un simple movimiento de cabeza pues estaban vocalizando.
-¿Y Yamapi?-  Se le hizo extraño no verlo en su sala de ensayos siendo que siempre era muy puntual.
-Mmm… creo que está con Toma-chan, vino a buscarlo hace rato pero Yamapi no estaba… así que cuando le dijimos fue a buscarlo…- Ya que Tegoshi solía hablar de más, a Nishikido le quedó claro que eso era justamente lo que había pasado, Tegoshi podría ser indiscreto pero no mentiroso. Incapaz de hacer algo de momento, aquel chico de expresión fría y mirada inocente se cambio de ropa y guardó sus cosas en el casillero rojo marcado con su nombre justo antes de salir del salón. Después de todo, además de su trabajo con NEWS, también tenía responsabilidades con Kanjani8… para él, hoy sería un día bastante ocupado, pues mientras con nos tenía ensamble para el nuevo sencillo que lanzarían, con los otros estaba en planeación para la gira de conciertos del 2009.
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-¡Gaaaachapin~!- Sin lugar a dudas reconocía aquella voz simplona y aguda a la primera, luego de tantos años de escucharla, era imposible no saber que era él.
-¡Subi!… ¡No me llames así en público!, ¡¿Cuántas veces te lo he dicho?!- Esa mirada tierna de pronto se volvió amenazante. Al ver que estaba molesto, Subaru echó a correr y se abrazó a la espalda de Yokoyama, quien venía por el pasillo perpendicular al que ellos recorrían.
-¡Yoko~!… ¡Sálvame~!… Ryo-chan da miedo…-
-Mmm… ¿y no será culpa tuya por llamarlo Gachapin a primera hora de la mañana?-
-¿Ah? ¿Lo escuchaste?-
-Ni modo que no… siempre lo gritas a todo pulmón…-
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Aunque Yokoyama también se reía de la situación, decidió no ser el escondite de Subaru para no quedar en medio de la zona de batalla, pues Nishikido no quitaba aquella expresión aterradora de su rostro.
-¿Ryo…?-
-¡Hina!- Al ver a Uchi, el rostro de Subaru se iluminó por una brillante sonrisa de tranquilidad… pues como por arte de magia, Nishikido volvió a sonreír, después de todo, Uchi siempre tenía ese efecto en él.
-¡Hola chicos! ¿Mucho trabajo?-
-Sí, desde que te fuiste, estos dos no dejan de darme problemas…- Aunque pareciera que Yokoyama lo decía en broma, su comentario tenía mucho de verdad, a final de cuentas, Uchi siempre había sido quien mantenía controlado a Ryo y quien terminaba sus pleitos tontos con Subaru.
-Jejeje… entonces, ¿debería volver con ustedes?-
-Sí, definitivamente debes volver…- Aquello se había vuelto ya una broma recurrente entre todos ellos, era un hecho que Uchi jamás podría volver ni a NEWS ni a Kanjani, aún cuando se le había permitido volver a la agencia, el jefe había decidido no levantarle el castigo impuesto un par de años atrás.
De pronto se hizo un extraño silencio en el que parecía que sólo Nishikido y Uchi se comunicaban en un lenguaje inaudible e incomprensible para los otros dos, quienes optaron por mejor darles su espacio… Después de todo, era la primera vez que se encontraban frente a frente desde que Uchi se había mudado a Tokyo cuando regresó a la agencia.
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A diferencia de otros días, Yamashita había llegado tarde al edificio, lo cual extrañó en sobremanera a Koyama, quien solía ser el segundo en llegar y esta mañana encontró la sala de ensayos vacía.
-Buen día Yamapi…-
-Buenos días Koyama…-
-¿Qué tienes?, te ves decaído…-
-Mmmm… algunos pequeños problemas personales… no pasa nada, ya los solucionaré… espero…- Fue el modo en que su líder pronunció aquella última palabra lo que dejó a Koyama preocupado. Aunque la relación entre todos los miembros del grupo era bastante buena, la verdad es que Yamashita siempre se había mantenido un tanto alejado, ¿o sería más adecuado decir que los había mantenido alejados de él?
