Imborrable (RyoTego)



Título: Imborrable
Pairing: Tegoshi + Ryo 
Fandom: NewS
Tipo: One-shot
Género: Shonen-Ai, Angst, AU
~Kesenai - Tegoshi Yuya
To: Luz, mi partner hermosa que se ha vuelto adicta al RyoTego por mi culpa y sigue queriendo más de esta historia XD pero por gracia o desgracia, con este shot se cumple la trilogía y la historia llega a su final ^^b
N/A: Secuela del fic  y paralelo al fic 





Todo en Tokio seguía tal cual como lo había dejado cuando me fui hacía varios meses, ni siquiera recordaba cuántos. Lo único que había cambiado era el color de los árboles, comenzaban a tornarse anaranjados y a perder sus hojas, sin duda el otoño estaba por terminarse pronto para dar paso al invierno. El viento, un tanto frío para mí pues venía de haber estado en un lugar más templado, me lastimaba los ojos, que aún seguían irritados de tanto llorar, mientras el taxi avanzaba a gran velocidad sobre el asfalto. Él, el chico que había sido mi primer amor y que se había ido un día sin decir una sola palabra dejándome una profunda herida que tardó mucho tiempo en sanar, de pronto me llamó un día para decirme que quería verme, que necesitaba arreglar las cosas conmigo, rogando que lo perdonara, que volviera a estar a su lado, amándolo como cuando éramos adolescentes. Y yo, en un arranque de estupidez y melancolía, salí corriendo detrás de un fantasma de mi pasado en busca de respuestas, sin detenerme a pensar en cuánto lastimaría a la persona que ahora amaba y que sin duda alguna, también me amaba, al chico de ojos tristes y hermosa sonrisa que seguramente lloraría amargamente días enteros preguntándose qué había pasado. Y durante todo el camino en el autobús rumbo a mi pueblo natal, las lágrimas habían surcado mi rostro sin descanso. Me odiaba. Me odié con todo el corazón por herir de ese modo a quien con tanto amor había cuidado de mí hasta sanar mi corazón destrozado. Me odié por hacerle lo mismo que él me había hecho a mí años atrás. Por dejarlo sin explicaciones, con sólo un estúpido y confuso mensaje de voz cuyas palabras no pensé bien y que sin duda le habrán destrozado el corazón en cuestión de segundos. Me odié porque no pretendía hacerle daño, tan sólo quería cerrar una vieja herida para poder dar por fin vuelta a la página y continuar escribiendo nuestra historia... juntos. Sí. Porque en el momento en que subí al autobús y cerré los ojos dejando que los recuerdos de mi vida antes de Ryo regresarán a mi mente, me di cuenta de que nunca podría perdonar a mi primer amor, me había dejado una marca imborrable y por mucho que llenara los huecos que tenía en mi pasado, jamás podría volver a ser mi presente,  mucho menos mi futuro. Aunque lograra volver a unir los fragmentos de mi corazón, las grietas y marcas seguirían siendo evidentes. Sí. Fui a buscarlo para decirle todo lo que no había podido gritarle cuando me dejó, para decirle cuánto lo odiaba por todo el dolor que me hizo pasar, y finalmente, agradecerle, pues había sido a causa de su egoísmo y su falta de sinceridad que yo había encontrado a Ryo y había superado por fin su impronunciado adiós. Después de eso volvería a casa, le pediría perdón a Ryo por haberme ido de ese modo, le explicaría todo lo que pasó y si me perdonaba, le haría el amor hasta que no pudiera recordar lo sucedido nunca más.

Y mientras repasaba una y otra vez las palabras adecuadas para finalizar todo y enterrar cada uno de los fantasmas de mi pasado debajo de aquel árbol que guardaba celosamente mis recuerdos con él, lloraba amargamente debido al extraño dolor que me oprimía el pecho cada vez más fuerte. Pero como a menudo pasa en mi vida cuando se trata de ironías, al salir de la ciudad los recuerdos empezaron a llegar a mí como pequeños flashazos que disfrutaban haciéndome sufrir repitiendo cada una de sus sonrisas, cada una de sus palabras dulces, cada beso, cada lágrima.  Las calles, los edificios, las tiendas, librerías, cafeterías, centros comerciales, parques, todo de ese lugar me hablaba de él y de cada uno de los momentos que habíamos compartido juntos desde que nos conocimos muchos años atrás.

Pero no todas las historias de amor estudiantil son de color rosa. La mía en definitiva distaba mucho de tener un final feliz. Cuando menos esperé, mi primer amor desapareció de mi vida una tarde soleada el día en que nos graduamos. Se fue sin decir siquiera una palabra y desapareció de mi vida sin dejar rastro, como si se lo hubiera tragado el mar. Y viví mis días entre el dolor, el resentimiento y la culpa. Me alejé de todo y de todos, me perdí por completo a mí mismo y comencé a dejarme morir porque no era tan fuerte como para vivir una vida sin él, simplemente no quería vivir en un mundo donde no estuviera con él.


Cerré el baúl de mis recuerdos. Ya estaba de regreso en el lugar a donde realmente pertenecía.

De pronto un mal presentimiento se apoderó de mi cuerpo. Ese último recuerdo de mis días de instituto en mi ciudad natal detonó un pensamiento horrible que retumbó con fuerza dentro de mi cabeza. Pero... Ryo-chan no era tan débil como yo... verdad? Ryo-chan no me amaba tan estúpida y locamente como para preferir morir, verdad?

Estaba aterrado, rogando incluso a un Dios en el que ni siquiera sabía que creía, que no lo apartase de mi lado y que lo mantuviera con vida para que se quedara conmigo porque… en verdad amaba a Ryo con cada célula de mi cuerpo como jamás creí poder amar a nadie y yo sí no sería capaz de vivir un día más si él me dejaba, no podría soportar perder a la persona que amaba por segunda vez. No. No debía ser negativo. Todo estará bien. Ryo estará bien y seremos felices el resto de nuestras vidas… juntos.

Los últimos minutos a bordo del taxi me parecían eternos. Saqué mi celular y comencé a mirar todas las fotografías que tenía guardadas… Aún cuando me hacía reír el ver aquellas sonrisas, su rostro dormido, sus caras graciosas, mis lágrimas amenazaban con correr cuesta abajo a través de mis mejillas, pero no tenía derecho a llorar, todo esto era culpa mía, así que las obligué a permanecer donde estaban. Lo que menos quería era verme horrible cuando me reencontrara con él después de todo este tiempo en el que habían pasado tantas cosas que me habían mantenido lejos de mi hogar… de su lado.


La avenida que daba hasta el lujoso edificio de apartamentos seguía tan limpia y desierta como siempre. El casero me dio la bienvenida como si tuviera años que no me veía, de algún modo sí era como si eso hubiera pasado. Me preguntó cómo seguía Ryo-chan, eso sí que me preocupó porque significaba que había estado enfermo o algo, no? Fue obvio que se me había ido la sangre del cuerpo cuando me dijo que había estado en el hospital y que gracias a Yamashita, que venía a verlo todos los días, no le había pasado nada grave. Lo dejé hablar cuanto quiso. De ese modo me enteré de mucho de lo que había pasado durante todos esos meses que no estuve aquí. El hombre parecía no entender la gravedad de lo que en realidad estaba pasando. Ryo, el chico responsable que incluso iba a trabajar con fiebres de cuarenta grados no había salido de casa desde hacía meses. Ryo, el chico escandaloso y extrovertido que siempre andaba por el vecindario saludando a medio mundo aunque fuera por hipocresía, no había sido visto desde hacía meses por nadie del vecindario. Ryo, el chico que siempre ve la televisión y pone música a todo volumen cuando está en casa había estado tan tranquilo, que incluso pensaron que se había ido de vacaciones o que hasta se había mudado sin decir nada. Ryo... mi Ryo, estaba encerrado dentro de su departamento sin salir, hablar o hacer ruido desde que me había ido. El horrible mal presentimiento se acrecentó dentro de mi, una sensación tan desagradable que había iniciado como un pequeño hueco en el estómago y que ahora incluso me impedía respirar con normalidad y me provocaba ligeros temblores; yo mismo sentía que había palidecido, hasta sentía las manos sudando frío. Me zafé de su conversación tan amablemente como mi paciencia y mi desesperación me lo permitieron. Una voz interior no dejaba de repetir incesantemente "sube ahora", "debes verlo ya", "asegúrate de que está bien". Corrí por el pasillo tan pronto como las puertas del ascensor se abrieron. Estaba cerrado con llave. No tenía las mías a la mano, así que importándome poco, vacié todo lo que traía en el bolso de mano al piso y revolví mis pertenencias hasta dar con ellas. Temblaba tanto que se me cayeron de las manos cuando intenté levantarme. Poco me importó dejar todo botado ahí afuera, sólo me importaba meter la llave en la cerradura y entrar. Sentía que me iba a explotar el corazón mientras sostenía el picaporte con fuerza, mis manos estaban mucho más frías que ese trozo de metal que sujetaba con fuerza.

El sentimiento no mejoró mucho al contemplar el interior. Lo primero que cruzó por mi mente fue que se habían metido a robar. Pero de inmediato descarté esa idea porque Maruno-san no mencionó nada relacionado con eso y de haber sido así, hubiera sido lo primero que me hubiera dicho. De cualquier modo, me preocupó mucho ver la sala tan vacía y oscura.
-Ryo-chan?!- El pánico se apoderó de mí al ver un bulto tirado junto a la cama sobre la alfombra de la habitación principal. -Ryo!!!... Qué has hecho?- Al encender la luz comprobé que sí se trataba de él. -Abre los ojos! Mírame... no me dejes... Te amo demasiado como para vivir sin ti!... Ryo!- Por un segundo estuve casi seguro de que me miró, una débil sonrisa se dibujó en sus labios antes de que cerrara los ojos. Mis lágrimas comenzaron a derramarse a cántaros. No. No había tiempo para dramas y crisis. Debía llamar a la ambulancia. Su celular sonaba una y otra vez. Después de colgarle a la enfermera, respondí la llamada. Yamapi llegó en menos de quince minutos al hospital y me gritó como nunca antes me habían gritado. No podía refutarle nada. En cierto modo sí era culpa mía que Ryo-chan estuviera postrado en esa cama debatiéndose entre la vida y la muerte en esos momentos.

Mi alma regresó a mi cuerpo cuando el doctor salió y nos dijo que estaría bien en unos días. Estaba vivo. Por milésima vez había sobrevivido aún a pesar de sus esfuerzos por quitarse la vida. El hecho de que le dijera a Yamashita en tono tan serio "ya le había dijo que lo mantuviera vigilado, sigo creyendo que si no puede cuidar de él en casa, lo mejor es internarlo en una institución psiquiátrica " hizo que se me helara la sangre y cuando finalizó su sermón con un frío "no aseguro que su cuerpo vaya a soportar otro intento de suicidio así que será mejor que decida lo que hará con él de ahora en adelante..." terminó por derrumbarme. Corrí a su habitación. No quería escuchar nada de aquello, sólo quería estar a su lado, sostener su mano y hacerle saber que estaba ahí con él… que lo amaba y que no lo dejaría morir.

El primer día fue el más difícil de afrontar. Había sufrido una crisis a media noche y aunque habían logrado estabilizarlo, no sabrían cómo estaba realmente hasta que despertara. Verlo tan delicado y débil me rompía el corazón. Los vendajes en su muñeca me recordaban constantemente que había estado a punto de perderlo para siempre. Aún a pesar de mi pánico a las agujas, fui el primero en ofrecerse como donante, aún cuando obviamente, no me lo permitieron, supongo que en ese momento no pensaba con claridad. Lo único que me importaba era que se recuperara. Teníamos tanto de que hablar y había tantas cosas que nos quedaban por vivir y compartir...

El segundo día transcurrió con lentitud. Los aparatos que tenía conectados le daban un aspecto aún más deprimente a su delgado y pálido cuerpo. Yamashita insistía en que me fuera y me alejara de él para siempre, pero no iba a obedecer lo que alguien como él me dijera. Aún así, el miedo a que fuera mi Ryo-chan quien me pidiera que me largara y nunca más volviera, me hacía tener pesadillas durante los pocos ratos que podía dormir. Pero tampoco quería que despertara y no me viera ahí, así que poco me alejaba de su lado en todo el día. Pasaba las horas hablándole y cantando en su oído. Sabía que eso le gustaba. Aún era así, verdad? Él podría escuchar mi voz, cierto? Me aferraba con todo el corazón a creer que podía hacerlo y que eso le demostraría cuánto lo necesitaba, cuánto lo amaba.

Después del tercer día, las horas se volvieron mis peores pesadillas y los minutos, sus mortales verdugos. Aunque ya el doctor nos había advertido que era probable que nunca despertara del coma, yo me negaba a aceptarlo. Lo conocía. Al menos lo suficiente como para saber que saldría de esta... sólo necesitaba encontrar una razón para querer seguir viviendo. Podría otra vez ser yo su razón de existir así como él lo era para mí?... Mis monólogos continuaron. Tenía la tonta esperanza de que mi voz lo guiara de regreso a mí. Así que no me cansaba de contarle una y otra vez nuestra historia de amor, cada una de las cosas que amaba de él, cada uno de los preciados recuerdos a su lado que ocupaban cada espacio dentro de mi mente y mi corazón.

El primer mes me resultó la peor tortura. Estaba harto de la vida de hospital. Tan sólo quería llevarlo a casa. Aparentemente estaba recuperado. Por qué demonios no abría los ojos y me miraba aunque fuera con odio por lo que le había hecho? El sentimiento de culpa comenzó a rondar mis pensamientos... Si tan sólo no me hubiera ido nunca de su lado... Si tan sólo hubiera regresado mucho antes... Si tan sólo no hubiera perdido tanto el tiempo hablando con nuestro casero... Qué caso tenía… Ya nada haría desaparecer la marca imborrable que le había dejado en el corazón. Había cometido un pecado que tal vez jamás merecería ser perdonado. Sí. Tal vez esta sería mi condena... vivir el resto de mis días anhelando volver a escuchar su voz y ver sus ojos, su sonrisa, teniéndolo a mi lado pero sin tenerlo conmigo nunca más. No. Ese no era el futuro que quería para nosotros. Yo lo quería de vuelta conmigo, como siempre…


Lloraba amargamente sujetando su mano con fuerza, rogando a cualquier fuerza suprema que estuviera dispuesta a escuchar a alguien tan miserable como yo, que el amor de mi vida pudiera abandonar aquella oscuridad en la que su alma estaba sumida y que volviera a caminar bajo el cielo azul... aún si no era de mi mano, hasta que me quedé dormido.

