Parallel World
FicxCap
FuDa
~Hana no mau machi / Ueda~
To: Lexi
CAPITULO 5: La mano que abrazaba el silencio.
Hoy también llovía. Su ánimo había mejorado bastante desde el día anterior. Se había quedado hasta entrada la madrugada tocando el piano… Simplemente había llegado a casa con una extraña necesidad de componer algo en el piano… trataba de evocar algo feliz pero, recordar a Akanishi le dolía, y al final, la melodía se tornaba azul melancolía… aunque eran buenas, no eran para nada los colores que estaba buscando para la melodía que había comenzado a flotar en él mientras había estado en la sala de piano el otro día.
Así que tras haber dormido un poco y darse un largo baño, ahora caminaba tranquila y distraídamente por la avenida. De pronto se sorprendió a sí mismo pensando en aquel chico de radiante sonrisa. Por eso fue demasiado su asombro cuando se topó con él un par de calles delante de la estación.
-Ueda! Buenos días!- Su voz un poco grave pero dulce también denotaba sorpresa.
-Buenos días, Fujiie…- Fue casi aterrador que hubiera aparecido cinco segundos después de haber pensado en él… pensado en que quería verlo… ver nuevamente su sonrisa.
-Siempre vas a esta hora a clase? No te había visto…-
-jejeje… no, de hecho hoy voy un poco tarde porque tomé la “ruta panorámica”…- A Fujiie le pareció adorable esa manera que tenía de hablar… A Ueda le pareció encantadora su manera de sonreír mientras le hablaba… ninguno de los dos conocía lo que el otro sentía en ése entonces pero ambos entendieron que eran felices tan sólo con el hecho de haberse encontrado.
Akanishi esperaba a Ueda bajo el cerezo del jardín de la entrada, cuando por fin lo vio, esa sonrisa que tanto amaba le provocó un escalofrío que recorrió toda su espalda… aún lo amaba pero lo que tenía ahora con Kamenashi, seguramente jamás lo encontraría con Ueda… de pronto ese sentimiento de adolescente enamorado dio paso a un ataque incontrolable de celos… esa sonrisa le “pertenecía” y ahora se la estaba dedicando a un completo extraño… lo miró cuidadosamente… dónde le había visto antes?… Un flashback le trajo a la mente aquel encuentro en la escalera, aquel cambio drástico en la forma de tocar de Ueda… Quién demonios era ese mocoso? Qué tenía que ver con Ueda?… Simplemente llegaría y golpearía primero para descargar lo que sentía y haría las preguntas después… su maravilloso plan se esfumó en cuanto vio que Kamenashi lo llamaba.
-Hoy tienes piano con Ishigaki, verdad?-
-Sí, cómo lo sabes?- Ueda sonaba sorprendido.
-Él me lo dijo anoche cuando terminamos el ensayo…- Estaba un poco apenado por cómo él había reaccionado a su comentario.
-Ah! Cierto, la banda…- Decía ya más tranquilo.
-Ammm… si te parece bien… te gustaría almorzar con nosotros?- Su pregunta lo tomó por sorpresa… pero por alguna razón lo hizo feliz.
-En verdad? No les molestara a los demás?…- Preguntaba inocente pues en realidad no los conocía y oficialmente no habían sido presentados aún.
-No! Todos estuvimos de acuerdo…- Si había algo más detrás de su comentario, a Ueda no le importó. Estaba demasiado feliz, tanto como para no notar siquiera que Nishikido los miraba casi con odio mientras pasaban por el pasillo de la sección de cuerdas del segundo piso rumbo al tercer piso. –Bueno… entonces pasaré por ti y por Ishigaki cuando salga de clase, ok?- Era imposible que le dijera que no con esa carita.
-Ok… nos vemos más tarde…- Se despidieron con una sonrisa al pie de la escalera. Fujiie regresó por el pasillo para bajar, Ueda se regresó un par de escalones mirándolo bobamente mientras se alejaba, luego se dio la vuelta y subió, así que ya no vio cuando alguien detuvo a Fujiie al final del pasillo.