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Y si bien en un principio se sentían mal por ello, habían aprendido a aceptarlo y a respetarlo; a final de cuentas, siempre concluían que sus razones tendría para actuar de esa manera; y como de cualquier manera, parecía no afectar al agrupo, pues no había problema.
-Ne, Yamapi, hace rato te vino  a buscar Toma…-
-¿No te dijo que quería?-
-Noup… sólo le preguntó a Tegoshi por ti…-
-Ok, gracias… iré a buscarlo en lo que llegan los demás.- Que su viejo amigo fuese a buscarlo no era de extrañar, lo que se le hizo raro fue que no lo llamara al celular al no encontrarlo.
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-¿Has estado bien?- por fin Nishikido rompió el silencio ocultando su nerviosismo en los bolsillos de su chamarra azul mientras hablaba nuevamente con Uchi en el restaurante cerca de su casa, habían decidido platicar tranquilamente fuera de los ojos curiosos de los chicos de la agencia aprovechando que era el día libre.
-Si… vivir en Tokyo es mucho más duro de lo que pensaba…- Sabía que había un tanto de mentira en sus palabras, pero Uchi se esforzaba en sonreír para no preocuparlo.
-¿Por qué no me habías llamado en todo este tiempo?- Hacía ya un año que le habían permitido volver, un año en el que no había estado en contacto con él.
-Ambos estábamos demasiado ocupados supongo… tampoco tú me llamaste…- La dulzura en su sonrisa no hacía más que enfatizar la tristeza de su mirada. Nishikido se sonrojó un poco lo que de inmediato bajó la mirada.
-Lo siento… creí que estarías enojado conmigo… por lo de Yamapi… o que incluso pudieras odiarme…-
-Tonto. Jamás podría enojarme contigo, mucho menos odiarte… te lo dije entonces y lo sigo sintiendo ahora… Te amo Ryo-chan…- De entre toda la gente a la que Nishikido apreciaba, Uchi era el único que sabía de su relación con Yamashita, sólo después de escucharlo, entendió porque su amigo no podía corresponder sus sentimientos, pero eso no significó que sus sentimientos por él cambiarán con el paso de los años aún cuando no pudiera estar a su lado como quisiera.
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Yamashita y Toma caminaban rumbo al comedor; como solían hacer cada que tenían tiempo y sus horarios coincidían, disfrutaban de poder para algo de tiempo juntos, y a menudo se citaban para comer juntos. Nishikido le había dicho que tenía cosas que hacer, así que cuando Toma lo llamó por la mañana, Yamashita no dudo ni dos segundos en aceptar su invitación para ir a comer.
-Nee… Yamapi… ¿Cuánto más vas a seguir así?-
-No lo sé… la verdad es que ya me estoy hartando de estar así con él… no sé qué pasó entre nosotros…-
Su conversación quedó inconclusa cuando llegaron a su mesa Hasegawa y Kazama… Aunque ellos también eran grandes amigos de Yamashita, no quería preocuparlos ni hacer que cambiaran el concepto que tenían de Nishikido, después de todo ellos se llevaban bastante bien con él.
-¿También vienen aquí en los días libres?-
-Sí, este lugar nos trae buenos recuerdos de cuando aún éramos juniors.-
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-¿Y a qué hora se fueron siempre ayer?-
-Pasada la media noche… Yamapi y los NEWS se fueron a eso de las 7:00pm… pero nosotros teníamos que afinar algunos detalles…-
-Sí, me imagino… el Tour del “Puzzle” comienza la próxima semana, ¿verdad?… Supongo que estarán muy ocupados estos días…-
-De hecho… apenas si he dormido un par de horas; en días así es cuando se vuelve difícil estar en ambos grupos…-
-Ryo… debes resistir… Después de todo, no piensas renunciar a ninguno, ¿verdad?- El Sol se estaba poniendo cuando Nishikido se despidió de Uchi tras recibir una llamada de Subaru, otra vez le esperaba una larga noche en la sala de ensayos que Johnny-sama había improvisado para Kanjani. Más que el cansancio y el sueño, lo que afectaba a Nishikido era que Yamashita se había ido sin despedirse ese día.
