EL LUGAR PERFECTO
Fic x Cap
JunDa
~Someday for Somebody~
19-03-10
JunDa
~Someday for Somebody~
19-03-10
CAPITULO 1: Una chispa de VALOR
La verdad es que si alguien me hubiera dicho que esto iba a pasar, yo me hubiera reído estúpidamente hasta terminar desmayado por falta de aire… y probablemente aún cuando despertara continuaría riendo ante lo absurdo de la mera posibilidad. Sin embargo, como a menudo pasa en mi vida, supongo que simplemente me siento afortunado de haber estado en el lugar indicado justo en el momento indicado…
Tras aquella pelea tan conocida entre Nishikido-kun y Ueda, pasando por el pleito entre nuestra “A” y nuestra “K” con Yamashita-san y cerrando con la suspensión de actividades de NEWS, todo se volvió un horrendo caos dentro de la agencia. Lo que había pasado era un secreto a voces, pero como no era novedad que ese tipo de cosas se dieran estando entre puros chicos, nadie hizo alboroto más allá de sorprenderse por el pleito de los AKame por la “atención” de Yamapi.
No me sorprendió para nada que el más afectado con todo esto hubiera sido Ueda… su nombre de pronto estuvo en boca de todos por culpa de Nishikido… lo que realmente pasó o no entre ellos se quedó entre ellos; al menos Ueda nunca dijo nada al respecto; personalmente, la noticia me tomó completamente por sorpresa, después de todo Ueda siempre era demasiado reservado con su vida privada y rara vez le hablaba a alguien sobre lo que le pasaba.
Contrario a lo que hubiera pensado, Akanishi aprovechó la situación para volver a pegarse a Ueda peor que su sombra… Eso me molestaba ya que antes de lo de Nishikido, Akanishi sólo veía a Ueda como su amigo, el líder de nuestro grupo y nada más… Y aunque para mí resultaba obvio que Ueda lo veía a él como algo más, Akanishi nunca quiso corresponderle… pensé que dadas las circunstancias por fin podría hacerlo feliz, pero no fue así… Akanishi parecía sólo presumir una medalla que jamás llevaría puesta… Y me odie a mí mismo por haberme quedado mirando desde la distancia. Akanishi siempre había sido así… egoísta y caprichoso; y aunque ya estaba acostumbrado a su comportamiento, esta vez no se lo podía perdonar… a ojos de todos él sólo estaba jugando con Ueda y en el estado emocional en el que se encontraba, no era para nada justo… Muchas veces quise simplemente alejarlo de él, incluso me dieron ganas de golpearlo con todas mis fuerzas, pero… no podía… para Ueda yo sólo era Taguchi… y nada más. No quería convertirme en un problema más para él… era lo único que podía hacer por él… y si el precio de su tranquilidad era mi silencio, estaba dispuesto a seguir ocultando mis sentimientos. Pero definitivamente no le iba a permitir a Akanishi que lo lastimara más de lo que ya había sido herido.
Ya era habitual que ellos fueran y volvieran juntos a todas partes… con el paso de los días muchos incluso pensaban que estaban juntos. Todos nosotros sabíamos que no era así, a pesar de que Akanishi se aferraba a estar todo el tiempo con él, Ueda se mostraba completamente indiferente y había ocasiones en las que incluso se le escondía para poder estar solo. Siendo como era, Akanishi pronto comenzó a perderle el interés y terminé concluyendo que sólo trataba de encelar a Kame y a Yamashita. Aún así seguían yendo y viniendo juntos a la agencia todos los días. Quería intervenir, pero realmente no sabía cómo, mis habituales estupideces podrían empeorar su estado de ánimo o hasta molestarlo… aún así sentía que mi compañía sería mil veces mejor que la de Akanishi para él.
Los días continuaron pasando y yo seguía en las mismas. Esa tarde salimos pronto de los vestidores y al final sólo quedaron ellos dos como siempre. Ueda nunca llevaba prisa y menos cuando se trataba de cambiarse y arreglarse antes de volver a casa, y Akanishi lo esperaba pacientemente distrayéndose con una cosa o con otra como siempre hacía.