Me despertó una sensación extraña. Tal vez provocada por algo que soñaba. La verdad no estaba seguro. Primero fue un leve movimiento que de inmediato atribuí a mi imaginación, o como tantas otras veces, a un reflejo producto de su sistema nervioso que seguía trabajando con normalidad; después fue más fuerte, como si tratara de mover los dedos de su mano para asegurarse de que todavía estaban ahí. Aún estaba adormilado pero me decidí a abrir los ojos para asegurarme.

No. No era mentira. No era una alucinación. Mis oraciones habían sido respondidas. Había abierto los ojos.
-Ryo-chan?...- Lo llamé aún amodorrado. Parecía confundido mirando en todas direcciones, por momentos cerraba los ojos y un dejo de dolor cubría su rostro antes de volver a abrirlos. –Ryo-chan…- Oprimí su mano para hacerle saber que estaba ahí. Lentamente giró su rostro hacía donde yo estaba pero no parecía verme realmente. Cerraba y abría los ojos como si no pudiera ver con claridad. -Amor, me oyes?...- Entrecerró los ojos mientras seguía mirándome, no podía dejar de sonreírle, mis lágrimas habían comenzado a caer pero nada me importaba en ese momento más que saber que estaba ahí. Abrió la boca pero sus palabras no tenían sonido. Casi sin fuerzas, su mano subió hasta mi mejilla. -Bienvenido...- Me sentía tan dichoso que mi sonrisa parecía ya no caberme en el rostro. Sus dedos acariciaban débilmente mis labios mientras sus lágrimas rodaban silenciosas hasta perderse en la almohada. No dejaba de mirarme como si tampoco pudiera creer que yo estaba ahí. De nuevo intentó decirme algo, pero no pude escucharlo. Él no tenía por qué decir nada, yo era quien debía hablar en ese momento, tenía tantísimas cosas que decirle, pero quería empezar por las más importantes, las que más necesitaba hacerle saber. -Perdóname, amor... Perdóname por todo...- Lo abracé con cuidado. Cielos… cuánto ansiaba poder sentirle así. Terminé rompiendo en llanto cual niño pequeño. -No debí alejarme de ti. Fui un estúpido... Perdóname... Quiero estar contigo para siempre. No existe nadie más a quién pueda amar si no eres tú...- Apenas si podía hablar de tanto que sollozaba. -Déjame estar contigo una vez más...- Susurré mientras le llenaba de besos dulces los labios. Lo necesitaba tanto que no entendía cómo había podido vivir sin él todos estos meses.
-Estúpido egoísta...- Murmuró en mi oído cuando lo volví a estrechar entre mis brazos, sus brazos se aferraron suavemente a mi espalda. -Por qué tardaste tanto en volver?!... No vez que estuve a nada de morir por tu culpa?...- Su voz sonaba lejana, pero podía oírla, por fin podía escucharlo nuevamente, así que ni siquiera me importaba si me decía de cosas, merecido lo tenía.
-Perdóname, Ryo-chan... Te amo y no volveré a dejarte solo nunca más... Ya entendí que no necesito desear nada a las estrellas porque si tú estás conmigo no necesito nada más...- Solté de corrido todo lo que sentía en ese momento. Se separó un poco y me miró, con tanta ternura que sentí que mis mejillas se ruborizaban.
-Estúpido... Y tenías que largarte para descubrirlo?...- Apoyó su frente contra la mía.
-No... Tenía que alejarme para que descubrieras que soy tu única y más poderosa razón para estar vivo...- Se rió y me besó. Besos y besos que gritaban todo lo que no habíamos podido decirnos en todo el tiempo que estuvimos separados. Mi mayor miedo había quedado en el olvido… Ryo, mi Ryo no me odiaba, no me gritaba histérico que desapareciera para siempre de su vida. No. Sus besos decían que me amaba tanto como los míos le decían que lo amaba.
-Narcisista...- Murmuró entre risas cuando por fin nos separamos para tomar aire.
-Pero así me amas...- Hice una de mis caritas más adorables al tiempo que volvía a acomodarlo en la cama. Aunque no quisiera que nadie ni nada nos arruinara el momento, todavía debía llamar al doctor para que lo revisara. Debíamos asegurarnos de que todo estaba bien.
-Uhn...- Asintió y me jaló para recostarme sobre su pecho. No dejaba de mirarme, como si fuera la primera vez que me veía, tal vez tratando de memorizar cada milímetro de mi rostro. Empezó a besarme otra vez. Y así continuó llenándome de mimos y besos hasta que se quedó profundamente dormido. No quise que nadie lo molestara, de algún modo se veía tan apacible, que sentí como si fuera la primera vez que dormía así desde que me fui, así que quería que descansara. Ya había tenido suficientes pesadillas para toda una vida, así que merecía tener dulces sueños de ahora en adelante.

Sí. Quería pasar cada uno de mis días a su lado. Viviría mi vida haciéndolo sonreír mil veces por cada una de las lágrimas que había derramado por mi causa. Me aseguraría de alejar para siempre todo el dolor de su corazón y de que fuera feliz por el resto de sus días.

Lo amaba más que a nada en la vida y no estaba dispuesto a perderlo.  Así que estaba decidido a dar todo de mí por hacer que esto funcionara, para poder seguir compartiendo mi vida a su lado y continuar escribiendo nuestra historia juntos.

Porque nada de lo que hubiera en mi pasado valía lo suficiente como para perder un sólo segundo más de mi presente. Porque cualquier cosa que viviera con Ryo valía la pena con tal de construir un futuro donde estuviéramos él y yo amándonos.

Sí, ahora sé que aunque puedan existir heridas imborrables que nos dejen marcados de por vida recordándonos que hay cosas y personas que nos lastimaron, no hay ninguna que duela por toda la eternidad. Siempre habrá una cura milagrosa para todos los dolores… la mía la encontré en ti.



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Migajas de tu amor (EunHae)




Título: Migajas de tu amor.
Autor: Lilith 
Pairing: EunHyuk + DongHae / Super Junior
Tipo: One-shot
Género: Shonen-Ai  / Lemmon
To: @MxJewels @MxELFish por sus actualizaciones q detonan estas loqueras mías!






Y ahí íbamos otra vez.

Sutiles caricias recorriendo centímetro a centímetro de esa piel que siempre se eriza ante el calor del aliento y el contacto de nuestras manos, que terminan por acelerarnos la respiración haciendo que los labios se separen de los ajenos sólo para retomar un poco de oxígeno antes de volver a acoplarse en esa danza sensual en busca de enloquecer a la persona que desesperadamente se funde entre nuestros brazos en busca de volvernos uno. Aquella sensación adictiva recorriéndonos de pies a cabeza, inundándonos los sentidos al grado de hacernos perder la razón. Esa misma sensación que siempre nos hace sentir que tocamos el cielo con tan sólo unos minutos de entrega mutua y sincera. La explosión que hace colapsar el tiempo y el espacio a nuestro alrededor cuando llegamos al punto máximo de nuestras demostraciones de amor.

Y es que aquel golpe de adrenalina fluyendo por nuestras venas le daba un toque aún más érotico a nuestras sesiones de apasionado amor secreto en lugares poco convencionales. El saber que podíamos ser atrapados en cualquier momento hacía que aquello fuera aún más intenso y excitante.

Y es que ambos sabíamos que no era nada moral lo que hacíamos, pero qué podíamos hacer para detenernos ahora que el calor del deseo se había instalado completamente entre nosotros impidiéndonos mantener la poca cordura que nos quedaba cuando comenzamos a subir de intensidad los tiernos besos que iniciaron cuando esas pequeñas migajas de pan quedaron en la comisura de sus labios, mismos que mutaron en algo mucho más apasionado cuando su lengua se escabulló dentro de mi boca buscando recuperar lo que según él le pertenecía y que, según él, yo le había robado.

Como resultado, habíamos iniciado una de esas tantas “peleas” por ver quién sería el que llevara el control de la situación. Una lucha a muerte por el orgullo de ser el “hombre” de la relación y, claro, saber quién tendría que aguantar la incomodidad inicial de aquella intromisión que al final, seguramente nos haría olvidar quién había “ganado” esta vez debido a la oleada de placer que acompañaría toda aquella faena que ambos amábamos tener en brazos del otro una vez que la ropa dejaba de estorbarnos.

Mi madre se desmayaría si supiera que me lo montó en la cocina de su restaurante con… mi novio. Sí, porque eso era lo que él era: MI novio.

Juro que de haber sabido que él lo había planeado todo desde un principio, no habría caído en su jueguito de seducción, pero es que, carajo! Era tan endiabladamente sexy cuando se lo proponía que no podía hacer mucho por mi alma una vez que decidía hacer de las suyas escondiéndose como siempre debajo de esa carita de niño inocente.

Todo había comenzado esa mañana cuando me llamó diciendo que me extrañaba tanto que sentía que iba a morir si no me veía. El trabajo me había mantenido realmente ocupado durante los últimos cinco o seis días; y sí, la verdad es que poco había podido hacer por darle la atención y el tiempo que se merecía; pero es que, sabía que él lo entendía y que me apoyaba, así que cuando escuché su dulce y profunda voz sonando casi al borde del llanto preguntando si estaría muy ocupado durante las fiestas, no pude negarme a invitarlo a venir a la cafetería. Para ser sinceros, yo también lo echaba mucho de menos y necesitaba tenerlo a mi lado.

Ni siquiera me sorprendí cuando lo vi entrar justo después de colgar. Y menos tenía motivos para sospechar algo ya que venía acompañado de KyuHyun y SungMin. Cuando los vi acercarse al mostrador con aquellas sonrisas radiantes, lo único que se me pasó por la mente es que pretendían que tuviéramos una cita doble, como muchas otras veces habíamos hecho para no levantar sospechas por ir a lugares a donde normalmente sólo vas con tu pareja o, en nuestro caso, con un grupo de amigos.

En cuanto los escuchó, mi madre salió corriendo para saludarlos. Aquel cuadro me hizo realmente feliz. Me encantaba ver sonriendo juntas a las personas que más amaba en el mundo. Discretamente se acercó a mí y tomó mi mano unos segundos. Los suficientes para dejar entre mis dedos un pequeño trozo de papel. Ese guiño me dejó en claro que esperaba que lo leyera cuando él no estuviera. Antes de que me diera cuenta, mi madre ya los había instalado en la zona más apartada del lugar, ahí donde un par de mamparas y macetas los mantenían fuera de la vista de los curiosos y les estaba ofreciendo ya algunas bebidas y postres.

Como era de esperarse, me mandó a la cocina por sus alimentos en lo que ella tomaba asiento a su lado para platicar de alguna cosa loca como ella solía hacer cuando se reunía con ellos, así que aproveché para leer la notita que tímidamente me habían dado. No pude evitar sonreír como tonto y sonrojarme un poco cuando ví el mensaje que contenía. Aún a pesar del tiempo y nuestra convivencia, él seguía siendo un niño dulce e inocente en muchos aspectos, y ese era parte de su encanto, pero en momentos como este, su lado provocativo y travieso era el que más me gustaba.

Una vez que me senté a su lado después de servirles lo que habían pedido, rozó suavemente mi pierna izquierda con el dorso de su mano derecha. Sabía que eso era una llamada de atención, así que lo miré. Sonreía. Pero era una sonrisa muy particular. Esa que ponía siempre que… bueno… cuando nosotros… pues éso. Sentí un escalofrío recorrerme desde la nuca hasta el coxis. Diablos! Cómo podía ponerme a tono con tan sólo una mirada coqueta y una sonrisa adorable y seductora. Carraspeé la garganta un par de veces debido al nerviosismo. Mi corazón latía ya a un ritmo anormal. Y es que no sabía cómo rayos había colado su mano hasta mi entrepierna sin que nadie más se diera cuenta... empezando por mí! Aquello era algo tan fuera de él que nunca me lo hubiera esperado. Mi novio me estaba seduciendo enfrente de mi madre y nuestros amigos. Y el muy maldito estaba gozando de torturarme de ese modo con todas esas caricias subidas de tono mientras el muy desgraciado seguía conversando como si nada pasara y poniendo sus caritas tiernas. De inocente no tenía más que la fachada! Y yo cada vez me sentía más excitado. Sin decir nada, me levanté y desaparecí de ahí. Con suerte no me topé con nadie de camino a la cocina. Necesitaba un poco de aire y un vaso de agua fría… muy fría.

