Inolvidable... (Nino)



Título: Inolvidable...
Autor: Lilith
Pairing: Ninomiya Kazunari + OC
~Inolvidable - Uff ~
Tipo: Song-Fic
Género: Shoujo, FanAi, Angst, AU
N/A: Escuchar los viejos discos de la adolescencia puede convertirse en una buena fuente de inspiración para escribir fics ^^b
Precuela del fic "Siénteme..."





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A menudo me preguntaba qué sería de mi vida a su lado, pero por más que construía castillos en el aire no lograba verla con claridad en mi futuro; no era que no la amara o que no me amara... Creo que fue sólo un poco de orgullo e hipocresía.

Habíamos estado juntos desde siempre.
Cuando menos pensamos ya éramos más que amigos.
Y ahora que pensaba pedirle que pasara el resto de su vida a mi lado, me recibió con lágrimas en los ojos y me dijo adiós...
¿Qué haré ahora sin ella?...
Incluso el cielo entiende mi dolor...
La fina lluvia que cubre la ciudad refleja la tristeza que habita mi corazón.
Quiero dejarla atrás...
Así como ella me olvidó en brazos de alguien más.
Ahora... Aquí, de pie en el puente donde todo comenzó, quiero dejarla ir para siempre.
Lanzaré ese anillo con el que pensaba sellar mi juramento impronunciado al olvido. Tal vez el agua logre llevárselo lejos junto con todos mis recuerdos.

Me quedé en silencio mirando la nada...
Recordando toda una vida...
Derramé un par de lágrimas más...
Ya no eran de tristeza...
Solo por la tranquilidad de saberla feliz aunque fuese con alguien más...
Una sonrisa se me escapó de los labios cuando me disponía a irme a casa.

Y entonces la vi...
Ahí de pie sosteniendo entre sus manos un paraguas rojo.
Pequeña y estática como si fuera producto de mi imaginación. Se acercó hasta mí y me cubrió de la lluvia con la sombrilla. Su sonrisa era tímida pero por un segundo fue como un rayo de luz a través de las nubes grises. Aún no me daba cuenta en ese momento, que nuestro casual encuentro sería sólo el comienzo de una historia de amor.


Apareciste un día de llovizna gris
de pronto me encontré con tu mirada llena de luz
volteaste y respondiste al verme sonreír
el mundo fue un planeta un poco más humano y azul




Caminamos en silencio por la calle, mirándonos de vez en vez sin saber qué decir. Al llegar a la estación te despediste de mí con una bella sonrisa. Pensar que te irías y tal vez no volvería a verte me hizo estremecer. Te llamé y corrí hasta ti para preguntarte tu nombre pero no respondiste. Tomaste mi mano entre las tuyas, estaban un poco frías, con la punta del dedo trazaste algo en mi palma; cuando levanté la vista noté que lo enfatizabas con tus labios, no escuché el timbre de tu voz, pero me dijiste más de ti con esa mirada de lo que podía ser dicho con todas las palabras del mundo... Y entonces desapareciste entre la multitud que salía.

Pasaron un par de días y seguía pensando en ti. Incluso mis amigos estaban preocupados de no verme deprimido hasta la muerte por su traición. Ni yo mismo entendía lo que me pasaba. Sí, me sentía mal por aquella separación pero, tenía unas ganas inmensas de seguir viviendo y sonreír.

El sol comenzaba a ponerse cuando nos despedimos, su compañía como siempre, me resultaba un gran aliciente, ese día, sin embargo, sentí un imperiosa necesidad de volver a casa antes. Poco después de haberme ido comenzó a llover. Corrí buscando algún refugio y llegué hasta la cornisa de una librería. Hacía frío. Una chica corrió hacia el mismo lugar. Cual no fue mi sorpresa cuando apartó el cabello de su rostro, al ver que no era otra más que tú. Al verme comenzaste a reír, no había sonido pero podía escuchar la melodía que provenía de tu risa y extrañamente también empecé a reír. De alguna extraña forma me hacías tener esa necesidad de ser feliz.

Pasaban los minutos pero la lluvia no cesaba. Comenzabas a temblar, no había notado que tú venías empapada. Te pedí que te quitaras la chamarrita con la que te cubrías y te puse mi sudadera, te quedaba un poco grande pero te veías lindísima dentro de ella. Viste que comenzaba a darme frío y te pegaste un poco a mí. Por primera vez en muchos años sentí aquellas mariposas en mi estómago.

