Kojiciento Cap 5


Capítulo 5
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- Necesito que te quedes aquí y obedezcas a Ed-sama.
- ¡No quiero!.
- ¡Vamos!. ¡Es fácil!.
- Entonces, ¡hazlo tú!. – Lo desafió Seto.
- Tonto, no se trata de quién lo haga o quién no; tu eres el único.
Habían dejado libre a Seto, ahora intentaría renunciar para siempre y nunca más meterse en ese tipo de cosas, en su lugar, seguiría estudiando y buscaría trabajo en una hamburguesería o algo por el estilo…
Pero antes, quería hacer lo que Ryo le había encargado. Esperaría al sábado, faltaban tres días.
Tres días en los que Seto pasó en casa sin salir, y los cuales, como de costumbre; pasó limpiando.
Era sábado por la tarde, Ryo y los demás ya habían llegado a casa de Seto.
- No hay tiempo Seto-kun. – Dijo Kame.
- ¡No quiero ir!.
- Elegimos este día porque Ed-sama nos invitó a una reunión en un fabuloso bar de la ciudad, así que mientras tanto, tu podrás acceder a su oficina, donde no habrá nadie y podrás robar los documentos y todo eso. ¿Entiendes?.
- Aún no entiendo bien… ¿Qué tengo que robar?.
- ¡Todo!. Bueno, sólo los papeles, carpetas, su directorio y si encuentras algo de valor, también. – Dijo Ryo.
- ¡No quiero ser un ratero!.
- No serás nada de eso… Además, tendrás suficiente tiempo. – Ryo fue en busca de lápiz y papel y se puso a dibujar. – Tenemos a Ed-sama, estamos nosotros, contamos con Yamapi, ah y Jin, los cuales se encargarán de emborrachar a Ed-sama, a Takki y de paso, a ellos mismos… Mientras tanto, tú estarás en la oficina de Ed-sama hurtando todo a tu paso… Cuando termines, vuelves a casa de Jin, me llamas y listo, acaba la fiesta.
- ¿Y para qué haré todo eso?. – Preguntó Seto aún confundido.
- Bueno es sencillo, es para salvarnos el pellejo y hacer una magna agencia… Además de saber los planes malvados que se traen esos dos…
- No lo haré.
Una hora después, Seto estaba afuera de las oficinas de los P-Ponnys. Iba vestido de negro, con un gran costal negro a la espalda y antifaz, negro también.
- ¡Parece salido de una película de acción!. – Gritaba Tegoshi cada vez que lo veía.
- ¿Y si llamo demasiado la atención?.
- No hay nadie aquí hoy tontito, bueno vamos, ¡apúrate!. – Ryo le dio un empujón y lo introdujo a los P-Ponnys.
Efectivamente todo estaba oscuro dentro, no había nadie.
Seto dio media vuelta para regresar con sus compañeros, pero la limosina en la que iban ya había arrancado. En medio de las oscuridad, a lo lejos, se escuchan los gritos de ‘El trío feliz’ que ya entraba en ambiente antes de llegar a la reunión.
Seto fue corriendo directo a la oficina de su jefe, todo estaba en orden.
En la pared, había grandes archiveros, pero todos estaban vacíos.
Seto se puso a buscar entre los cajones y sobre el escritorio. Encontró la agenda, así que la guardo rápidamente, también guardo una fotografía de varios P-Ponnys que posaba sobre una mesita de té y también, unos calcetines y una corbata de Takki que encontró bajo el escritorio.
Se echó contra el sofá pensando que aquello era absurdo y por qué tanto interés en deshacerse de Ed-sama y quedarse con su negocio.
Alguien abrió la puerta.

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