Lo sé. Lo lógico hubiera sido que me fuera directo al baño y que yo mismo me encargara del “pequeño” problema que se estaba empezando a formar dentro de mis pantalones. Pero algo me decía que eso era precisamente lo que mi querido novio quería. Y no iba a caer en sus jueguitos. Maldito! Pero ya me las pagaría! Me las cobraría y con intereses la próxima vez que él quisiera estar arriba. Y en esas estaba, planeando mi venganza cuando lo vi asomar la cabeza por la puerta que daba al restaurante.
-Tú mamá me mandó a ver qué tenías…- El muy cínico me miraba con cara de cachorrito abandonado como si de verdad estuviera preocupado por mí. -…dijo que no te veías muy bien cuando te fuiste… que tenías la cara muy roja…- Entró y caminó tocando cosas por aquí y por allá sobre los estantes y mesas hasta llegar a la parte trasera, que era donde yo estaba. –Estás bien HyukJae?...- Se acercó y me susurró al oído lamiendo el lóbulo de mi oreja al terminar de hablar. –No te ves muy bien…- Sopló suavemente en el mismo lugar haciendo que mi cuerpo se estremeciera de pies a cabeza.
-Estoy bien!...- Respondí todo alterado haciéndome un paso hacia atrás. –Sólo necesitaba beber algo frío…- Le mostré el vaso que acababa de dejar sobre el fregadero.
-Mmm… ya veo…- Volvió a cortar la distancia entre nosotros y se me quedó mirando. Sus labios empezaron a curvarse de nuevo hasta formar esa maldita sonrisa que tanto me descolocaba en ese momento. -…y yo que pensé que a lo mejor tenías algo de fiebre…- Descaradamente rozó mi entrepierna con mano mientras la levantaba para ponerla en mi frente. -…pero no parece que tengas síntomas de resfriado, verdad?- Sus dedos viajaron hasta mi mejilla y luego se perdieron hacia abajo quedándose en mi cinturón. -…me pregunto qué podrá ser?...- Se pegó más a mi cuerpo. Su aliento rozando mis labios. Trataba de mantener el control de mi mismo. No podía seguirle el juego. Carajo! Estábamos en el restaurante de mi madre y cualquiera podría entrar de un momento a otro porque ya hacía un rato que se había ido a comer los empleados. –Mmm… mis favoritas…- Se inclinó sobre mí haciendo que me sentara sobre la mesa y agarró un par de galletas de la pequeña canasta que estaba en la repisa detrás de mí. Y por supuesto, que en el proceso no desaprovechó la oportunidad de rozarme por completo con su pierna, haciendo que un suave gemido se me escapara involuntariamente. Gesto ante el cual sonrió casi con perversidad mientras se llevaba la galleta a los labios y le deba un par de lamidas antes de morderla. Algunas migajas quedaron en las comisuras de sus labios. Perdí todo control de mí cuando quitó las de un lado con su lengua en un gesto por demás sugestivo y antes de que hiciera lo mismo con las del otro lado, me abalancé sobre su boca y las quité lamiendo yo mismo antes de besarlo con toda la fogosidad que el muy maldito había despertado en mí.  –Hey! Por qué te robas mis morusas?!- Me miró serio y en el acto, su lengua ya se había internado dentro de mi boca buscando lo que le había sido robado. Aquello era tan alucinante. El sabor dulce se entremezclaba con el sabor del té que había estado bebiendo antes y con nuestras salivas, haciendo de aquello, algo delicioso y adictivo. Nuestras lenguas luchaban por ganar aquel “tesoro” y el sonido húmedo de esos besos sólo logró que todos mis esfuerzos por bajarme la calentura se fueran al diablo en tres segundos. Mis manos ya se habían aferrado a su trasero y lo atraían contra mi cuerpo obligándolo a ponerse de puntitas, al tiempo que sus manos se colaban por debajo de mi suéter y camisa acariciando y arañando las porciones de piel que iba “conquistando” a su paso. Retomábamos oxígeno sin dejar de besarnos. Ninguno de los dos quería perder esta vez. Pero yo necesitaba probar algo más, así que no me importó ser el primero en “ceder”.

Mi mano izquierda seguía acariciando su trasero por sobre su pantalón mientras que la derecha estaba ya en su nuca. Sin que lo esperara, tiré de su cabello, lo suficientemente fuerte como para que echara hacia atrás su cabeza y me diera acceso a su blanco y suave cuello, ese que ahora era lamido y mordisqueado haciendo que sus primeros gemidos llegaran quedito a mis oídos. Oh… sin duda esa era mi música favorita!
-Alguien necesita aprender modales…- Susurré en su oído cuando me dedicaba a lamer y morder los lóbulos de sus orejas. Sabía que eso lo hacía enloquecer.
-Y tú me los vas a enseñar?...- Jadeaba agarrándose con fuerza de mis hombros para no caer. Lo tenía sujeto por la cintura y lo había echado hacia atrás un poco mientras yo me inclinaba hacia adelante para besarlo mejor.
-Me temo que no te vas a salir con la tuya, Pececito…- Comencé a dejar picos por toda la piel que tenía a mi alcance. Por fin había podido recuperar un poco de cordura. Me esforzaba en hacer que mi respiración volviera a la normalidad.
-Ya lo veremos…- Nunca conté con sus “tácticas infalibles”.
-A-ah… DongHae! Qué haces?!...- Cuando menos lo pensé, su mano ya estaba dentro de mi pantalón masajeando con dificultades mi erección semi despierta.
-Levantando la bandera de mi territorio conquistado…- Rió divertido. Cerré los ojos debido al corrientazo de placer que sentí cuando presionó con sus dedos la punta. Volvió a recargarme contra la mesa. El maldito estaba dominando por completo la situación!
-No jodas! Alguien puede entrar…- Mis fuerzas me abandonaron por completo. Su otra mano había vuelto a colarse debajo de mi ropa, su tacto se sentía frío en comparación a mi piel, aquellos pellizcos en mis pezones hicieron que me temblaran hasta las piernas.
-Pues más nos vale terminar pronto…- Ese tono seductor contra mi oído me hizo estremecer.
-Eres un maldito pervertido!- No podía dejar de suspirar y jadear por lo bajo.
-Me pregunto de quién será culpa?...- Ese movimiento de su mano hizo que me tuviera que morder el labio inferior para no gritar de placer. -…no fui yo quien se llenó la agenda de tantos compromisos que no se dejó ni quince minutos para hacerle el amor a su novio en semanas…- Presionó con más fuerza mis pezones. Eché la cabeza hacia atrás dándome un buen golpe que le arrancó un ligera carcajada. –Así que deja de quejarte… que tampoco es como que estés haciendo mucho por detenerme…- Sacó la mano y empezó a desabrocharme el pantalón. –Si aquí el mayor pervertido eres tú… Hyukkie…- Envolvió mi miembro con su mano y empezó a subir y bajar a todo lo largo. Dios! Estábamos en la cocina de mi madre! Y ella estaba ahí afuera charlando con mis amigos!
-DongHae… Sigamos en la noche en el departamento, por favor…- Puse mi mano sobre la suya para apartarlo de mí. Si seguía así, me iba a correr en menos de 5 minutos. Sentía que se  me iba a salir el corazón por la boca. Para mi sorpresa, él se detuvo. Su mano seguía asida a la mía sin oponer resistencia. Por fin pude abrir los ojos. –AAAH!- Oh Dios! Él estaba esperando justo a que lo hiciera para que viera cuando se la metía toda en la boca! Ni siquiera noté cuando se arrodilló frente a mí… Joder! Se sentía tan bien!
-En serio quieres que pare?...- Susurraba divertido mientras me hacia sufrir con esas ligeras lamidas.
-No… No pares…- Estaba a nada de terminar. El infeliz no me iba a dejar así. Sujeté su cabeza con mi mano libre y empecé a marcar el ritmo. Cielos! Me iba a correr ahí mismo! Mi madre me iba a matar si se entera! Y él se veía tan inocente ahí abajo como si estuviera comiendo caramelos! De nuevo esa maldita sonrisa perversa… más bien malvada. –Por qué paras?! Joder, Hae! Estoy a nada de terminar!- Esa risita no me gustó nada. Se levantó rápidamente y me hizo girarme dejándome con el pecho sobre la mesa. –Hae! Qué haces?!-
-Tú qué crees?...- Susurró en mi oído con su cuerpo sobre el mío. Escuché claramente el sonido de su zipper bajando.
-No me jodas! En serio?!!!-
-Ajaaaa~… Esto te enseñará a no dejarme en abstinencia, HyukJae…- Y cuando menos lo pensé, lo sentí en mi entrada, deslizándose lentamente dentro de mí hasta llegar al fondo. Shit! Estaba tan excitado que el dolor se sentía incluso placentero. Gimió ronco y se quedó quieto unos segundos. –Qué no sabes que te necesito?...- Decía entrecortadamente mientras iniciaba ese vaivén que me hacía sentir que sería partido por la mitad y que a la vez me erizaba la piel de tan bien que se sentía.
-Hae…-
-No te das cuenta, de que necesito de tus besos…- Besaba mi cuello y mi cabello mientras aumentaba un poco el ritmo. -…de tus caricias sobre mi piel…- Coló nuevamente su mano derecha dentro de mi ropa y comenzó a tocarme suavemente. -…de tu pasión…- Atrapó entre sus dedos mi pezón mientras empujaba con más fuerza al embestir y me hacía gemir un poco más alto. -…Hyukkie, odio que no duermas conmigo…- Volvió a anclar ambas manos en mi cadera. Mierda! Estaba a punto de tener el mejor orgasmo de mi vida…
-Hae! Yo… voy a…- Ni siquiera pude terminar de decirlo. Llevó una de sus manos a mi miembro y empezó a masturbarme al mismo ritmo frenético con que me penetraba. Mis sentidos colapsaron de pronto dejándome perdido en esa explosión de calor que hizo que cada célula de mi cuerpo se estremeciera y que las piernas me flaquearan. Él también terminó. Sentía la calidez  de su semen inundando mi interior. Dejó su cuerpo caer sobre el mío.
–Te amo tanto, HyukJae…- Me acarició dulcemente la mejilla. –No vuelvas a dejarme solo tanto tiempo… Creí que iba a enloquecer…- De repente lo sentí tan vulnerable. Hice acopio de todas mis fuerzas para levantarme y girarme para abrazarlo. -No puedo vivir con sólo migajas de tu amor, Hyukkie...-
-Lo siento, Hae… Te juro que no volverá a pasar… Te amo…- Le di un beso. Tranquilo, tierno. Uno que le alejara todos sus miedos y le recordara que es el amor de mi vida y mi razón de existir. –Toma… será mejor que volvamos a la mesa con los demás..- Alcancé un par de servilletas de papel del estante que estaba detrás de mí y se las extendí.
-Sí…- Sonrió sin mirarme. Sus mejillas estaban sonrojadas. Me pareció tan lindo que no pude evitar volver a besarlo.
-Aún sabes a galleta…- Echó a reír por mi comentario.
-Por tu culpa no volveré a ver las galletas del mismo modo…- Terminó de limpiarse, se abrochó los pantalones, se lavó las manos, tomó otra galleta, se la echó a la boca completa y salió de ahí. Estaba tan avergonzado. Nuevamente era mi adorado e inocente Fishy. Reí también. Mierda! Me acomodé la ropa tan rápido como pude. Podía escuchar voces viniendo de la entrada trasera. Y aún tenía que limpiar el piso. Maldito DongHae! Ya me las pagará en la noche!


No me extrañó para nada que todos se me quedarán viendo raro cuando volví a la mesa. Ninguno decía nada y me daba escalofríos sentir sus miradas siguiendo cada movimiento que hacía mientras me sentaba frente a mi chico. Había llevado conmigo la canastita con las galletas. La dejé en el centro de la mesa. Sus mejillas se tiñeron de rojo y agachó la mirada. Ese maldito silencio sepulcral me estaba poniendo de los nervios. Qué carajos había pasado durante esos cinco minutos que tarde en salir después de que DongHae volviera?
-QUÉ?!!!- No pude soportarlo más.
-Jajajajajajajaja!- Los dos echaron a reír como desquiciados. Acaso nos habían visto?! No, eso no podía ser… o sí? Él seguía sin mirarme, tan sólo jugaba con la cuchara que estaba en su taza de té.
-DongHae?...- Busqué su mirada en vano.
-Creo que mejor nos vamos, hyung…- SungMin reía divertido intercambiando miradas con KyuHyun.
-Por qué?!...- Los miré a ambos con semblante serio. Mi madre venía de regreso. Al parecer había ido a atender a algunos clientes.
-No creo que DongHae se vaya a conformar con recibir las “migajas de tu amor”…- Decía con malicia nuestro maknae, aguantándose las ganas de estallar a carcajadas. –No después de tantos días “a dieta”…- Ahora sí había echado a reír con todo. DongHae parecía avestruz casi escondiendo la cabeza debajo de la mesa.
-Supongo que ahora querrá comerse él solito tooooodas las galletas, verdad DongHae?!- Incluso SungMin le hacía segunda a Kyu. El rubor de mis mejillas se había encendido por completo.
-Hijo, estás bien?...- Apenas llegó hasta nosotros, me tocó la frente. –Qué raro! No parece que tengas fiebre…- Decía inocentemente mi madre. –Por qué no vas a casa un rato y descansas…-
-Hazle caso a tu mamá, EunHyuk… no queremos que ninguno caíga enfermo debido a las calenturas no atendidas…- Ese brillo perverso en los ojos de KyuHyun hizo que me apenara aún más.
-Ya nos vamos, señora, otro día vendremos a visitarla!- SungMin se despedía de mi madre, arrastrando consigo a DongHae, quien sólo le sonrió a mi madre haciendo una reverencia educada.
-Muchas gracias por sus atenciones, señora…-
-Sí, hijos, que les vaya bien… Cuiden de mi HyukJae, por favor…-
-No se preocupe… Nos aseguraremos de que permanezca en cama por el resto del día, verdad, DongHae?- El pobre ya no podía ponerse más rojo. Salió disparado fuera de ahí. Tomé mi chaqueta. Le di un beso a mi madre y salí detrás de ellos.


-Me van a explicar de qué demonios iba todo eso?!- Grité apenas subimos al coche.
-De nada Hyung…- Decía con una de "esas" sonrisas KyuHyun. SungMin se hacía el inocente como siempre. -Nosotros sólo les ayudamos a entretener a tu mamá para que pudieran seguir “hablando” tranquilamente en la cocina…- De pronto lo entendí todo. Frené en seco y los miré a través del espejo retrovisor. Ambos tenían la misma sonrisita.
-Hae… Les pediste ayuda a estos dos?!- Se cubrió el rostro con ambas manos. Incluso sus orejas se habían puesto rojas.
-Crees que de no ser así, él se hubiera comportado como un auténtico EvilHae?!- El par en el asiento trasero sonreía de un modo que a cualquiera le hubiera provocado escalofríos.
-No es cierto, KyuHyun-ah! Sólo hice una de todas las cosas que me sugirieron!!!- Trató de defenderse. Mi boca casi se fue hasta el suelo y mis ojos se abrieron de par en par.
-Fuera los dos!!!- Quité los seguros de las puertas.
-Hyung?!-
-FUERA!!!- Intercambiaron miradas de confusión pero bajaron del auto.
-EunHyuk?...- 
-Ya que parecen haberle “enseñado” cosas nuevas a mi inocente e ingenuo novio, corrompiéndolo al grado de que casi me viola en la cocina, se joden y no regresen a la casa hoy hasta que se me baje por completo la “calentura”, entendieron?!…-
-EH?!- Los dos se quedaron estupefactos cuando me puse en marcha y los dejé ahí a media calle.