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-¿Ryo-chan…?-  Tegoshi se acercó lentamente a la mesa donde estaba alguien recostado sobre su mochila.
-Tegoshi… buenos días…- le respondió una voz adormilada.
-Ryo-chan… ¿no fuiste a casa?-
-No… la reunión con los eitos terminó casi a las 4:00am… Y nosotros teníamos llamado a las 7:00am; si me iba a casa no iba a dormir nada…-
-No has desayunado, ne?, ¿te traigo algo de la cafetería?; ah… debes estar esperando a Yamapi, verdad? Me llamó cuando venía para avisar que llegaría tarde porque iba a pasar a comprar algo para comer… ¿Ryo-chan?-
Las palabras de Tegoshi no tuvieron nada de especial, sin embargo hirieron a Nishikido como si hubieran sido pronunciadas con la intención de matar. Al final no tuvo otra opción más que ocultarse entre sus brazos y su bolso para que su amigo no lo viera llorar.
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-¿Ikuta? ¿Qué pasa?…- Yamashita estacionó su auto rojo para responder el teléfono. Al parecer Toma había tenido llamado de última hora en el set de una de las películas que estaba grabando; al no haber desayunado, le pidió a Yamashita que le llevara algo de comer al estudio pues le quedaba de camino cuando fuera a la agencia. Aún cuando iba  con tiempo, Yamashita prefirió llamar a Tegoshi por si se le hacía tarde; después de todo, había algo de lo que quería hablar con su mejor amigo porque lo tenía preocupado desde la noche anterior… algo le decía que su querido Ryo-chan estaba comenzando a salir con alguien más.
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Su teléfono celular lo había despertado bruscamente hacía no más de una hora. Del otro lado, la voz de Nishikido le decía que no estaba bien. Ahora Uchi corría por el pasillo hasta la sala donde ensayara tantas veces atrás con NEWS. Dentro no había nadie excepto un chico delgado de chamarra azul que dormitaba apoyado sobre la mesa… las mangas de su sudadera se volvieron el pañuelo para secar aquellas lágrimas que habían sido olvidadas en el silencio.
-Hiroki…- Al ver que no era parte de sus sueños, Nishikido le sonrió levemente, gestó al cual Uchi respondió con un abrazo. Un abrazo tan cálido… el abrazo que Nishikido jamás se atrevería a pedirle.
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-¡Buenos días Yamapi!-
-¡Buenos días Tegoshi!… ¿Ryo-chan ya llegó? No puedo contactarlo al cel…-
-Sí, está arriba, bajé para dejarlo dormir un poco más, ¿sabes? Que bueno que le trajiste el desayuno, no pudo ir a casa anoche… se ve tan cansado… ¡Lo bueno es que te tiene a ti a su lado!-
-¡¡¡Tegoshi~!!!-
-¡Keii-chan!-
Tegoshi dejó a Yamapi ahogándose en un mar de confusiones y remordimientos. Movido por un impulso que ni siquiera llegaba a comprender, echó a correr escaleras arriba mientras Tegoshi lo miraba con una sonrisa de satisfacción al pensar que había hecho algo bueno por sus dos amigos.
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-¿Yamapi?— ¡Yamapi!…- A lo lejos, doblando por el pasillo, Kamenashi creyó haber visto a su amigo; por alguna razón, lo conocía tanto, que algo en la manera tan desesperada en que corría, lo hizo preocuparse e ir detrás de él.
Yamashita permanecía de pie cabizbajo sujetando inseguro el picaporte de aquella puerta de madera. Respiró hondo, como intentando llenarse de valor y abrió  suavemente la puerta para no asustarlo si aún dormía, sólo para ver el momento exacto en el que Uchi tomaba a Nishikido entre sus brazos.
