Parallel World. Cap 6



Parallel World
FicxCap
FuDa
~Hana no mau machi / Ueda~
To: Lexi


CAPITULO 6: El grito en medio de la desesperación.


-Oye… Ueda…- Al pasar la estación, Fujiie ya no sabía dónde estaban ni a dónde se dirigían.
-Sí, dime…- Le respondía volviéndose a él para verlo a los ojos.
-A dónde vamos?- A Fujiie le parecía que ya habían caminado bastante, le preocupaba que lo llevara a algún lugar lujoso por el tipo de arquitectura que veía ahora en los vecindarios, pues no había traído mucho dinero consigo.
-De hecho ya llegamos…- De pronto se detuvo fuera de un hermoso edifico de apartamentos. A diferencia de donde vivía, aquí no debía haber más de seis departamentos en el edificio y parecían bastante grandes y caros.
-Vives en uno de estos departamentos?- Sonaba tímido aún mirando la construcción.
-Jajajaja, claro que no!… Vivo ahí…- Señalaba la casa justo enfrente del edificio. De construcción occidental y con un enorme jardín alrededor, la casa parecía como sacada de una revista de gente famosa. Cruzaron la calle hasta llegar a la banqueta, Ueda abrió el cancel y caminaron por un caminito de piedras, subieron los cuatro escalones hasta la entrada. –Pasa… Ah no!, no es necesario que te quites los zapatos…- No sólo por fuera sino también por dentro, la casa era de estilo europeo. No había muchas cosas, nada era ostentoso o de mal gusto, todo era sencillo y armonizaba… a Fujiie le pareció que todo era muy propio de Ueda.
-Tu casa es linda… vives solo?- Preguntaba al notar que había dos habitaciones al fondo que parecían estar ocupadas , pues una estaba cerrada, a diferencia del resto y la otra estaba decorada con muchas fotografía, ya que Ueda aparecía en varias supuso que no le pertenecían.
-Sí… ahora vivo solo…- Su sonrisa se veía un poco triste, entendió que le resultaba doloroso tan sólo recordarlo, así que hizo a un lado su curiosidad.
-Aquella es la cocina?- La casa le pareció de pronto enorme y vacía, debía de ser difícil para él vivir solo en esa casa pues se veía que prefería estar acompañado. Prefirió cambiarle el tema, al menos, si estaba en sus mano, quería ayudarlo a olvidar lo que fuera que le provocaba esa tristeza.
-Sí… espera! No!… a dónde vas?- Ueda fue tras él al ver que se dirigía a la cocina.
-Te voy a ayudar, por supuesto…- Al ver esa sonrisa sintió algo en el estómago y rápido se dio la vuelta para sacar algunas cosas de la alacena, no quería que notara que se había sonrojado.

Hacía mucho tiempo que Ueda no disfrutaba tanto preparando la comida. Akanishi no solía ayudarle y Kamenashi prefería hacer las cosas a su manera, pues decía que Ueda cocinaba demasiado “italianado”. Fujiie por el contrario se adaptaba a él sin perderse a sí mismo y obviamente disfrutaba lo que hacía… su sonrisa empezaba a volvérsele adictiva.
-Rayos!- Exclamó de repente al ver la hora, estaban tan a gusto que el tiempo se les había ido sin sentir.
-Qué pasa?- Preguntaba Ueda un tanto divertido con su expresión facial y que casi se ahogaba con un trozo de pollo que se acababa de llevar a la boca.
-Ya son las dos!-
-Qué?!- Si hubiera bebido lo que tenía en la mano, probablemente se lo hubiera escupido en la cara… sacó su celular sólo para comprobar que el reloj de la sala no mentía.