Dios! Si aquello había sido sólo una de todas las cosas que ese par de pervertidos le habían aconsejado a DongHae para seducirme, no me iba a perder la oportunidad de probar las demás aun si no podía sentarme ni caminar cómodamente por el resto del mes! A quién demonios le importaba?! Quería disfrutar a mi EvilFishy hasta que el cuerpo no me diera para más. Además... por supuesto que me había asegurado de llevar conmigo las galletas!



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Glorious (RyOkura)



Título: Glorious.
Pairing: Ryo + Okura 
Fandom: Kanjani 8
Tipo: One-shot
Género: Shonen-Ai 
To: Hanashi que gracias a su dedicacion y amor por los eito, me ha hecho amarlos cada vez un mucho más ;) sin contar q x su culpa desde anoche traigo esta canción en la cabeza :P
05/Nov/2012





La suave y cálida luz del sol se colaba a través de las vaporosas cortinas de su habitación haciéndole sentir una tibia sensación en la mejilla que poco a poco le dejó en claro que ya era hora de levantarse aún cuando no quería, aún cuando prefería seguir sumergido en medio de sus sueños. No, no de cualquier sueño, tan sólo de ese que acaba de tener y que le había hecho sentir la más grande felicidad recorriendo cada célula de su cuerpo, ese cosquilleo que parecía seguir revoloteando en su interior y que a pesar de la inconformidad por saber que no ha sido mas que un sueño, lo hace despertar con una enorme y boba sonrisa enamorada que le ilumina el rostro.

Porque gracias a ese sueño, por fin lo ha entendido todo; ha sido capaz de darse cuenta de lo que tanto había tratado de negarse por temor, verguenza y hasta por orgullo. Porque había sido ese sueño el que le había mostrados la felicidad que él mismo se había obligado a reprimir por miedo al rechazo y a lo que diría la sociedad.

Pero ahora que había tocado el cielo con las yemas de los dedos y que le había gustado tanto aquello que quería sumergirse por completo, no podía seguir haciendo de cuenta que no sentía nada por su mejor amigo, que no se le aceleraba el corazón cada que lo veía caminar dentro de su habitación, que no suspiraba cada que lo veía mirar a la nada a través de la ventana perdido en sus pensamientos, que no sentía mariposas en el estómago cada que sonreía con esa ternura que sólo él sabe desprender, que no sentía ese intenso rubor en las mejillas cuando lo miraba y le hablaba con esa voz tan profunda y seductora. No, ya no podría ser capaz de seguir ocúltando que lo amaba con locura, que era sólo por él que sus días le parecían la cosa más gloriosa y celestial tan sólo por vivir en el mismo planeta, porque era gracias a él que su propia existencia había adquirido color y forma y sería sólo por él que estaría completo por fin su corazón.

Y sin otro pensamiento en mente, saltó fuera de la cama para alcanzar el teléfono y llamarlo, porque en ese momento sólo pensaba en lo mucho que necesitaba escuchar su voz.

Porque sabía de antemano que oír su voz sería la motivación que necesitaba para buscarlo y confesarle sus sentimientos. Porque seguía marcada sobre su corazón aquella sensación de ensueño diciéndole que sería correspondido sin lugar a dudas.

Porque después de colgar sólo tendría algo en claro: quería volver realidad ese sueño. Tomarlo entre sus brazos apenas lo tuviera enfrente y estrecharlo contra su cuerpo fundiendo sus labios con los suyos en un primer beso que se convertiría en la llave al paraíso anhelado que significaría recorrer cada centímetro de su piel al ritmo de sus respiraciones agitadas y tímidos susurros encendidos de deseo escapando desde su garganta mientras pronunciaba su nombre con vehemencia. Lo quería. Lo necesitaba. Lo amaba. Y estaba dispuesto a ir al mismo infierno con tal de tenerlo tan sólo para él. Porque sólo por él había aprendido el significado de conceptos tan humanos como los celos y la mentira. Porque se sabía capaz de engañar hasta al mismísimo Dios con tal de alejarlo de cualquiera que pusiera sus ojos sobre él.

-Okura...-
-Ryo?... Qué pasa?... Son las... seis de la mañana? Estás bien?-
-Sí, mejor que nunca!... Voy para tu casa, no te vayas a ningún lado, entendiste?-
-No pienso salir de mi cama en todo el día...-
-No te preocupes, no planeo dejarte salir de ahí en un buen rato...-
-Eh?-
-Te veo en una hora!-
-Ok~...-



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Entre mis brazos. (OkeDa)



Título: Entre mis brazos.
Saga: REQUIEM
Pairing: Ueda / KAT-TUN & Okura / Kanjani 8
Tipo: One-shot
Género: Shonen-Ai / Lemmon
N/A: Bueno, pues este es el inicio de un proyecto de vampiros que tenía mucho pensando y que sólo se había quedado en borradores y storylines en mi cuaderno, pero que gracias a mi ociosidad y a mi Pato, me decidí a desarrollar por fin y claro, compartirlo con ustedes ^^b... 



[EPÍLOGO]




La luz de la luna bañaba la enorme ciudad de destellos de plata. Los sonidos más alucinógenos rebotaban de aquí a allá manteniendo alerta mi sentidos. No había nada comparable a la vida de la noche. Las luces, las personas, el sexo, los vicios... Eso era vivir a lo grande. Y para alguien como yo que ya estaba cansado de vivir monótona y aburridamente durante un par de siglos, la excentricidad del Tokio del siglo XXI era como una bocanada de la mejor droga.

Los bares de Ginza estaban como de costumbre abarrotados hasta reventar. Las chicas hermosas sonreían y saludaban en ambos lados de la acera intentando atraer a los peces gordos dentro de la sartén. Un delicioso bocadillo de media noche. Sin embargo nunca podrían llegar a ser considerados el plato fuerte dentro de mi menú. Un chico hermoso y virgen. Eso era lo único que podía dejarme satisfecho al llegar la mañana. Así había sido desde la primera vez que me entregué a la oscuridad y así seguiría siendo hasta que me hartara de ellos y del sabor dulce y adictivo de su sangre.

Su aroma me atrajo como abeja a la miel. Debía encontrarlo. Necesitaba tenerlo entre mis brazos. Sentir el sabor de su piel húmeda con cada beso. Beber avídamente de sus labios extasiados  Sí. Debía poseerlo hasta el último suspiro.

Corrí entre callejones oscuros habitados tan sólo por aquellos que se entregan sumisos a los placeres carnales y los que se esconden tras cometer crímenes atroces. Podía escuchar claramente los latidos desbocados de su corazón. Algo sabía perfectamente: destilaba miedo con cada respiración. Debía apresurarme. Uno nunca sabía cuando estaba un camarada cerca que pudiera quitarte el festín de la mesa. Hoy en día ya no respetaban territorios ni cofradías. Reinaba la ley del más fuerte y no pensaba perder esta presa.

Lo divisé desde el tejado de una tienda de ramen. Corría desenfrenadamente casi tropezando con su propia sombra. Alguien lo seguía y yo sabía qué era.
-Estabas buscándome?...- Lo recibí con los brazos abiertos cuando se me estampó de llenó al salir disparado desde el cajellón. Lo rodeé con el brazo en gesto protector, aunque más bien estaba marcando mi territorio. Sus ojos iridiscentes me miraron con rabia desde las sombras. Una mueca de descontento desfiguró su rostro. Ryo odiaba perder una pieza de colección. Mi pequeño ratoncito temblaba aferrándose a mi saco en un intento por mantener el equilibrio y recuperar el aliento. -Vamos... Puede ser peligroso que camines solo por aquí...- Lo estreché con más fuerza haciéndolo andar.
-Uhn...- Asintió mirando de soslayo la figura atractiva vestida de negro de mi antiguo compañero de andanzas.


-Gracias...- Susurró tímidamente cuando llegamos a la avenida soltándome.
-No te preocupes... Parecías asustado, no podía quedarme de brazos cruzados...- Le sonreí con dulzura al tiempo que lo miraba fijamente. Sus mejillas se tiñeron ligeramente de rojo.
-De no ser por ti, quién sabe qué me pudo haber pasado...- Sus ojos poseían algo que hacia mucho no veía: inocencia.
-Me doy una ligera idea...-
-Cómo te llamas?...- Ni siquiera sabía por qué preguntaba. Nunca antes me había importado saberlo.
-Ueda... Ueda Tatsuya...- Me miró y luego agachó la mirada. Su corazón se había vuelto a acelerar.
-Bueno, Tatsuya... Permíteme llevarte a casa. Tu amigo aún nos sigue...- Me acerqué para susurrarle lo último al oído.
-Eh?!...- El pobre palideció mientras volteaba por instinto tan sólo para comprobar que Ryo estaba en la esquina que acabábamos de dejar atrás.
-Cuidado!- Alcancé a escuchar el sonido de la navaja cortando el aire antes de que alcanzara a mi presa. Se clavó de lleno en mi brazo derecho cuando lo cubrí con mi cuerpo. La arranqué de un tirón partiendo la hoja por la mitad delante de sus ojos y la dejé caer al suelo. 
-Estás herido!- Abrió los ojos como platos al ver la sangre manando del corte. Pobrecillo, si supiera que en un par de horas no habría siquiera cicatriz.
-No es nada... Vámonos.- Lo llevé a rastras conmigo. Ryo parecía molesto, pero el hecho de que se aferrara a este chico, me dejaba en claro que lo había elegido bien. No se lo cedería aunque fuera mi mentor.
-Mi casa está cerca... si no atendemos eso pronto, podría infectarse...- Sonreí ante su sincera preocupación y me dejé llevar por sus tibias y suaves manos.


Todos sus movimientos eran tan delicados como las facciones de su rostro. Necesitaba hacerlo mío. Limpiaba y vendaba cuidadosamente mi herida. Su nívea piel hacía destacar aún más su boca roja y carnosa. No podía quitarle los ojos de encima. Mis impulsos me obligaron a besarlo. Se estremeció al sentirse entre mis brazos. Opuso resistencia al principio pero después se entregó a mis labios como si hubiera nacido para ello. Los latidos de su corazón volvían a salirse de control. Lo dejé tomar aire dando cortos besos por su rostro hasta llegar a su oreja. Los primeros gemidos se dejaron escuchar cuando comencé a besar los lóbulos bajando hasta el cuello. Que ansia desenfrenada sentir sus venas palpitando bajo su piel, pero aún no era momento. Comencé a devorar otra vez sus labios. Millones de impulsos eléctricos me recorrieron de pies a cabeza al sentir sus manos bajo mi camisa aferrándose a mi espalda mientras lo recostaba en el sillón. Uno a uno los botones dejaron de interponerse dejándome ver un cuerpo perfectamente trabajado. Mi lengua se abrió paso poco a poco desde su cuello hasta el ombligo. Sus suaves y tímidos quejidos me hacían desearlo aún más. Su espalda se arqueó en un movimiento grácil cuando mi boca se apoderó de uno de sus pezones haciéndolo gemir con un par de lametazos húmedos.
-No...- Veloces  sus manos atraparon las mías cuando me disponía a bajar más allá deshaciéndome de su pantalón.
-No te gusta?...- Me posé sobre él cubriéndolo de besos hasta alcanzar de nueva cuenta sus labios.
-No es eso... es sólo que...-
-Es tu primera vez?...- Sus mejillas se encendieron aún más de lo que ya estaban. Un tumulto de pensamientos suyos llegaron a mí. Estaba asustado de lo que sentía, todos estos años había estado guardándose para la persona a la que amara y que lo amara en igual medida. Ni siquiera sabía mi nombre y ya estaba ahí, dispuesto a entregarse en cuerpo y alma a mí. -Okura... Tadayoshi...- Susurré entre besos a su oído. Sus brazos rodearon mi cuello. Que exquisita criatura me resultaba. Aparté los mechones de cabello que tenía sobre el rostro recostándome sobre su pecho. Me miraba de un modo que me resultaba fascinante. Había algo en sus ojos que nunca antes había visto en los de nadie más. Ni siquiera en los de Ryo.
-Okura...- Qué hermosa melodía constituía su voz. Un suspiro. Una sonrisa. Entonces entendí que estaba equivocado. Me entregué de lleno a sus besos y a sus caricias. Mi ropa fue quedando sobre la alfombra a medida que me despojaba de ella. Sus labios cubrieron cada centímetro de mi piel. Su cuerpo desnudo bajo el mío era lo más hermoso que había visto en mis doscientos años de no vida. Perdió totalmente el control de sí mismo cuando mis manos tomaron su miembro erecto llevándolo al delirio mientras continuaba con mi ritmico vaivén. Mordía mi hombro tratando de contener sus gemidos.
-Grita todo lo que quieras, amor mío... No te contengas frente a mí... Déjame escucharte...- Jalé su cabeza hacia atrás tirando suavemente de su largo y lacio cabello para poder contemplar cada una de sus expresiones excitadas  -Eres lo más hermoso que he visto en toda mi vida, Ueda...-Aumenté un poco la velocidad de mi mano. Ahí estaba. El grito que deseaba escuchar. Bajé entre besos y lenguatazos hasta llegar al lugar. Su espalda dibujó un arco perfecto en el momento en que introduje su falo en mi boca. Sentí que terminaría en cualquier momento, así que volví a sus labios. Aún no era tiempo. Continué con los besos y las caricias. Sus latidos se calmaban de a poco. Sus mejillas sonrojadas. Sus ojitos brillosos. Que espectáculo más divino. El hambre comenzó a despertar. Lo acomodé entre mis brazos para poder masturbarlo con mayor libertad al tiempo que besaba su cuello por la espalda. Su ritmo cardíaco fue aumentando. Se acercaba la hora. Con ambas manos se aferró al brazo con que lo tenía sujeto por el pecho jugando con sus pezones. Sus gemidos dieron paso a ese grito ahogado y extasiado que anuncia la llegada del orgasmo. Ahí estaba. En cuanto vi la vena seductora en su blanca piel me entregué al influjo de su poderosa esencia que me invitaba a saciar mi sed con el néctar de los Dioses. Mis colmillos traspasaron fácilmente hasta llegar. Un chorro tibio y embriagante llegó hasta mi paladar al tiempo que se corría en mi mano estremeciéndose intensamente. Parecía que su corazón explotaría en cualquier segundo. Era la primera vez que ambos experimentábamos un éxtasis de este tipo. Su orgasmo se intensifico debido al beso y mi propio delirium estuvo a nada de hacerme perder la razón.