-Yamapi… ¿Qué te pasa?… Te hablé pero…- La voz de Kamenashi se apagó de súbito al ver lo que provocaba las lágrimas de Yamashita; delatando su presencia, Uchi los vio de pie en la entrada y de inmediato soltó a Nishikido.
-Yamapi… ¡Espera Yamapi!…- Uchi trató de ir tras él pero Nishikido lo sujetó con fuerza si decir nada, dejándolo desconcertado al ver que le decía que no con la cabeza.
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Estando frente al espejo vio ese rostro que tanto le desagradaba, todo era culpa del mar de lágrimas que había derramado la noche anterior hasta caer dormido. Antes de partir, se puso los lentes de sol y subió como cada mañana a su auto… el día le parecía simplemente gris…
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La alarma de su despertador hacía eco por todas partes obligando a Uchi a levantarse e ir hasta su habitación para apagarla. Nishikido todavía dormía, pero aún así se veía completamente exhausto, la alarma del celular comenzó a sonar también, pero él sólo se rebullía entre las cobijas. Un par de lágrimas atrapadas entre sus pestañas lo dejaron a sus ojos como muy pocos antes lo habían visto… como un niño frágil y vulnerable que necesitaba ser cuidado. Uchi tomó el celular y pasó nombres hasta llegar al que buscaba.
-¿Subaru-san?… No… soy Uchi…-
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El paso del segundero de aquel reloj colgado sobre la blanca pizarra lo torturaba sin cesar. Ya eran casi las 10:00am y Nishikido aún no llegaba y su celular sonaba una y otra vez sin respuesta. Harto de aquel sonido, salió de la sala de ensayos aprovechando el descanso para dar un paseo.
-Yamapi… ¿cómo estás? Anoche no te llamé pero…- En cuanto le vio puestas las gafas oscuras, supo lo que quería esconder… Toma sabía perfectamente que Yamashita odiaba cómo lucía su rostro después de haber llorado. No dijo nada para que el nudo en su garganta, que intentaba disimular pasando saliva, no terminara en llanto; así que sólo abrazó a su viejo amigo para tratar de brindarle algún consuelo; ya más tarde seguramente le diría qué había pasado, aunque por cómo estaba, sabía que definitivamente se debía a Nishikido.
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Para cuando despertó, el reloj sobre la mesita de noche junto a su cama marcaba la 1:00pm. Su corazón se aceleró de pronto y un escalofrío recorrió su espalda… por primera vez en años, se había quedado dormido sin ir a la agencia.
-¿Ryo?… ¿Qué pasa?… Te ves pálido…-
-Hiroki… ¡Aaah! ¡Me van a matar!-
-Será mejor que te calmes… hace horas que llamé a Subaru-san y le dije que no irías a la agencia hoy… “Si Subaru-san se lo dice a Johnny-sama, no habrá ningún problema”… Eso fue lo que pensé…- La sonrisa de Uchi en la cocineta mientras preparaba la comida tranquilizó por completo a Nishikido, quien sintió que su alma regresaba a su cuerpo con aquel suspiro de tranquilidad tras escuchar lo que le decía.
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-Me voy…-
-¿Yamapi? ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?-
-Pi-chan… extrañas a Ryo-chan, ne?, ¿estás preocupado por él?- Preocupados por su amigo, Koyama y Tegoshi habían permanecido a su lado todo el rato. Ya que todo el día había estado desanimado y distraído, Takizawa había sugerido que pospusieran la prueba vocal para cuando Yamashita se sintiera mejor y que Nishikido estuviera presente, al haber estado los 5 de acuerdo, Shige se había quedado ensayando con la guitarra y Masu había vuelto temprano pues al parecer tenía una cita.
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La hora de la comida había transcurrido agradablemente entre risas y recuerdos. Nishikido siempre había disfrutado así de la compañía de Uchi. Tenían tanto de que hablar que no se dieron cuenta de lo tarde que era; Nishikido aún seguía en pijama así que se fue a cambiar apenado de ver que Uchi si se había cambiado al despertar.