Aunque Fujiie no quería, Ueda se empeño en que tomaran un taxi tan pronto como llegaron a la avenida. No más de cinco minutos después ya estaban de regreso en la Universidad.
-Qué demonios hace Tatsuya con ese mocos otra vez?- Mascullaba entre dientes cuando los vio bajar del auto. Akanishi estaba muerto de celos,  pero esta vez no podía hacer nada pues estaba con Kamenashi, quien al ver cómo su novio tensaba los músculos de la mandíbula miró de reojo hacia donde veía… aquello le dolió, pero no dijo nada, no quería que todo aquel enojo estallase en su contra.

-Ammm… Supongo que aquí es cuando nos despedimos, verdad?- No parecía estar muy seguro de querer hacerlo.
-Supongo que sí… pero eso sólo significaría que nos volveremos a ver pronto, no?- La forma en que Ueda veía las cosas hacía que Fujiie se fascinara cada vez más con él.
Ninguno de los dos se vio el resto de la tarde, los dos suponían que tendrían clase o que estarían ocupados.
“Nos vemos después del ensayo? Terminamos a las 8:00” decía el mensaje de Ishigaki. Pareciéndole una buena idea le dijo que sí, de todos modos, cualquier cosa era mejor que estar en casa pensando estupideces.
Faltaban quince minutos para que dieran las ocho cuando Ueda salió del salón de piano donde había estado tocando las últimas dos horas desde que su clase de composición había terminado. Bajaba despacio las escaleras mientras escribía un mensaje: “Ya voy para allá” le decía a Ishigaki. Akanishi estaba esperándolo en el descanso del segundo piso.
-Buenas noches, Tat-chan…- Decía como siempre solía hacer cuando pasaba por él después de clases.
-Jin! Que haces aquí?- Algo en la manera en la que lo miraba no le agradaba en lo más mínimo. Lo conocía lo suficiente cómo para saber cuando Akanishi se traía algo entre manos.
-Nada en especial… sólo quería verte…- Subió los dos escalones que los separaban para llegar hasta donde estaba Ueda y sin más lo besó. Ueda de inmediato lo apartó de un empujón.
-Qué haces?! Tú y yo ya no tenemos ése tipo de relación!…- El hecho de que se hubiera referido a ellos como “tu y yo” y no como “nosotros”, que era como siempre hacía, molestó bastante a Akanishi.
-Ummm… pues creo que eso no lo decides tú…- Se acercó de nuevo a él sujetándolo por la nuca para volverlo a besar, pero a diferente del primer beso, éste no era ni dulce ni delicado.
-Jin! Ya basta!- Ueda trataba de empujarlo pero sólo conseguía que lo aferrara con más fuerza. –Déjame Jin! Me haces daño!- Ueda continuaba forcejeando, cosa que sólo lograba divertir más a Akanishi. El celular de Ueda sonaba dentro de su bolsillo… debía ser Ishigaki, tardó más en sacarlo que en lo que Akanishi se lo tiró al piso de un manotazo cuando lo empujó contra la pared para poderle desabotonar el abrigo.
-Eres mío… nada ni nadie cambiará eso.- Besaba tan bruscamente sus labios que terminó lastimándolo tras una mordida.
-No! No soy tuyo!- Ueda lo empujó con fuerza cuando Akanishi trató de meter la mano por debajo de su camisa. No logró correr mucho, Akanishi lo aferró por el abrigo, Ueda prefirió quitárselo y bajó un par de escalones más, pero no los suficientes; lo agarró del cabello y luego por el brazo y lo estampó contra el muro.
-Eres mío!… no dejaré que nadie más te tenga!- Gritaba colérico en su oído.
-Jin! Qué demonios crees que haces?- Odiaba tanto la voz de Ishigaki que le resultaba inconfundible. Estaba dispuesto a darle por fin esa paliza que se había estado aguantando los últimos años, pero al ver que no venía solo y que dos de los chicos que lo acompañaban si podrían significarle problemas, optó por soltar a Ueda pasando de largo entre ellos… de pronto reparó en Fujiie, quien lo miraba casi con odio, notando que era el chico con el que lo había visto últimamente.