-Disculpa… tú eres de la sección de cuerdas eléctricas, no?- El chico le parecía conocido de algún lado pero no estaba realmente seguro.
-S-sí… por qué lo preguntas?- Era raro que alguien que no fuera amigo de sus amigos le hablara, él no era tan extrovertido como Igo o Yonemura, así que no conocía a tantas personas en la escuela, además de que apenas estaba en primer año y los demás estudiantes solían ignorar a los “nuevos”.
-Akun es amigo tuyo, verdad? Es compañero de uno de mis amigos, Yasu…- Su sonrisa amable desvaneció el mal presentimiento que le había dado al principio.
-Eh? Sí… de hecho conozco a Yasuda-san, es increíble!- Una vez se sintió más en confianza también sonrió y se mostró más amigable.
-Ah sí, mi nombre es Nishikido Ryo, también toco la guitarra, creo que eres muy bueno tocando, Maru-chan también lo cree…- Le extendió la mano y Fujiie le correspondió el saludo.
-Maruyama-senpai? Lo conoces?… Ah, mucho gusto… soy Fujiie Kazuyori… – Si conocía a dos de los senpai que más admiraba en la escuela, entonces debía ser un buen sujeto, Yasuda y Maruyama eran muy agradables y siempre eran buenos con él y sabían elegir bien a sus amigos.
-Ah sí, ellos son dos de mis mejores amigos, junto con Murakami de la sección de piano, Yokoyama y Okura de percusiones, aunque Okura se traslado a Osaka hace poco, Subaru y Yamashita de canto… ah, lo siento, creo que llevabas prisa y yo entreteniéndote con tonterías… lo siento, luego nos vemos…- Era un chico bastante agradable y por supuesto que conocía a todos los senpai que mencionaba, eran bastante destacados dentro de la Universidad, tanto por su personalidad como por su talento.
-Sí, lo siento, tengo clase… pero creo que seguramente nos veremos nuevamente… hasta luego!- Se despidió de él con una sonrisa y dobló a la derecha para bajar las escaleras, por lo que no vio cuando aquella dulce sonrisa dio pasó a una mirada llena de desprecio.
-Fujiie Kazuyori… que hace Ueda con ése chico?…- La puerta contra la que se recargaba sufrió las consecuencias de su enfado, si aquel puñetazo le dolió, ni siquiera le importó.
-Ryo-chan, estás bien? Por qué golpeas la puerta?… Shintaro-sensei te regañara de nuevo…- Le decía entre risas un chico bajito de cabello rubio vestido con un overol corto a cuadros de colores llamativos.
-Cállate Yassu!… Estoy enojado!… no creo que quieras ponerte en lugar de la puerta, verdad?- Le decía con una sonrisa maliciosa. El chico lo miraba asustado negando insistentemente con la cabeza sin decir nada más, sabía que eso podía ser más que un comentario.
El profesor elogiaba si interpretación; fuera lo que fuera que lo tuviese tan inspirado, debía conservarlo, le había dicho. Ueda no pude más que sonreír y sonrojarse un poco ante aquel comentario y la mirada cuestionante de Ishigaki. Por alguna razón se sentía tan de buen humor que la clase le pareció durar apenas unos minutos… su rostro se iluminó al verlo de pie fuera del salón por detrás del profesor… gesto que no pasó para nada desapercibido por parte de Ishigaki, quien sonrió satisfecho de que dos personas a las que quería muchísimo pudieran ser felices juntas, y en ese mismo momento decidió ayudar a ese par… Los conocía lo suficiente, tal vez demasiado, como para saber que podrían pasar mil años antes de que se dieran cuenta por ellos mismos de lo que sentían el uno por el otro y que lo admitieran. De inmediato tomó su celular y puso en marcha su plan.
-Ishigaki-kun!!! No le había dicho ya que no usara esa cosa durante mi clase?!- La voz de profesor hizo eco dentro del salón.
-Lo lamento sensei…- En realidad no se arrepentía, lo había hecho con toda la intención de ser castigado.
-Ueda-kun, ya puede irse… para usted la clase ha terminado por el día de hoy.- Miró a su mejor amigo inseguro de salir, pero de inmediato Ishigaki lo detuvo.