El pobre yacía inmóvil aún entre mis brazos respirando acompasadamente hasta que se quedó dormido. Lo acomodé delicadamente cubriéndolo con mi saco que seguía en el suelo y me pasé una eternidad contemplando su rostro durmiente. Sí. En algo estaba equivocado: sin darme cuenta había pasado de ser el cazador a convertirme en su presa. Me tenía bajo su embrujo y ya nada me importaba excepto tenerlo a mi lado.   


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Such a fool (RyoDa)



Título: Such a fool.
Pairing: Ueda Tatsuya + Ryo Nishikido
Fandom: KAT-TUN + Kanjani8
~Glorious - Kanjani 8~
Tipo: One-shot
Género: Shonen-Ai
To: Omocha,  my lovely RyoDa-girl, que siempre me hace feliz con sus ocurrencias y que inspira muchos de mis fics debido a su amor por la Hime y la Hebi ^w^
11/Nov/2011







-Qué vas a hacer durante tu súper semana de vacaciones, Ryo?-
-Ah... Ni idea... Qué propones?-
-Mmm... Pues por órdenes del Jefezazo tendré que pasar esta semana con los chicos... Ya sabes, toda esa mierda sobre integración de grupo y sentimentalismos estúpidos que tanto le importan para poder vender la imagen de la "familia feliz"...-
-No pareces muy entusiasmado con la idea de pasar todo un fin de semana con tu querido Kamenashi, eh?-
-Ay y que lo digas... Últimamente está insoportable!... Todo el santo día se la pasa hablando de su sobrina y riendo como idiota mientras está con el teléfono viendo los videos que ha grabado de ella en su celular o los que le manda cada cinco minutos su hermano... Me está volviendo loco!... Te juro que ese maldito aparatejo va a terminar saliendo a gran velocidad por la ventana del octavo piso de mi apartamento un día de estos...-
-Tranquilo, Akanishi... Respira... Te va a dar algo por enojarte así... Como si tú no hubieras tenido tu etapa así con tu "hija"...-
-Ah... Pero... No!... Es diferente...-
-Jajajajaja! Ajá... Si tampoco hacías otra cosa más que hablarnos de la hermanita de Shirota todo el condenado día y mostrarnos las miles de fotos que le tomabas... Vaya, qué no recuerdas que hasta te encaprichaste en salir con ella en el calendario del año antepasado...-
-Ah... bueno... Pero... Es que es mi hija!-
-Pues es la sobrina de Kamenashi...-
-Te odio, sabes?-
-Sí, yo también te odio... Chuuu~-
-Pero volviendo al tema inicial... Pues si no quieres estar cerca de Yamapi, por qué no pasas unos días con los eitos?...-
-Ay, no sé... Yoko y Maru andan siempre en su nube... Yassu y Hina iban a viajar al extranjero con la familia de Baru... Lo cual sólo me deja una opción...-
-Jajajaja comer y dormir durante ocho días enteros con Okura?... Pobre de ti, man... Por qué no vienes con nosotros?... No te prometo las mejores vacaciones de tu vida, pero por lo menos verás la luz del sol fuera de la habitación de tu eito green... Cómo puede Ueda disfrutar tanto quedarse con él...-
-Ah... pues eso es porque su Princesa de las Hadas no hace más que comer y dormir... igual que Okura!-
-Te pasas... Pero pues si quieres, puedes unirte a nosotros... Okinawa no es tan malo si tienes a quien molestar... Y siempre está el estúpido de Taguchi para liberar frustraciones...-
-Y dices que yo me paso?!-


-Jin... no quisiera herir tus sentimientos pero... Qué hace Nishikido-kun aquí?... Este viaje no es meramente por placer, recuerdas?... Johnny-san está preocupado por nuestra convivencia como grupo fuera del escenario...-
-Tranquila, Tortuga... Sólo viene a cargar mis maletas... No lo iba a dejar solo en su casa cuando pasa por un mal momento...-
-Qué le sucede?!-
-Tranquilo... Creo que no quiere preocupar a nadie con sus problemas... No quiere que nadie se entere...-
-Oh... entiendo... Bueno, vale, puede venir... Pero que no cause problemas! Y entiendes a lo que me refiero, verdad?-
-No me veas así, Tortuguita... Te prometo que se va a portar bien... Hasta le traje su bozal y su cadena...-
-Ja-ja~... Que gracioso...-
-Oh, vamos, Kame... dónde quedó tu sentido del humor?...-
-Pues más te vale que se mantenga lo más alejadito de Tat-chan... La última vez que quiso volverse "nuestro amigo" terminó haciéndolo llorar en televisión nacional...-
-Ay, Kame! Por favor... No seas exagerado... Ya pasó toda una vida de éso...-
-Pues tú y él pueden pensar eso, pero Tat-chan aún tiene esa cicatriz en su pobre corazón...-
-Mmm... Mejor me guardo mis pensamientos al respecto para mí mismo...-
-Sí, si eres tan amable... Sabes que no me gusta que se metan con Tat-chan...-
-Kame, no eres su madre, lo sabes, verdad?-
-Pues no seré su madre pero sí soy su amigo... Y suponiéndose que tú también lo eres, deberías cuidar de él aunque fuera un poquito en vez de estar viendo como le terminas de fastidiar el fin de semana...-
-Eh?... Yo?... Y ahora qué hice?-
-Ni pongas esa carita de inocente que esta vez no va a funcionar conmigo... Bien que sabes que Tat-chan ya tenía planes con su familia, pero te empeñaste tanto en hacerte el interesante, que ahora toda la prensa cree que nos odiamos!... Y gracias a este viajecito que nos agenciaste, nuestras vacaciones tan esperadas se fueron al caño... Ya madura, Jin...-
-Kaaame~...-


-Creo que tu amada Tortuga está molesta contigo...-
-Cállate... Se terminó de cabrear porque estás aquí...-
-Uy!... Por eso te dije que no era buena idea... Cualquiera puede pensar cosas raras de ver la relación que tenemos...-
-Pues ni siquiera es por eso... Es meramente culpa tuya por haber molestado tanto a Ueda cuando éramos juniors...-
-Qué?!... No me digas que aún no lo superan?... Dios, como hay gente aferrada en esta vida, eh?... Yo ya ni me acordaba de eso... Sólo fue una broma... media pasada, lo admito, pero pues me disculpé con él!... Igual no fue cosa mía, el Vegete da las órdenes y yo sólo las acato...-
-Ajá... Y qué?, si te dice que te desnudes en su oficina también le vas a hacer caso?-
-No inventes!... Que idioteces se te ocurren!-
-De qué se ríen?...-
-No molestes, Taguchi... Ve a ver si Ueda no necesita ayuda con su equipaje...-
-Ok... El pobre nunca sabe qué empacar y qué no y termina cargando demasiadas cosas...-
-Y dices que yo me paso, eh?... Pobre de Taguchi. Le vas a causar traumas psicológicos de lo mal que lo tratas...-
-Qué te importa... A ti tampoco te cae bien y no te digo nada...-
-Pero yo no tengo que estar con él 24/7 por normas de contrato...-
-Ah... Te odio...-


-Yo~!... Tanto tiempo sin vernos, Ryo!-
-Hola, Koki!... Pues es porque no quieres, nosotros siempre llevamos la fiesta a donde quiera que vamos...-
-Sí, lo sé... Pero pues ya ves que hemos tenido algunos problemas últimamente, así que pues...-
-Ay, pretextos baratos aquí no, eh?!... Que Akanishi está pasando por las mismas y no falta cada semana...-
-Ajap... Y por eso mismo aquí estamos en vez de estar disfrutando del sol y las olas...-
-Jajajaja... Ok, no diré nada...-
-Haces bien, que en parte esto es culpa tuya...-
-Nos vamos?... Aquí están los boletos... Por suerte conseguí uno para ti, Nishikido-kun... Supongo que querrás viajar junto a Jin...-
-Ah, no te preocupes, da igual... Pienso dormir todo el camino, no dormí muy bien anoche por empacar de última hora...-
-Ok, entonces veamos... cómo repartir los lugares?...-
-Ah, dame este...-
-Pero... ese es... Espera! No te vayas!... -
-Qué pasa, Kame?-
-Es que tomó el boleto del asiento junto a Tat-chan...-
-Eh?!... Y Ueda?-
-Ya está abordo... No se sentía bien y quería dormir...-
-Mmm... Entonces sólo tenemos que despertar a Ryo antes de que Ueda despierte y no habrá problemas... Relájate... No me gusta esa arruguita que se te empieza a formar en la frente de tanto que arrugas el ceño... Debemos cuidar tu carita hermosa, sabes?-
-No seas barbero... No creas que con tus besos y palabras dulces se me va a pasar...-
-Ah, vamos, Tortuguita... No quiero que estemos así todo el fin de semana...-
-Eso debiste pensar antes de traer a tu víbora...-
-Jajaja... Ok, ok... Le pondré su bozal ahora mismo, de acuerdo?...-
-Taguchi, Nakamaru... Es hora... Dónde está Koki?-
-Debe haber ido a comprar algo de comer... Dijo que tenía hambre...-


-Kame... Crees que esto sea buena idea?...-
-Taguchi, cállate, sí?... Qué no ves que ya está lo suficientemente estresado sin que tú contribuyas...-
-Lo siento...-
-Mejor ponte a jugar algo y no hagas ruido... Lo que menos queremos es que Ueda se despierte, verdad?-
-Pobre Uepomu, que suerte tiene... De entre todos los boletos, Ryo tenía que sacar justo el que estaba a su lado...-
-Cállate, Koki!!!-
-Cállense ustedes, hacen más ruido gritándome los tres al mismo tiempo!-
-Junno, sigue dormido?-
-Mmm... Sí... Lo bueno es que trae los audífonos puestos...-


-Jin... no te duermas... Prometiste quedarte despierto para vigilar a Tat-chan junto conmigo...-
-Hay que dormirnos un ratito, Kame... son seis horas de viaje, me siento cansado... No sé por qué el Jefe no nos mandó boletos de avión en vez de hacernos viajar en tren y transbordador...-
-Porque bien que sabía que estando en medio del mar no tendrías a dónde correr lejos de nosotros?...-
-Ah, buen punto... Bueno, duérmete...-
-Pero pon la alarma para dentro de dos horas...-
-Sí, mamá... no te preocupes...-


-Koki... No me uses de almohada... Koki... Koki?-
-Déjame dormir, Ueda...-
-Ryo?-
-Shhh... Qué no ves que todos duermen?... Sé buen chico y vuelve a cerrar los ojitos, sí?-
-Qué haces aquí?-
-Soy tu hada madrina, de acuerdo?... Ahora vuélvete a dormir o no te concedo tus tres deseos...-
-No, déjame pasar, por favor...-
-Estás mal de la cabeza? A dónde piensas ir a esta hora?... Está haciendo frío aquí dentro, te imaginas a cuántos grados estará allá afuera?...-
-Pero no me quiero quedar aquí contigo...-
-Ay, por Dios... Llevas casi cuatro horas durmiendo plácidamente a mi lado... No debe ser tan malo si me soportas por un par de horas más... No seas infantil, quieres?... Ya estaban lo suficientemente preocupados todos de cómo fueras a reaccionar como para que hagas un escándalo por algo tan tonto como ésto...-
-Preocupados por mí?...-
-Ajap... Así que no le eches más tierra a este pozo en el que nos metió Akanishi y mejor trata de pasarlo bien, vale?...-
-No se te ocurra volver a pasar de aquí...-
-Sí, sí... Entendido... No invadiré tu línea imaginaria...-


-Maldita sea, Jin!... Te dije que pusieras la alarma!... Ni eso puedes hacer?-
-No me grites, Kame... Qué pasa?-
-Tat-chan no está...-
-Ay... Es humano, sabes?... Sí va al baño y éso...-
-Jin!!!... No seas tonto... Cómo crees que se haya sentido de despertar y que la cara de Nishikido-kun fuera lo primero que viera al abrir los ojos...-
-Ay, mierda!-


-Tat-chan?...-
-Oh! Kame... Buenos días...-
-Buenos días... Este... Yo...-
-Hacía tanto que no respirábamos aire puro... verdad?-
-Sí... es cierto... se siente bien la brisa... Tat-chan, yo...-
-Pronto llegaremos... Iré a avisarles a los demás...-
-Mmm... Ok...-


-Uepi, buenos días!-
-Hola, Jin...-
-Viste a Kame?, te estaba buscando...-
-Sí, está en el último vagón...-
-Oh...-
-Voy a buscar a los chicos... Estamos por llegar al puerto... Les avisaré.-
-Y dos horas más de aburrido viaje, eh?-
-Jejeje... Yo pienso dormir...-
-No me digas... Si eso ni te gusta...-


-Jajaja sí!, me acuerdo!... Fue cuando Yassu gritó como niña al ver que casi se cae tu cerveza encima de su guitarra!-
-Jajajaja sí! Nunca lo había visto correr tan rápido!-
-Oh! Ueda, buen día...-
-Buenos días, Maru...-
-Dónde estabas, Uepomu?... Kame te estaba buscando... Parecía preocupado...-
-Estaba por ahí... Necesitaba estirar las piernas...-
-Toma... Te compré tu jugo favorito...-
-Gracias, Junno... Será mejor que guarden todo esto, llegaremos en unos minutos...-
-Oki doki... Yucchi, pásame la caja de las cartas...-
-No sé dónde la dejaste, Koki...-
-Da igual, dénmelas, yo las guardo en el estuche del PSP...-


-Jin, no crees que Tat-chan está demasiado tranquilo para estar tan cerca de Nishikido-kun?-
-Ay, Kame... Yo lo veo bien... A lo mejor ni siquiera le importa tanto como pensábamos...-
-Espero que en esto sí tengas razón...-


-...ah, sí... De hecho viene pasando a mi lado, te lo paso?... Ueda, Tacchon quiere hablar contigo...-
-Okura-kun?...-