-Oye! Jin! A dónde crees que vas?- La habitual amabilidad en la voz de Ishigaki había desaparecido por completo.
-Qué quieres, Daisuke? Piensas pelear contra mí? No me hagas reír…- Era obvio que lo retaba… burlándose de él… menospreciándolo.
-Pues no pienso dejar así las cosas…- Ishigaki avanzó hacia él y lo sujetó por el cuello de la camisa.
-Dai-chan!… No!…- Lo hubiera golpeado de no ser porque Ueda se lo impidió. Akanishi zafó las manos de Ishigaki y se sacudió la camisa, definitivamente buscaba pleito.
Fujiie vio su abrigo tirado en la escalera y fue por él para sobreponérselo, no había que ser un genio para darse cuenta de que Ueda era muy susceptible a los cambios de temperatura y que por eso siempre se abrigaba bien.
-Nos vamos? Le dijo con una sonrisa a la vez que le limpiaba con su pañuelo la sangre del labio. Ueda sólo le asintió tomando el pañuelo, su mano estaba helada, tal vez más debido al susto y el coraje reprimido que al frío. Tomó a Ueda de la mano y pasó de largo a Akanishi, entendiendo de inmediato lo que se proponía, Yodogawa se le colgó del brazo a Ishigaki y lo obligó a ir tras ellos, seguidos de Yonemura e Igo.
-Si hubieran caído en su juego, hubiera sido peor para todos y no sólo para ti, verdad?… y no quieres que tenga motivos para hacernos algo, verdad?- Le decía Fujiie suavemente apretando con más fuerza su mano pero sin hacerle daño alguno, Ueda asintió agachando la mirada, sorprendido de lo bien que el chico había entendido sus sentimientos y sus acciones.
-Lo conozco… quería que Dai-chan lo golpeara para hacer algo más como venganza…- Miraba preocupado a Ishigaki como pidiéndole perdón por haberse entrometido entre ellos cuando discutían.
-Tat-chan tiene razón… yo también lo sabía! Pero no puedo perdonarlo por haberse atrevido a hacerte daño…- Lo abrazó, estaba furioso, pero su amigo tenía razón, caer en las provocaciones de Akanishi sólo traería más problemas para todos. –Será mejor que hoy te quedes en mi casa…- Más que una invitación sonaba como una orden suplicante, pues temía que pudiera ir a buscarlo a su casa.
-Gracias Dai-chan, pero no es necesario… prefiero irme a casa y descansar… Ustedes ya tenían planes, no quiero que los hagan a un lado por mi culpa… por favor…-
-Estás seguro? No quieres venir con nosotros aunque sea sólo un rato? Más tarde te llevo a casa…- Ishigaki no estaba seguro de que dejarlo solo fuera buena idea, pero sabía que era muy terco y que no estaba logrando persuadirlo.
-Gracias… pero esta vez rechazaré la invitación… me siento cansado… quiero dormir un poco…-
-De acuerdo… entonces vamos para que tomes un taxi, de acuerdo?- Ueda asintió aceptando de buena gana; la verdad es que no quería irse caminando.
-Lamento que nos hayamos conocido en esta situación… pero gracias por todo…- Ueda se despidió de todos y entró al vehículo. Tanto Ishigaki como Fujiie notaron su expresión de dolor al apoyar el brazo izquierdo en el asiento, mismo que se había estado sujetando discretamente mientras se detenía el abrigo. Le desearon buenas noches y lo vieron alejarse calle abajo.
-Iremos al lugar de siempre? Igo intentaba disipar el ambiente tenso y extraño en que habían quedado.
-Sí! Muero de hambre- Respondía Yodogawa de inmediato y ambos echaron a andar seguidos de Yonemura.
-Me pregunto si estará bien?- Fujiie seguía preocupado mirando las luces rojas del taxi alejándose.
-No te preocupes… es más fuerte de lo que parece… El día que Jin lo harte de veras, lo conocerá por las malas…- Le dio una palmadita en el hombro y fueron detrás de los demás.

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