-No te preocupes… mira! Yori-kun ya está ahí… adelántense, si?-
-Mmm… seguro?… puedo salir y decirle…- Aún no parecía convencido de dejarlo pero de inmediato Ishigaki lo interrumpió.
-Sí, sí, segurísimo… los alcanzo cuando termine…- Por fin Ueda quedó satisfecho tras aquella sonrisa y salió del salón haciendo una reverencia de agradecimiento para el profesor.
-Ishigaki no viene?-
-Nop… lo castigaron…- Parecía bastante divertido con la situación, ya que él nunca había sido castigado.
-Oh, ya veo… entonces qué hacemos?, nos vamos?… Supongo que nos alcanzará luego, ne?- Aunque quería esperarlo, no pudo negarse a aquella sonrisa; así que bajaron las escaleras rumbo al jardín cerca del auditorio principal donde ellos solían comer desde que se unieron para formar la banda ya que era un lugar un tanto apartado y pocos iban por ahí. Kamenashi miraba incrédulo la expresión de felicidad de Ueda pero al mismo tiempo se sintió feliz de volver a verlo sonreír así.
-Eh?!… Qué raro!… Igo y Yoshi ya deberían estar aquí… no perdonan la hora del almuerzo…- Su celular empezó a sonar, así que contestó. Ueda lo miraba preguntándose por qué ponía esa cara de desilusión.
-Qué pasó?- Se atrevió a preguntar con miedo a parecer entrometido.
-Yone e Igo tienen examen en cinco minutos…- De nueva cuenta su teléfono había empezado a sonar… leyó el mensaje de texto y se fue al piso hasta quedar en cuclillas llevándose ambas manos a la cabeza y completamente desanimado.
-Estás bien?- Se preocupó pensando que le habían dado malas noticias.
-Yoshi tampoco vendrá… un kohai le pidió ayuda… ah~…- Suspiro jugando con sus agujetas. –Con lo mucho que había esperado este almuerzo…- Ueda podía sentir su decepción casi como si él también la sintiera.
- Y si te invito a comer?- Propuso apenas pensando lo que hacía, al verlo tan afligido sintió que tenía que hacer algo para lograr que volviera a sonreír.
- De verdad?!… Gomen! Era la primera vez que te invitábamos y todo salió mal…- Se veía muy lindo mirándolo desde abajo pasando de la felicidad a la tristeza en segundos.
-No te preocupes… Tal vez era el destino que sólo almorzáramos juntos tú y yo… no crees?- Ueda le sonreía extendiéndole la mano para ayudarlo a levantarse. Fujiie no lo pensó dos veces y tomó aquella mano cuya calidez se evidenció debido a lo fría que estaba la suya. No pudo evitar sonrojarse al ver que Ueda también lo había notado, así que soltó su mano de inmediato.
-Ah!… Lo siento…- Le pareció que había sido un poco brusco.
-No te preocupes… nos vamos?- Fujiie sólo le asintió y echaron a andar. Ueda siempre educado, no le dio mucha importancia a lo que había pasado, por el contrario, le pareció un gesto lindo de su parte, señal de que Fujiie se preocupaba por él. Desde una ventana del tercer piso, Ishigaki y los demás observaron a aquel par mientras se alejaban.
Iba tan absortó en la conversación y en su compañía que ni siquiera se percato de que habían salido de la escuela hacía buen rato y de que iban caminando por el mismo camino por donde siempre volvía a casa después de clases. Al notarlo, se paró en seco.
-Ueda… este…- Le daba un poco de pena interrumpirlo porque estaba diciéndole algo sobre recitales de invierno en Inglaterra.
-Qué pasa?- Él parecía de lo más tranquilo y despreocupado.
-Ammm… la cafetería… está para el otro lado, no?-
-Lo sé… es que no vamos para allá…- Respondía él con una sonrisa.
-Eh?!…- A Fujiie no le quedó más remedio que seguirlo pues había retomado el paso, pareciendo seguro de lo que hacía y no estaba seguro de querer arruinárselo.
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