-Con quién habla Ueda que está tan feliz?-
-Con Tacchon...-
-Oh... Ya veo... Y por qué estás aquí cuidándole la sombra?-
-Hasta crees... Sólo espero a que me regrese mi teléfono...-
-Ah, con razón... Ay, odio viajar en barco...-
-Estás mareado, Akanishi?-
-Seeeee...-
-Y entonces cómo disfrutas tanto beber?-
-Cállate...-


-Ten... gracias...-
-No hay de qué... Al menos te ves más feliz...-
-De hecho...-
-Eso es bueno...-
-Por qué?...-
-Porque así puedo ver tu sonrisa...-
-Eh?...-
-Ryo! Ven a ver ésto!!!-
-Ya voy!...-


-Oigan, han visto a Ueda?-
-No, Nakamarada... Debe estar con Bakaguchi...-
-No... Junno estaba conmigo en el comedor...-
-Ya miraste en cubierta?, estaba ahí la última vez que lo vi...-
-Seguro de que no lo lanzaste por la borda, Ryo?-
-Jajaja... Ay, Koki... Me lo imaginé!-
-Akanishi Jin!, no es momento para que te rías!-
-Lo siento, Kame... Jajaja...-
-Como se preocupan... Debe andar emocitanto por ahí o buscando hadas marinas... A lo mejor se quedó dormido...-
-No nos preocuparíamos si no fuera por ti, sabes?...-
-Uy... golpe bajo de mi Tortuga...-
-Ay, shales, yo qué?... Por qué me miran así?... Vale, vale... Voy a buscarle también, ok?... No es necesario que se pongan así... Aunque no será mi culpa si es peor que sea yo quien lo encuentre...-


-Dónde demonios se metió la princesita?... Empiezo a creer que hubiera sido mejor quedarme en casa a no-hacer-nada yo solo... Lo sabía... Tanto drama para que la señorita se hubiera escondido para tomar su siesta... Ueda... Ueda?... Hey!... Ueda!...-
-Nishi...kido...-
-Estás bien?... Dame la mano... Ven... Siéntate... Te ves pálido... Qué tienes?... Espera aquí, va?... Iré por Akanishi y Kamenashi...-
-NO!!!... No les digas nada... Por favor...-
-Pero...-
-No... Por favor...-
-Ten... Tienes sangre en la nariz...-
-Gracias...-


-Te sientes mejor?-
-Sí, un poco...-
-Qué demonios te pasó?...-
-Nada...-
-La gente no se desangra ni se desmaya por nada, sabes?... Al menos NO en este planeta...-
-No es nada...-
-Hey, cuidado!... Mejor no te levantes todavía... Ten... Tal vez un dulce te ayude...-
-Gracias...-


-Qué haces?...-
-Ver si ya dejaste de ser la princesa de las nieves y ha vuelto a la normalidad tu temperatura corporal... Mmm... Creo que sí...-
-Tu celular está sonando...-
-Ah, sí... Debe ser Akanishi... supongo que llama para asegurarse de que en serio no te lancé por la borda...-
-Jajaja... Qué tontería!-
-Eso digo yo... Pero tus amigos me tienen en muy mal concepto...-
-Pues dicen que cada quien cosecha lo que siembra...-
-Mmm... Eso me saco por amable...-
-Lo siento...-
-Olvídalo... No me importa si te ríes de mí con tal de que sonrías...-
-Qué quieres decir?... Es la segunda vez que dices cosas raras el día de hoy...-
-Ah... Pues debes ser un poco tonto para no...-
-Hey! Con que aquí estaban... Pensamos que ya eras comida de peces, Uepi...-
-Que no, Akanishi!... Lanzarlo al mar no se me ha cruzado nunca por la mente!-
-Jajajaja relájate, man...-
-No les digas nada, por favor...-
-Pero...-
-Te lo suplico...-
-Vale pero suelta mi mano... No respondo de lo que te haga si lo vuelves a hacer...-
-Venga... Que la Tortuga está toda paranoica allá abajo a punto de hundir el barco de la zanja que hará al caminar de lado a lado del cuarto...-
-Te digo que tu noviecito santo tiene problemas... Pero no, nadie nunca me hace caso...-
-Deja en paz a Kame o te pego!... Uepi estás bien?... Te ves un poco pálido...-
-Este... Es que...-
-Se estaba escondiendo aquí porque está igual o peor que tú y también se marea...-
-Ay, Ueda... Debiste decírnoslo, Kame me consiguió una pastilla maravillosa que me quitó por completo el malestar...-
-Jeje, sí, lo siento... No quería preocuparlos...-


-Waaaa! Está todo cubierto de nieve!...-
-Ay!... Por fin... Juro que una hora más de viaje y me tiró al mar...-
-Qué dramático, Akanishi!-
-Ejem... Lo dice en serio, Ryo...-
-Oh...-
-Bien, y ahora?... Kame!... Viste mis guantes?, tengo frío...-
-No, Jin... Los tenías en la mano hace rato! Ni que fuera tu mamá!...-
-Jajaja... Ahora que le hiciste a Kame, Jin?-
-Yo nunca le hago nada a Kame, Koki... Por qué me levantas falsos?-
-Ajá y yo me chupo el dedo...-
-En serio?! A tu edad?...-
-Ja, ja... Que gracioso, Ryo...-
-Oigan... Por qué todos me ignoran?...-
-Porque eres un idiota, Taguchi...-
-Jin!...-
-Qué?... Ay, vale... Lo siento, Taguchi... Feliz, Kame?-


-Quién tiene las reservaciones del hotel?...-
-Ueda... Johnny-san se las dio para que no las perdiéramos nosotros...-
-Y a dónde se fue, Uepomu?-
-Creo que sí estaba muy mareado, porque me pareció escucharlo vomitando cuando entré al baño...-
-Uy, a buen santo nos encomiendan, eh...-
-Pues ni que te las hubieran dado a ti, Akanishi...-
-Ja-ja... debí considerar el tirarte por la cubierta, Ryo.-
-Mmm... Pero tendremos un problema...-
-De qué hablas, Kame?-
-Pues porque somos siete y sólo tenemos 3 habitaciones...-
-Ah, pues no pasa nada... Ryo se puede quedar con nosotros...-
-NO!!!-
-NOOOO!!!-
-Jajajaja hasta en coro...-
-Yo digo que se quede aparte...-
-Kame, no seas así...-
-Pues entonces TÚ resuelve esto...-
-Kame... no te vayas... Ay... Haber... Ryo, cara o cruz?... Cara te quedas con Taguchi y Ueda... cruz, compartes cuarto con el dúo de comedia...-
-Cara...-
-Seguro?-
-Sí...-


-Kame me va a matar por ésto...-
-Sí, de seguro que tú sí te conviertes en comida de peces cuando se entere de que dejaste a Ryo con Ueda...-
-Gracias, Koki... Siempre es bueno saber que tengo un amigo como tú que me sabe dar consuelo cuando más lo necesito... I hate you...-
-Ya sabes que también te amo, JinJin...-


-Y Ueda?-
-Se fue a acostar...-
-Qué ese chico no sabe hacer otra cosa que dormir, comer?...-
-Sí... Toca el piano y boxea y...-
-Cállate, Taguchi...-
-Siempre es así?...-
-Ya te acostumbrarás a la estupidez de Taguchi, lo bueno es que tú sólo lo aguantarás por una semana... Lo nuestro es causa perdida...-
-No... Me refería a Ueda...-
-Oh... Pues sí... Le gusta estar con nosotros... pero de un tiempo para acá, la mayor parte del rato termina encerrándose en el camerino con su música o durmiendo... Te juro que cada vez estoy más convencido de que tiene el poder mutante de poder dormir durante días y en cualquier lugar...-
-Jejeje... Sí, eso no es normal, verdad?-
-Vamos a esquiar, quieres venir?... No te recomiendo quedarte... Taguchi está necio en que juguemos guerra de nieve, sin nadie más por aquí, terminarás siendo su compañerito de juegos...-
-No, vayan ustedes... Quiero darme un baño y dormir un rato... Hay un antro al que quiero ir por la noche...-
-Ah, ese plan me agrada... Igual me zafo a Kame y voy contigo...-
-En serio que no aprendes, Akanishi...-


-Lo siento... Te desperté?...-
-No... Es que...-
-Te sientes mal, verdad?...-
-Puedes darme un vaso con agua?-
-Ten... Estás temblando... Qué te pasa?-
-No es nada...-
-Y dale con eso!... Aquí no hay nadie excepto tú y yo... Así que a menos que quieras que llame a Akanishi y le diga lo que sé, más te vale que empieces a cantar, pajarito...-
-Tengo leucemia...-
-Q-Qu-Qué... Qué dijiste?-
-Que estoy enfermo... Tengo leucemia...-
-Desde... cuándo?...-
-Hace ocho meses...-
-Ueda?...-


-Tranquilo... Respira... yo te sostengo, vale?...-
-Gracias...-
-Ten... papel... vomitas porque te sientes mal o ya empezaste con medicaciones extremas?...-
-Me siento mal... Aún no estoy tan mal como para que me internen pero mis padres prefirieron someterme a quimioterapia desde hace dos semanas... Todavía no me acostumbro a los malestares que trae consigo...-
-Pero entonces sí estás recibiendo tratamiento médico, verdad?...-
-Sí... Sólo mi familia y Okura sabían de ésto...-
-Tacchon lo sabía?...-
-Fue él quien me hizo ir al doctor después de ver que los malestares que tenía desde hacía meses empeoraban... Estaba seguro de que sólo era una anemia, como él ya había pasado por ello y no pasó a mayores, no le di mucha importancia...-
-Mmm... Creo que deberías decírselo a los chicos...-
-No!... Sólo se preocuparán... Siempre se han preocupado mucho por mí y ahora el grupo no está del todo bien... Necesitan enfocarse al trabajo y no a mí...-
-Entonces al menos díselo al Jefe... No creo que sea bueno para ti seguir con este ritmo de vida...-
-Pero... esta es mi vida... Prefiero estar con ellos, cantando sobre el escenario aunque sea por poco tiempo antes que quedarme recluido al cuarto de un hospital...-
-Ueda...-


-Tacchon...-
-Ryo-chan?... Qué pasa?... Es la una de la mañana... Qué no tienes nada mejor que hacer que llamar y despertarme?... Tan aburrido es estar con Tatsuya y los demás?... Por eso te dije qu...-
-Sabías lo de Ueda... por qué no me lo dijiste?-
-Qué?... De qué hablas?... Qué tiene que ver Tatsuya en todo esto?...-
-No te hagas el tonto... Sé lo de su enfermedad... Por qué no me habías dicho nada al respecto?...-
-Cómo sabes sobre eso?...-
-Eso no importa!... La cosa es que tú sabías lo que siento y no me dijiste nada!... Cómo crees que me siento en este momento?!-
-Ryo... Tranquilízate... Estás solo?-
-Sí... El pobre vomitó tanto que terminó exhausto y se quedó dormido...-
-Sí... los medicamentos son un poco agresivos... Se sentirá mejor después de dormir...-
-Hace mucho que empezó a sentirse mal, verdad?... Fue por eso que cambió tanto y empezó a reír y a convivir con los demás?, por qué temía poder morir en cualquier momento?...-
-Vaya... creo que sí te importa más de lo que todos pensábamos...-
-Cómo no iba a notarlo?!... Creo que es obvio que te des cuenta de esas cosas cuando se trata de la persona que te gusta!-
-Lo sé... No tienes por qué gritar...-
-Entonces es por eso mismo que duerme tanto...-
-Sí... Los medicamentos le provocan náuseas y sueño... y pues en combinación con los mareos y el cansancio que le produce la enfermedad...-
-Cómo puede seguir con todo su trabajo en la agencia en esas condiciones?-
-Tatsuya ama su trabajo... No imagina una vida sin KAT-TUN... Para él ésto es su vida... Yo ya hablé con él miles de veces pero no va a cambiar de opinión... No quiere que vuelvan a tenerle lastima...-
-Daría lo que fuera por poder cambiar lugares con él...-
-Ryo...-


-Estás despierto?... Te compré algunas cosas para comer...-
-Gracias...-
-Ten... es hora de tu medicina, verdad?...-
-Cómo lo sabes?... Okura, verdad?...-
-No te preocupes por tonteras... Dónde están tus pastillas?...-
-Ahí... La bolsa pequeña dentro de mi maleta...-


-Aló?...-
-Ryo!... Qué demonios haces que no me contestabas?!... Dónde estás?... Koki y yo estamos esperándote en el Palacio Chino...-
-No iré... Me siento cansado... Diviértanse...-


-Hola, Ryo!... Pensé que estarías con Jin y los demás...-
-Pues ya viste que no, Taguchi...-
-Sí, verdad?... Y Ueda?...-
-Ya se durmió y yo también quiero dormir... Por qué no te vas a seguir jugando al cuarto de Koki... Ellos no van a venir hasta temprano en la mañana...-
-Pero...-
-Nada de peros... Tú y tu maldito PSP no me van a dejar dormir si los dejo entrar en la habitación...-
-Vale, vale... me quedaré en el cuarto de Koki...-


-Volví... Te traje jugo... Te sientes muy mal?...-
-Es normal... Cuando me pongo así me quedo en casa y no salgo de la cama...-
-Por eso habías dicho que ya tenías planes con tu familia?...-
-Sí... Además tenía cita con el doctor el viernes...-
-Mmm...-
-Será mejor que me ponga a hacer algo... no tarda en volver Junno y no quiero que se dé cuenta de nada...-
-No te preocupes por él... Lo mandé a dormir al cuarto de Koki, ellos están con Akanishi en un antro... No volverán hasta temprano por la mañana...-
-Gracias...-
-Así que no pasa nada, vale?... Por hoy puedes sentirte todo lo mal que quieras... me quedaré contigo hasta que te sientas mejor...-
-Gracias, Ryo...-
-Y deja de darme las gracias por cada cosa que hago...-
-Pero es que...-
-Pero es que nada... Lo hago porque quiero... Y que te quedé bien claro dentro de esa cabecita loca tuya que no lo hago por lastima ni nada parecido, eh?-
-Es que... Todo este tiempo me has odiado, así que yo...-
-Jajaja... Eres más estúpido de lo que pensé... Pero supongo que es mi culpa porque no quería que lo notaras...-
-Qué cosa?...-
-Que me gustas...-