Se hacía cada vez más tarde y me preocupaba que anduvieras por ahí tan noche tú sola así que te propuse correr hasta alguna avenida para buscarte un taxi, usando tu chamarra para cubrirnos del agua corrimos por al menos diez minutos hasta un parabus. Te paraste frente a mí y comenzaste a sacudirme las gotas de agua del cabello y de los hombros. Estabas tan cerca y sentía mi corazón latir tan rápido que no pude frenar lo que sentía y muriendo de miedo por tu rechazo, te besé.


Nos persiguió la lluvia
caminando por la calle
bastó robarte un beso
y mi vida cambió...



Me costó tanto dejarte ir cuando abrimos los ojos. Me mirabas con las mejillas sonrojadas, sonreíste mientras jugabas con tu cabello y entonces entendí que ya no podría separarme de ti.

Al día siguiente te esperé afuera de la librería. Nuestra primera cita estuvo cerca de ser perfecta, sólo me hizo falta el sonido de tu voz, pero me hablabas en un lenguaje tan dulce que las palabras no eran necesarias.

Nuestras tardes se volvieron mágicas. Siempre despidiéndonos a la luz de la luna con un beso. Me hacías falta cada segundo del día en el que no te tenía a mi lado. Estar entre tus brazos se volvió mi lugar favorito para vivir. Me había vuelto locamente adicto al calor de tus manos sobre mis mejillas, al brillo de tus ojos cuando me mirabas, a la forma y el color de tus labios dulces que me besaban llenos de amor y ternura, a las formas divertidas que tenías de decirme las cosas sin palabras, a tus juegos y travesuras que me hacían reír, al olor de tu cabello, al perfume que emanaba de tu piel... Estaba perdida y tontamente enamorado de ti.

Inolvidable...
Vieras como te extraño
Inolvidable...
Cada tarde a tu lado
Inolvidable...
El calor de tu abrazo
Inolvidable...
Vieras como te amo
no, no, no, no, no...




No te volviste parte de mi vida, en pocos meses te convertiste en mi mundo entero. Recuerdo la alegría inmensa el día que fui a recogerte a tu casa y tu madre me dijo que ya te habías ido, caminé un poco abatido sintiéndome culpable por haber llegado tarde, y entonces sentí tus manos cubriendo mis ojos mientras una voz dulce y desconocida y al mismo tiempo increíblemente familiar me decía al oído "quién soy?". Me giré bruscamente porque no creía lo que mis oídos habían escuchado, pero eras tú y tu radiante sonrisa mirándome tímidamente.

Corriste a abrazarme cuando viste mis lágrimas rodando por mis mejillas, estabas preocupada de que cambiara algo entre nosotros por haber recuperado tu voz, pero entonces te tomé con fuerza entre mis brazos y te besé hasta el cansancio diciéndote una y otra vez que nada cambiaría más que para bien y que mi llanto no era otra cosa más que felicidad desbordada.

Hablamos tanto aquella tarde, había tantas y tantas cosas que quería escucharte decir... sobre ti, sobre mí, sobre nosotros; después de un largo silencio en el que no dejabas de buscar algo dentro de mis ojos, sonreíste y te acercas a mi oído para susurrar finalmente el tan anhelado "Te amo" que moría por escuchar, tras lo cual te aferraste a mí con tanta fuerza que temí que fueras a desaparecer entre mi chamarra. Correspondí aquel abrazo con una sesión de besos y palabras tiernas, de esas que nunca creí ser capaz de sentir por alguien. Me pediste que estuviera siempre a tu lado, así que te llené el alma de promesas y caricias para alejar tus miedos... Definitivamente iba a pasar contigo el resto de mi vida.

Nos prometimos todo desde aquella vez,
te hiciste necesaria como el aire para vivir.
Pero el destino a veces suele ser muy cruel,
tu padre decidió buscar fortuna lejos de aquí...




Después de un par de meses tu voz volvió a dejarme, me preocupaba lo que te pasaba pero tú nunca mencionabas nada de ello, así que me dio miedo preguntar. Sí, fui un cobarde y siempre me arrepentiré por ello... pero en ese entonces estaba tan ensimismado en nuestra felicidad que me olvidé de que la vida no es color de rosa.

Aquella mañana fui a buscarte y te encontré entre miles de cajas llorando sola en un rincón. Te iban a alejar de mí y tal vez sería para siempre. Tu padre jamás iba a permitir que te quedaras aquí conmigo, siempre era exageradamente sobreprotector contigo, había sido toda una odisea conseguir que me aceptara como tu novio y aunque tu madre por el contrario siempre te dejaba hacer lo que querías, esta vez no fue así.