Como había olvidado en el casillero el cargador de mi PSP, me despedí de los demás diciéndoles que se adelantaran, que trataría de alcanzarlos pronto pero si no lo lograba, pues que los vería por la mañana. Me entretuve por el rodeo que tuve que hacer para evitar a Nishikido que venía por el pasillo con Subaru y Yasuda, de verlo me daban ganas de golpearlo, pero sabía que Ueda se molestaría, así que lo mejor era evitar en la medida de lo posible ver siquiera su rostro. No escuché el escándalo que usualmente se traía Akanishi tocando la guitarra o cantando alguna canción en los vestidores, por lo que imaginé que ya se habían ido y entré sin decir nada. Abrí mi casillero y efectivamente ahí estaba el cargador, lo guardé en mi mochila… un ruido me hizo saber que no estaba solo. Algo o alguien había chocado contra los casilleros del otro lado de donde yo estaba.
-…¿Hasta cuándo vamos a seguir así?- Akanishi sonaba molesto… De nuevo el sonido de algo golpeando el metal. –No puedo creer que sigas así por su culpa… del modo en que estamos ahora es como si no estuviéramos, sabes? Comienzo a hartarme de tu actitud Ueda…- Sentí que se me iba la sangre del cuerpo tras escuchar aquello. No podía creerlo, ¿en verdad habían estado juntos todo este tiempo? –Me pediste que te ayudara a olvidarlo… ¡pero por hacer las cosas a tu modo sigues pensando en él! ¡¿No era yo quien te gustaba por principio de cuentas?!- Akanishi se escuchaba alterado, de nuevo algo contra el metal, pero el sonido fue diferente esta vez… Un sentimiento extraño oprimía mi pecho y decidí acercarme en vez de salir corriendo como me decía mi corazón. –Te dije que te haría olvidarlo, no?… ¡así que ahora no me salgas con que no puedes corresponderme!- Entonces lo vi… eso que chocaba contra el casillero no era otra cosa más que el cuerpo de Ueda… Akanishi lo sujetaba por la camisa, que estaba a medio abotonar, mirándolo casi enojado. Ueda permanecí en silencio y mirando el piso. Akanishi se inclinó hacía él y comenzó a besarle el cuello pasando sus manos por debajo de la camisa sobre su pecho… Ueda se quedó inmóvil apretando con fuerza los labios y de pronto por fin le pidió que se detuviera. Akanishi golpeó el casillero por un lado de su rostro con la palma de la mano haciendo que Ueda cerrara los ojos presa del miedo.
- Akanishi… ¿Qué demonios haces?- Cuando menos pensé ya había abierto la boca… la verdad es que Akanishi me daba miedo, a veces era un poco agresivo y yo le rehuía a esa clase de personas, pero no podía permitir que se aprovechara de Ueda de ninguna manera.
-Taguchi…- La voz de Ueda parecía estar a punto de quebrarse.
-¡No te metas en lo que no te importa Taguchi!-
-¿Y quién dice que no me importa?-
-Jin… ya basta…-
-¡Tú cállate!- Lo empujó contra el casillero otra vez.
-Y tú largo de aquí…- Me tomó por el brazo y me arrastró hacia la puerta. Algo dentro de mí me armó de valor, me zafé de un jalón… También Akanishi pareció sorprenderse con mi reacción.
-Sí… me voy a largar… pero me lo llevo conmigo.- Me di la vuelta y tomé a Ueda por la muñeca. Akanishi se puso frente a la puerta impidiéndonos salir.
-Ah, mira que cosas…- Comenzó a reírse cínicamente. –No me digas que… ¿acaso te gusta Ueda, Taguchi?-
-Sí… todo este tiempo en el que tú ni siquiera te percatabas de su existencia, yo he estado viendo por él.-
-Taguchi…- Apreté con fuerza mi mano sobre la suya al escucharlo decir mi nombre tan cerca de mí.
-Pero si no eres más que un perdedor Taguchi… y Ueda es sólo mío… será mejor que sigas como hasta ahora sólo mirando desde una distancia considerable, entiendes?- Dio un par de pasos hacia nosotros y trató de tomar la mano de Ueda pero no se lo permití.
-Pues a mí no me importa si él no corresponde mis sentimientos… me importa que él esté bien y que sea feliz con quien él decida… pero no lo voy a dejar contigo para que sigas jugando con él y aprovechándote de cómo se siente.- Me miró con desprecio, pero la verdad es que no me importó.