-Estás molesto?...-
-Por qué?...-
-Porque te besé...-
-No...-
-Entonces?... No has dicho nada en la última hora... Y la programación de la televisión a las tres de la mañana no es nada entretenida, sabes?...-
-Discúlpame...-
-Tanto te desagrada la idea de que todo este tiempo he estado enamorado de ti?...-
-Eh?!... Ah, no... No es por eso... Eso no me molesta... Lo que pasa es que no lo esperaba... no sé qué decir... yo... no estoy seguro de lo que siento... no quiero hacerte sufrir si yo...-


-Si vuelves a intentar decir una babosada del tipo "si me muero..." no sólo te voy a callar con un beso... entendiste?-
-Sí...-
-Te sientes mal?... Déjame ver, tienes fiebre?-
-No!...-
-No es necesario que te apartes así de mí, sabes?... Tanto odias la idea de que te toque?...-
-No... es que yo... tú...-
-Será acaso que te gustaron tanto mis labios que hasta te elevo la temperatura?...-
-Ah! No digas esas cosas!-
-Es cierto! Lo es, verdad?... Ve! Te has puesto más rojo que un tomate!-
-Ya... Cállate, Ryo!...-
-Podría ser que sí te gusto?...-
-Hazte para allá... estás muy cerca!-
-Pues mejor vete acostumbrando... Porque esto es lo más lejos que me voy a quedar a partir de ahora, entendiste?... Y si no te parece la idea, dilo de una vez... "Ryo, no me gustas" y no volveré a acercarme a ti nunca...-
-No...-
-No, qué?-
-No quiero eso...-
-Qué cosa?... Que me quede o que vaya?-
-Que te vayas...-
-Entonces admites que te gusto?...-
-Sí...-
-Lo sabía!...-
-Ryo!...-
-Jajajajaja... Es divertido besarte desprevenido... No me puedes culpar... Tienes una carita de "viólame" que no puedes con ella, Ueda...-
-RYO!!!-


-Estás mejor?... Dios, jamás hubiera imaginado que te gustaba tanto como para que hasta te sangre la nariz sólo porque me ves sin camisa...-
-Qué tonto!...-
-Pero te hice reír... Cómo puedes sonrojarte tan fácil viviendo en medio de Akanishi y Koki?!...-
-Es tu culpa!...-
-Ah, sí?... Por qué?...-
-Porque sí!...-
-Anda, dímelo...-
-Ya sabes por qué!-
-No, no tengo ni idea...-
-Sí sabes...-
-No, no lo sé, así que dímelo...-
-Es que... me gustas...-
-Qué?... No te oí... Murmuraste algo?-
-Me gustas!-


-Taguchi?... Qué haces aquí?...-
-Oh... Koki... Buenas... Ryo me pidió que durmiera aquí porque se quería dormir temprano y yo estaba jugando Resident...-
-Espera... Déjame ver si entendí... lo que me estás diciendo es que dejaste a Ueda SOLO en la habitación de enfrente con Ryo?...-
-Ahmmm... Creo que si lo pones de ese modo suena bastante mal, verdad?...-
-No le pegues!... Ves que de por sí cómo que no le carburan las neuronas...-
-Ves?, ni Yucchi te defenderá esta vez...-


-Ueda?...-
-Uepomu!... Levántate ya! Es tu hora favorita del día... Hora de desayunar!....-
-Crees que siga dormido?... Si se volvió a acostar con los audífonos puestos es seguro que no nos escucha aunque derribemos la puerta a patadas...-
-Ah... que pinche modo de despertar a la gente tan temprano, eh... Que no ven que son apenas las seis de la mañana?!-
-Ryo... Por qué no llevas la ropa puesta?...-
-Nakamaru... No sé tú, pero yo suelo dormir en bóxers... Algún problema?-
-Ejem... no, pues no... Y Ueda?-
-Dormido... Qué más estaría haciendo una persona normal a estás horas?... Esperen... cierto... es que Ueda no es normal...-
-Ja-ja... que chistoso...-
-Ahora que si temen que lo haya amarrado a la cama mientras dormía y le haya hecho éso y áquello... pues mejor entren y vean que están mal de la cabeza...-
-Vale, vale... No hay necesidad... Vuelve a la cama...-
-Deberían dormir... De todos modos Taguchi no los dejará hacer cochinadas...-
-RYO!-


-Qué carita...-
-No me grites, Ryo...-
-De hecho no lo hago... no quiero ni imaginar cuánto bebiste para tener semejante cruda?...-
-Ni me lo recuerdes... Te juro que no sé ni cómo llegué...-
-Pues me imaginó que tu amada Tortuga te trajo a rastras, porque el pobre estaba en el lobby pidiendo un ungüento para el dolor muscular...-
-Mierda!... De seguro estará furioso conmigo...-
-Jajaja! Te lo mereces!... Al menos amaneciste en su cama y no con una extraña...-
-No seas escandaloso!-
-Que estoy hablando normal...-


-Tat-chan!... Buenos días...-
-Buenos días, Kame...-
-No tienes buena cara... Te sientes mal?-
-No... Bueno, algo... Creo que sigo mareado... por el viaje... pensé que se me pasaría al despertar, pero no fue así... Igual espero que se me quite después de desayunar...-
-Sí... ojala... Por cierto, iremos al museo del papel más tarde, vendrás con nosotros?-
-No lo sé...-
-Bueno, piénsalo... Aunque vaya Nishikido-kun... nosotros estaremos ahí, ok?...-
-Sí, no te preocupes... No me importa que vaya...-
-En serio?... De acuerdo, entonces vendrás con nosotros?-
-Ok... Supongo que después de comer y darme un baño, quedaré como nuevo.-
-Sí... Ese es mi Tat-chan!... No me gusta cuando no sonríes, no pareces tú...-


-Yo!...-
-Oh, Koki... Hola...-
-Buscas a alguien?-
-Ehmmm... Nop...-
-Mmm... Qué raro... Supongo que ya alucino... Dormiste bien anoche?-
-Sí... normal, supongo... Por qué?-
-Es que pareces cansado... y dormiste mucho como para verte cansado...-
-Ah, no te preocupes... Supongo que es cosa del cambio de temperatura o el aire... da igual...-
-Deberás disculpar la idiotez nata de Taguchi...-
-Eh?... Por qué o qué?-
-No sé cómo se le pasó por la cabeza que dejarte a solas con Ryo era buena idea...-
-En realidad no me molesta... no sé por qué siguen pensando éso...-
-Bueno, es que después de todo lo que pasó...-
-Se disculpó... a mí ya no me importa lo que dijo... igual ni fue cosa suya... siempre he pensado que sólo se dejó llevar por lo que alguien más le dijo que hiciera...-
-Supongo que eres más maduro de lo que a veces pareces...-
-Oye...-
-No me veas así... Das miedo, Uepomu...-


-Vaya... Quién hubiera dicho que la semana iba a pasar tan rápido y que hasta me iba a divertir con ustedes?...-
-Que grosero eres, Jin...-
-Yo apoyo su comentario!...-
-Nishikido-kun!-
-Qué?... no te enojes, Kamenashi... Nunca pensé que hasta Taguchi pudiera ser una persona interesante... sólo es cuestión de saberle encausar su estupidez habitual...-
-Gracias, Ryo...-
-Este... Junno, no te está halagando, no le des las gracias...-
-Oh... Bueno, da igual, yo también lo pasé bien con él...-
-Bueno, supongo que aquí es donde cada quien toma su camino a casa, no?-
-Así es, Kame... Aunque yo diría que mejor te lleves contigo a Jin, porque lo creo capaz de irse de parranda y no llegar mañana a la oficina...-
-Tienes razón, Nakamaru... Jin, tú te vienes conmigo!-
-Eh?! Yo?! Por qué? Ahora qué hice, Tortuguita?...-
-Nada... Y por éso mismo, así quiero que sigas...-
-Bueno, nos vemos mañana chicos!-
-Bye bye, Junno...-
-Yo también me despido...-
-Nos vemos luego, Ryo...-


-Qué haces aquí?... No te habías ido a casa desde hace rato?-
-Noup... Pero supuse que te incomodaría un poco si te decía enfrente de los demás que te llevaría a casa...-
-Ryo...-
-Sube... Dame tus cosas...-
-Gracias...-


-Vaya... Tú casa es enorme...-
-Claro que no... Sólo es para que viva yo, no iba a comprar una mansión...-
-Sí, imagino que las princesas están acostumbrados a estas cosas...-
-Hey!...-
-Es broma! Es broma!... A mí me gustas tanto si tienes dinero como si no...-
-Ryo...-


-Deja de besarme así...-
-Por qué?... Temes no poder parar?...-
-No...-
-Entonces?-
-Me preocupa más que no quieras irte de aquí...-
-Me estás corriendo?-
-No!-
-Entonces... me estás proponiendo que pase la noche contigo?...-
-Yo...-
-Volviste a ponerte rojo!-
-Yo...-
-Vale... me quedaré contigo...-


-Ueda?... Sigues en el baño?... En serio era literal eso que decía Akanishi sobre tus baños princesa?... Oye, Ueda... Ueda?... Hey! Di algo!... Estás bien?!...-


-Se va a poner bien, Doc?-
-No se preocupe... Estará mejor por la mañana...-
-Tendrá que quedarse aquí hasta mañana?-
-Sí, es mejor tenerlo en observación... Le dije que no era muy recomendable hacer un viaje tan largo en su estado pero no pudimos hacerlo cambiar de opinión... Es demasiado serio cuando se trata de su trabajo.-
-Doctor!... Cómo está mi hijo?-
-Ueda-san, no se preocupe... no pasó a mayores porque el joven lo trajo a tiempo...-
-Eh?... Muchas gracias por cuidar de Tatsuya...-
-Ah, no, no fue nada!...-
-Cuál es tu nombre?-
-Nishikido... Nishikido Ryo... Trabajo en la agencia con Ueda...-
-Oh ya veo... Muchas gracias por ser su amigo...-


-Hola, bella durmiente...-
-Ryo...-
-Cómo te sientes?-
-Cómo me veo?-
-Del asco...-
-Jeje... Ahí tienes...-
-Sonreíste!...-
-Tienes una forma rara de hacerme feliz...-
-Ya sé... Pero así te gusto...-
-Gracias...-
-Ah... en serio... Pero ni cómo enojarme contigo por ser como eres... Tienes a quien sacar...-
-De qué hablas?-
-Tu madre me dio como mil millones de veces las gracias en la mañana...-
-Mi mamá?...-
-Sí, se fue apenas hace un rato... Le llamaron. Parecía urgente... Me pidió que me quedara contigo... Aunque igual iba a hacerlo aunque ella no me lo pidiera...-
-Oh...-
-Oye! Al menos disimula un poco lo poco que te agradó la idea de que estaré contigo todo el día!...-
-Eh?... No, no... No es eso...-
-No convives mucho con tu familia?-
-Siempre están ocupados...-
-Por eso decidiste vivir solo?-
-De cualquier modo nunca tienen tiempo para mí... así que estoy acostumbrado a estar solo...-
-Mmm... Creo q vamos a tener un problema con eso...-
-Por qué?-
-Porque parece que ya hasta te gusta estar solo pero no vas a volver a estar solo... no pienso separarme de ti ni un minuto... cómo ahí qué?-
-Supongo que tendré que comprar otro cepillo de dientes?-
-Eres un pervertido! Era para que dijeras que tendrías que comprar otra cama!-
-Para qué?!... La mía es bastante grande y cómoda, no?...-
-Ueda!-
-Mira! Sí eres humano!... También te sabes sonrojar...-


-Seguro que quieres ir a la agencia?...-
-Sí... ya de por si deben querer matarme por haber faltado ayer sin avisar...-
-Y qué les dirás?...-
-Qué me quedé dormido...-
-Todo el día?!-
-Sí... Qué?... ha pasado...-
-En serio?!-
-Sí... No es normal?-
-Noooo!-


-Me estabas esperando?-
-Sí... Aunque estaba a punto de cambiar de idea... Me estoy congelando!-
-Lo siento... Tuve que ponerme al corriente de lo que no hice ayer... Ya tenías mucho rato aquí? No tenías trabajo?-
-No mucho... Tengo libre toda la semana gracias a Tego y a Masu que están con lo de su concierto... Sólo vine a revisar unas cosas para el sencillo de los eitos... Terminé temprano y no tenía más que hacer en la agencia...-
-Lo siento...-
-Por qué?...-
-Porque has estado esperando por mí más de dos horas, verdad?... Hubieras ido a tu casa a dormir... Anoche no dormiste nada, verdad?-
-No, pero no te preocupes, igual me dormí un rato en el auto...-
-No has cenado, cierto?-
-Noup...-
-Te invito a cenar... qué se te antoja?... Iremos a dónde tú quieras...-
-En serio?!... Mmm... Déjame pensar... Quiero ramen!...-
-Ramen?... Te digo que yo invito...-
-Jajaja Lo sé... y quiero ramen... Del "Happy Noddle"... de Yokohama...-
-Jajaja... eso nos tomara como dos horas en auto dependiendo del tráfico...-
-Ajap... Ten... me despiertas cuando lleguemos... así habré dormido mis tres horas diarias...-
-Ehhh...-


-Ya llegamos?... Qué hora es?...-
-Es la hora en que las carrozas se convierten en calabazas...-
-Por qué no me despertaste?...-
-Porque parecías muy cansado... además me gusta ver tu rostro mientras duermes...-
-Eso hiciste durante todo este rato?-
-Yeap... me la pasé viéndote dormir...-
-Eres raro...-
-Mira quien lo dice... el que me hace conducir hasta Yokohama sólo para comer ramen...-
-No tienes sueño?...-
-No realmente... Y tú?-
-Noup... Podría estar despierto toda la noche...-
-Y por qué habrías de hacer éso?...-
-Jejeje... Tú por qué crees?-
-Y decías que yo era el pervertido?-
-Ok!... Vamos por esos fideos!...-


-Buenos días...-
-Buenos días...-
-Por qué me miras así?...-
-Quién dijo que sólo mi rostro es lindo mientras duermo?... No tienes frío?...-
-Sí... Un poco...-
-Ven aquí...-
-Me gusta...-
-Qué cosa?-
-Estar así entre tus brazos...-