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Pensando en lo que Toma le había dicho toda la semana, Yamashita había decidido enfrentar de una vez por todas la situación… Iría a buscar a Nishikido, ya fuera para solucionar todo o para terminar de la mejor manera; después de todo, sabía que sería imposible que dejaran de verse por completo como las parejas normales.
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Aunque no era muy aficionado a los juegos de video, por culpa de Tegoshi y Ninomiya, Nishikido había terminado por comprarse una consola de videojuegos, después de todo, detestaba la idea de perder siempre contra ellos. Ahora arrastraba a Uchi a su nuevo pasatiempo con la firme convicción de encontrar en él un compañero de prácticas, ya que Yamashita se divertía más sólo viéndolo jugar.
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Debido a los nervios, subía lentamente los escalones, sumido en una nube de miedo y preocupaciones que no sabía cómo procesar. Ahora Yamashita estaba de pie afuera del apartamento con la mano apoyada en la puerta, inseguro de tocar o de usar su llave. Todo su sentimiento de culpa se volvió furia al ver que era Uchi quien le abría la puerta. Ni siquiera quiso escuchar explicaciones, de inmediato se dio la vuelta al ver a Nishikido sentado relajadamente en el sillón de la sala de estar, dejando tanto a Uchi como a Nishikido con los ojos abiertos de par en par.
-¡Yamapi!¡Espera!- Nishikido salió corriendo tras él temiendo que fuera la última vez que lo veía como su pareja; después de todo, Uchi se lo había dicho demasiadas veces esa tarde… tenía que arreglar las cosas con Yamashita si no quería arrepentirse de haberlo perdido en el futuro.
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Al escuchar su voz llamándolo con un tinte de pánico y desesperación, Yamashita sintió que le daba un vuelco el corazón.
-Yamapi…- Sus brazos se cerraron con fuerza alrededor de su cuerpo desde atrás. En su espalda podía sentir su tibia respiración.
-¿Por qué insistes en irte sin siquiera tomarte la molestia de escucharme? ¡Si simplemente quieres terminar conmigo, no es necesario que seas tan frío e indiferente!… Sólo dime que ya no me amas…-
-Ryo-chan…- Su voz fue más un suspiro cuando puso suavemente sus manos sobre las de él. -¿Con que derecho me dices eso si eres tú quien me ha cambiado por otro?- Ahora parecía reprocharle toda una vida.
-¿Ah? ¿De qué demonios hablas?… Yamapi, tú eres el único al que siempre he amado y el único al que amaré, no puede haber nadie más en mi corazón…- Las palabras de Nishikido tocaron profundamente dentro de su corazón… Había miles de emociones diferentes revoloteando por todo su cuerpo.
-¡No me mientas!… ¡Si en verdad quieres estar con Uchi sólo dilo!, pero no juegues más conmigo…- Al final lo que salió de su boca no fue para nada lo que sentía en realidad.
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Sabiendo que Yamashita estaba al borde de las lágrimas, Nishikido lo tomó por los hombros girándolo suavemente para mirarlo a los ojos.
-Yamapi… mírame… ¿crees que miento cuando digo que eres el único al que amo?…-
-Perdóname… Estaba aterrado sólo de pensar que alguien más se había ganado tu corazón…-
-Yamapi… escúchame… nadie más puede tener mi corazón… porque mi corazón sólo te pertenece a ti…- Con un apasionado beso que había sido reprimido por demasiado tiempo, Nishikido borró todas las dudas e inquietudes de su amado Yamashita.
-Lo siento Ryo-chan… por ser tan tonto como para pensar que había alguien más en tu corazón…-
-Yamapi… después de siete años deberías saber que eso no es posible.-
Nuevamente estaba ahí esa deslumbrante y perversa sonrisa que tanto amaba de Nishikido… esa sonrisa que no le había sido concedida por más tiempo del que hubiera querido soportar… Pero de ahora en adelante podía estar seguro de que nadie se la podría arrebatar jamás.

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