-¡Ueda! ¡Vámonos!…- Pasó por un lado de mí aventándome con el hombro. Ueda aferró mi mano con fuerza… definitivamente no se quería quedar con Akanishi. También le apreté la mano y eché a correr con él cerrando la puerta al salir, no quise ni voltear, seguramente Akanishi vendría tras nosotros y si me alcanzaba era seguro que amanecería adolorido y con moretones.
-…¿Hasta cuándo vamos a seguir así?- Akanishi sonaba molesto… De nuevo el sonido de algo golpeando el metal. –No puedo creer que sigas así por su culpa… del modo en que estamos ahora es como si no estuviéramos, sabes? Comienzo a hartarme de tu actitud Ueda…- Sentí que se me iba la sangre del cuerpo tras escuchar aquello. No podía creerlo, ¿en verdad habían estado juntos todo este tiempo? –Me pediste que te ayudara a olvidarlo… ¡pero por hacer las cosas a tu modo sigues pensando en él! ¡¿No era yo quien te gustaba por principio de cuentas?!- Akanishi se escuchaba alterado, de nuevo algo contra el metal, pero el sonido fue diferente esta vez… Un sentimiento extraño oprimía mi pecho y decidí acercarme en vez de salir corriendo como me decía mi corazón. –Te dije que te haría olvidarlo, no?… ¡así que ahora no me salgas con que no puedes corresponderme!- Entonces lo vi… eso que chocaba contra el casillero no era otra cosa más que el cuerpo de Ueda… Akanishi lo sujetaba por la camisa, que estaba a medio abotonar, mirándolo casi enojado. Ueda permanecí en silencio y mirando el piso. Akanishi se inclinó hacía él y comenzó a besarle el cuello pasando sus manos por debajo de la camisa sobre su pecho… Ueda se quedó inmóvil apretando con fuerza los labios y de pronto por fin le pidió que se detuviera. Akanishi golpeó el casillero por un lado de su rostro con la palma de la mano haciendo que Ueda cerrara los ojos presa del miedo.
- Akanishi… ¿Qué demonios haces?- Cuando menos pensé ya había abierto la boca… la verdad es que Akanishi me daba miedo, a veces era un poco agresivo y yo le rehuía a esa clase de personas, pero no podía permitir que se aprovechara de Ueda de ninguna manera.
-Taguchi…- La voz de Ueda parecía estar a punto de quebrarse.
-¡No te metas en lo que no te importa Taguchi!-
-¿Y quién dice que no me importa?-
-Jin… ya basta…-
-¡Tú cállate!- Lo empujó contra el casillero otra vez.
-Y tú largo de aquí…- Me tomó por el brazo y me arrastró hacia la puerta. Algo dentro de mí me armó de valor, me zafé de un jalón… También Akanishi pareció sorprenderse con mi reacción.
-Sí… me voy a largar… pero me lo llevo conmigo.- Me di la vuelta y tomé a Ueda por la muñeca. Akanishi se puso frente a la puerta impidiéndonos salir.
-Ah, mira que cosas…- Comenzó a reírse cínicamente. –No me digas que… ¿acaso te gusta Ueda, Taguchi?-
-Sí… todo este tiempo en el que tú ni siquiera te percatabas de su existencia, yo he estado viendo por él.-
-Taguchi…- Apreté con fuerza mi mano sobre la suya al escucharlo decir mi nombre tan cerca de mí.
-Pero si no eres más que un perdedor Taguchi… y Ueda es sólo mío… será mejor que sigas como hasta ahora sólo mirando desde una distancia considerable, entiendes?- Dio un par de pasos hacia nosotros y trató de tomar la mano de Ueda pero no se lo permití.
-Pues a mí no me importa si él no corresponde mis sentimientos… me importa que él esté bien y que sea feliz con quien él decida… pero no lo voy a dejar contigo para que sigas jugando con él y aprovechándote de cómo se siente.- Me miró con desprecio, pero la verdad es que no me importó.
-¡Ueda! ¡Vámonos!…- Pasó por un lado de mí aventándome con el hombro. Ueda aferró mi mano con fuerza… definitivamente no se quería quedar con Akanishi. También le apreté la mano y eché a correr con él cerrando la puerta al salir, no quise ni voltear, seguramente Akanishi vendría tras nosotros y si me alcanzaba era seguro que amanecería adolorido y con moretones.
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