-A qué hora saldrás de la agencia?-
-Mmm... No sé, supongo que tarde... La grabación del PV empieza como a eso de las seis de la mañana... normalmente me dejan libre despues de la una...-
-De la tarde?...-
-Ehmm... de la mañana...-
-Qué?... Seguro que estarás bien, Ueda?... El doctor dijo que no era bueno que te sobre exigieras mucho en este momento...-
-No te preocupes... Como suelen grabarnos por separado en la mayoría de las tomas, puedo descansar mientras los chicos trabajan...-
-Mmm... no me convences, pero eres demasiado responsable como para que logre convencerte de que no vayas... Y ese beso?-
-Mi amuleto de buena suerte...-


-Yo!... Uepi, buenas!-
-Hola, Jin... Llegaste temprano...-
-Jejeje sí, Kame no dejó de molestarme hasta que me levante de la cama y me metí a bañar...-
-Jajaja que bueno... Sin Kame serías un inútil irresponsable... Deberías valorar más a Kamenashi...-
-Sip... Lo sé...-
-Que ondas!-
-Hola chicos, buenos días!-
-Vaya!... Habrá que descubrir quién te tiene tan feliz últimamente, Uepomu...-
-Eh?... De qué hablas, Koki?-
-De que nos mata la curiosidad por saber quién te pone esa sonrisa de oreja a oreja cada mañana desde hace unos meses...-
-No!... De qué hablan?!-
-Se ha puesto colorado!...-
-No lo niegues, Uepi...-
-Hasta yo me he dado cuenta!-
-Uta... Para que hasta Taguchi lo haya notado es que es muy obvio, Ueda...-
-Chicos...-
-Bueno, ya que están todos aquí, comenzaremos con...-


-Comiste algo que te hizo daño, Tat-chan?...-
-Tal vez...-
-Has estado en el baño vomitando todo el día, te sientes muy mal, verdad?-
-No te preocupes, Junno... no es nada...-
-Bebe ésto, Uepomu... Has vomitado varias veces, necesitas recuperar líquidos...-
-Gracias, Koki...-
-Duérmete un rato, Akanishi terminará pronto, trataremos de darte tiempo, ok?-
-Gracias, Nakamaru...-


-Grabaremos la última parte de la coreografía en el set principal... Taguchi-kun, Nakamaru-kun, ustedes se quedan después para terminar sus tomas en solitario. Los demás podrán irse después de esto... Ok?... Todos listos?... Acción!-


-Ueda!!!-
-Corte!... Llamen una ambulancia...-
-Tat-chan!!!-
-Qué le pasó?-
-Quítale el saco, Jin...-
-Ya sé, Kame... Déjenlo respirar...-
-Ya llamaron a la ambulancia?-
-Sí, Tanaka-san...-
-Ueda, te vas a poner bien, me oyes?...-


-Nishikido-san?-
-Sí, quién es?-
-Le llamo del Hospital General de Tokio para informarle que el joven Ueda Tatsuya acaba de ser ingresado de urgencia... Su número estaba en su tarjeta de contactos de emergencia.-
-Qué?... Hace cuánto?-
-La ambulancia llegará en unos diez minutos...-
-Voy para allá... Informaron ya a sus padres?-
-No, señor... Su número es el único que tenemos en la base de datos del paciente...-


-Doctor!... Vine lo más rápido que pude... cómo está?-


-Oye, Jin, no es ese Nishikido-kun?-
-Dónde?...-
-Allá... con el doctor que atiende a Tat-chan...-
-Oh, cierto...-
-Por qué está aquí?, también se sentirá mal?-


-Necesita donantes de sangre, puede encargarse de eso?-
-Sí... Estará bien?...-
-Dependerá de cómo reaccione al medicamento después de la hemodiálisis...-
-Ryo?...-
-Akanishi, qué hacen aquí?-
-Nosotros?... Qué haces TÚ aquí?-
-Le informaré de cualquier cambio en su condición... Será mejor que se preparen para cualquier resultado, Nishikido-san, este retroceso en la mejoría de Ueda-san podría no ser esperanzador... Con permiso...-
-Ryo?... De qué hablan?... Qué quiso decir el doctor con que no es esperanzador el estado de Ueda?-
-Será mejor que se sienten... Tengo algo que decirles...-


-Debo avisar a sus familiares y llamar a Tacchon...-
-Ok... Nosotros le diremos a los chicos...-
-Llamaré a Takki... Será mejor que sea él quien se lo diga a Johnny-san... Yo... no sé qué hacer, Takki será de más ayuda que nosotros...-
-Tienes razón, Kame...-


-No llores, Taguchi... Uepi necesita toda nuestra fuerza en estos momentos...-
-…pero, Koki… es que… Tat-chan…-
-Llamaré a Koyama, entre más donantes, mejor, no?-
-Sí, Nakamaru...-
-Hay algo que no entiendo...-
-Qué cosa, Junno?-
-Por qué Ryo sabía algo que ni siquiera nosotros sabíamos?-
-Mmm... Pues porque Ryo debe ser quien ha estado con Uepomu todo este tiempo...-
-En serio?!-
-Y cómo es que nunca nos dimos cuenta?-
-Tal vez no querían que nadie lo supiera...-


-Ryo-chan!-
-Tacchon...-
-Cómo está, Tatsuya?-
-Aún no sabemos... Estoy muy asustado...-
-Tranquilo, Ryo-chan... Estará bien, ya verás... Ha mejorado tanto desde que está contigo que incluso ha dejado de decir cosas como "qué pasará cuando ya no esté?..." Desde que estás con él ha vuelto a sonreír... no dejará que esta maldita enfermedad lo separe de ti...-
-Gracias, Tacchon...-


-La peor parte ha pasado... Las próximas doce horas serán críticas... Les recomiendo que vayan a casa a descansar. No podrán verlo en estos momentos, su sistema inmunológico está demasiado débil.-
-Gracias, Doctor...-
-Nishikido-san, puedo hablar con usted un momento?...-
-Sí, por supuesto...-


-Tatsuya... tienes que abrir los ojos... sonreírme al despertar... contarme malos chistes antes de dormir... dejarme escucharte tocar el piano mientras desafino tus guitarras... hacerme segunda en todas mis locuras... darle un toque de dulzura a mis perversiones... Quiero hacer tantas cosas contigo... Tienes que recuperarte pronto... Yo... Yo ya no concibo mi vida sin ti... Me has vuelto totalmente adicto a tu boca, a tu cuerpo, a tu voz... Ni siquiera me molesta que no te guste ayudarme a limpiar los fines de semana... Sólo quiero que vuelvas a mirarme... Hace tantos días que quiero un beso tuyo... Me haces falta, maldita sea!... Y tengo tanto miedo de perderte, que ni siquiera puedo dormir pensando que si cierro los ojos vas a desvanecerte de entre mis manos como un sueño... Nunca te lo dije aunque hace mucho que lo siento... Fui un tonto. Estaba asustado... De volver a salir lastimado por entregar mi corazón... Asustado de todo lo que había crecido dentro de mí desde aquellas vacaciones... Pero... Perdóname... Debí decírtelo tantas veces... Te amo, Tatsuya...-


-Te amo y quiero que lo escuches. Así que deja de dormir y despierta de una buena vez!... Me rehúso a creer en lo que dijo el doctor... Despierta... Discute conmigo... Ríe conmigo... Llora conmigo... Úsame como costal de arena si quieres pero... no me dejes... No te atrevas a dejarme solo!!!... Te amo demasiado...-


-Sabes?... Los chicos están preocupados por mí... Pero creo que no entienden que a mí sólo me preocupas tú... Te lo prometí, recuerdas?... Que nunca más ibas a volver a estar solo... Que jamás me iba a alejar de ti... Así que no pienso ir a ningún lado aunque Kame y Baru me sermoneen todos los días por negarme a salir de aquí... Aunque Akanishi y Yoko me regañen por olvidarme del mundo fuera de estas cuatro paredes... Aunque Tacchon llore suplicándome que vaya a casa a dormir... Aunque Takki me lo ordene... No pienso alejarme de ti ni un momento... Quiero estar aquí cuando abras los ojos... Ser lo primero que vean tus ojos al despertar... como todos los días... Soy un idiota egoísta, verdad?-


-Ryo?... estás dormido?...-
-Eh?... no... estaba pensando...-
-Duerme un rato... Me quedaré contigo. Si veo que se mueve o lo que sea, te despierto de inmediato... Sé que estás harto de que te lo estemos diciendo todos los días pero... conozco a Tatsuya, sé que no sería feliz sabiendo que te has olvidado por completo de ti... Créeme... Lloraría si viera cómo estás en estos momentos...-
-Es que... no quiero perderlo...-
-No importa... llora... es mejor que lo saques... ya has sido fuerte durante mucho tiempo...-


-Descansaste?-
-Sí... Cuánto dormí?...-
-Sólo un par de horas... Si quieres duérmete otro rato...-
-No... ya estoy mejor...-
-Tienes hambre?... Kamenashi y Akanishi vinieron hace rato, no quisieron que te despertara. Nos trajeron algunas cosas para comer...-
-Gracias...-
-Debes cuidarte más, Ryo... Qué haremos si también te pones mal?... Cómo crees que se sentirá Tatsuya si despierta y se encuentra con que has caído también en el hospital por un colapso?... Ni tú ni nadie serán capaces de quitarle de la cabeza la idea de que es su culpa y no quiero ni imaginar cómo reaccione después de eso...-
-Entiendo...-
-No importa si sujetas su mano todo el tiempo, pero duerme, sí?...-
-Ok... Perdóname, creo que los he preocupado más de lo que imaginaba...-
-Por supuesto que nos preocupas... Eres nuestro amigo...-
-Gracias por todo...-
-Será mejor que me vaya... La hora de visitas está por terminar...-
-De acuerdo... Descansa, Tacchon.-
-Tú también...-


-No ha habido ningún cambio?-
-El doctor dice que su condición ha mejorado notablemente, pero hay que esperar a que despierte...-
-Al menos ya no necesita todos esos plásticos alrededor de la cama y todos esos aparatos haciendo "peep-peep" cada minuto... Me shockeaba un poco verlo metido dentro de esa burbuja con todos esos tubos...-
-Sí, ni me lo digas...-
-Pero imagino que seguirá con las visitas restringidas, no?-
-Sí, para evitar una infección o alguna otra complicación...-
-Ya veo... Y tú?, cómo estás?...-
-No lo sé... Tal vez "confundido" sea el término más adecuado...-
-Entiendo... Si necesitas algo no dudes en llamarme, debo volver a la agencia...-
-Sí, no te preocupes... Dale mis saludos a los chicos...-
-Seguro...-


-Sabes, Tatsuya?... Hace rato vino Akanishi... Creo que se escapó de la agencia en un descanso sólo para saber cómo estabas... Eres afortunado de tener tan buenos amigos... Incluso Kitayama, Tama-chan y los Question han estado viniendo a menudo para preguntar por ti aún a pesar de lo apretadas que están sus agendas en este momento... Supongo que estoy más tranquilo... Cuando Akanishi me preguntó cómo estaba, ya no fueron cosas como "mal", "preocupado", "enojado", "asustado" o "desesperado", las que acudieron a mi mente... Supongo que "confundido" no es algo tan malo... Cuando salgas de aquí voy a necesitar unas vacaciones... Qué te parece si viajamos a Seúl?... Siempre has querido visitar la isla Jeju, verdad?... Ah... Akanishi sigue burlándose de mí por "hablar solo", pero yo sé que me escuchas, no es así?... Sabes que estoy aquí contigo, cierto?...-


-Lo siento... No quería dejarte solo tanto tiempo, pero sé que me hubieras regañado si no hubiera ido a grabar... Tacchon lloró mientras cantaba su parte del solo... al final Baru y yo también estábamos llorando... Supongo que nos llegó demasiado nuestra canción... Me acordé de tantas cosas mientras escuchaba la letra... Quiero que seas el primero en escucharla... Me recuerda tanto a ti... Se llama "Glorious".-


-R-Ry...o...-
-Ueda?... Ueda!... Me escuchas?... Enfermera!!!... Vas a estar bien!...-
-Por... qué... lloras?...-
-Porque sabía que despertarías... Me escuchaste?... Todo este tiempo estuve aquí... Enfermera!-
-Sí...-
-Te amo... Te amo como jamás creí poder amar a alguien... Perdóname por no habértelo dicho antes... estaba asustado de todo lo que sentía... pero el darme cuenta que pude haberte perdido en un segundo me hizo darme cuenta de lo equivocado que estaba... No volveré a temer por lo que aún no pasa... Sólo viviré cada segundo escuchando a mi corazón que ya no sabe decir otra cosa que no sea "te amo"...-
-R-Ryo...-


-Quieres más fruta?...-
-No... estoy lleno...-
-Pero si apenas has probado lo que te trajo la enfermera...-
-No tengo mucho apetito... Quiero que nos vayamos a casa...-
-Lo sé, pero deberás quedarte un par de días más...-
-Por qué me miras así?-
-Porque no quepo de la felicidad de poder escuchar tu voz otra vez y verme en tus ojos que me miran siempre tan llenos de amor...-
-Te golpeaste la cabeza mientras estuve inconsciente o algo así?-
-Eh?!... No... Por qué?...-
-Es que no sueles decir cosas tan cursis, Ryo... Creo que mejor le pediré al doctor que te tome la glucosa, temo que te dé un coma diabético...-
-Ja-ja~... Que gracioso, no vuelvo a decirte nada lindo... Luego no te quejes, eh Ueda...-
-No me digas así... Me gusta más que me llames por mi nombre...-
-Eh?-
-Lo estuviste haciendo todo este tiempo, no?...-
-Sí...-
-Dime así de ahora en adelante...-
-De acuerdo...-
-Puedes hacer algo por mí?-
-Seguro... Qué cosa?-
-Dilo...-
-Qué?-
-Lo que me dijiste anoche...-
-Eh?... Pero... Tramposo! No me pongas esa carita... Sabes q no le puedo decir que no a esa mirada...-


-Te amo, Tatsuya...-
-También te amo, Ryo... Quédate conmigo...-
-Siempre...-
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