Inevitablemente tuvimos que decir adiós tan sólo un par de días después, prometimos no llorar, ni la distancia sería suficiente para separarnos. Nuestro amor y mis promesas nos mantendrían unidos por el hilo rojo del destino sin importar dónde estuviéramos... que ingenuos éramos.

A tan sólo tres meses de tu partida tus cartas frecuentes dejaron de llegar a mis manos. Debí haberme dado cuenta. Algo en tu letra, en tus palabras me decían que algo había cambiado. Pero me dio miedo preguntar, si acaso en tan poco tiempo, me habías dejado de amar.

Nos escribimos cartas llenas de melancolía,
pero al pasar el tiempo te olvidaste de mi...




Seis meses han pasado sin que volviera a saber de tí...
Y aunque los chicos me dicen que es lo mejor, tan sólo pensar en olvidarte me parte el alma. Te conocí en un día lluvioso como hoy... pero aunque la ciudad parece ser la misma, para mí ha perdido totalmente su color. No puedo concentrarme en el trabajo, soy un estúpido pero no puedo dejar de pensar en ti, mi niña de ojos soñadores e inocentes.

El camino a casa me parece más largo que nunca. Hoy no creo poder dormir... Quiero dejar que mi corazón se ahogue en llanto... Hoy... Sólo por hoy, lloraré tu recuerdo... Mañana... Mañana te dejaré en el ayer.

Mi casa se siente vacía y fría. Alguien llamó a la puerta y me entregó un paquete diciendo que era un envío urgente desde Estados Unidos. Lo dejé sobre mi cama sin darle importancia. Cuando salí de bañarme lo vi ahí, y aunque realmente no me importaba lo que fuera, terminé abriéndolo. La pequeña caja de zapatos tiernamente decorada estaba llena de cientos de cartas... Cartas tuyas.

Sentía que mi corazón iba explotar en ese segundo de tantos sentimientos que estaba experimentando. ¿Qué significaban todas estas cartas?... ¿Por qué llegaban a mí justo cuando había decidido dejarte ir?...

No me atrevía a abrirlas... Eran seis meses de respuestas que no estaba seguro de querer escuchar. Debajo de todos los sobres color rosa estaba una foto de nosotros. La foto de nuestra primera cita en el acuario aquel verano. Detrás estaba escrito algo que no podía entender muy bien, lo habías escrito en tu idioma natal, pero supe de inmediato que no iba dirigido a mí sino a ti misma... Lo único que sí entendí al momento fue el "ganbare!" que decoraste con estrellas moradas.

Me dio un vuelco el corazón y comencé a leer tus cartas..

Hoja tras hoja plagada de tu inmenso amor por mí... Del dolor de estar sola luchando contra una enfermedad de la que yo ni siquiera sabía... De lágrimas sobre la tinta barrida pidiéndome perdón por no habérmelo dicho... De tus miedos e inseguridades por el mañana que pudiera depararte el destino... De tus sueños e ilusiones alimentados por mis promesas... De tus recuerdos de nuestros días juntos... De tus palabras desbordantes del profundo amor que seguías sintiendo por mí...

Lloraba...
Sí...
pero mis lágrimas no eran de despedida...
Sino de alegría al saber que seguía siendo correspondido por el único amor de mi vida...
Esa niña inolvidable que le trajo luz y sentido a mi vida.

Metí lo que pude en mi mochila y corrí al aeropuerto para tomar el primer vuelo a Los Angeles. Todas tus cartas tenían la misma dirección, un hospital de California. La última estaba fechada hacía una semana. Me daba terror considerar siquiera que pudiera haberte pasado algo como para que hubieran decidido hacerme llegar tus cartas después de tanto tiempo.

No estaba dispuesto a perderte...
No esta vez...
No para siempre...


Inolvidable...
Vieras como te extraño
inolvidable...
Cada tarde a tu lado
inolvidable...
El calor de tu abrazo
inolvidable...
Vieras como te amo
no,no,no,no,no..

2 comentarios:

Xo-chan dijo...

Lo dije antes y lo repito me uto mucho el shot y la kncion ni se diga, y aunq nos gusten versiones diferentes las kncion sigue siendo la misma, me gusta esta faceta de nino q sufra por knijo a no verdad en serio me gusto y no es presion pero espero kpi pronto del fic, te extraño horrores niña, ya aparece

Xo

ஐ.•°¤ Narya Butterfly ¤°•.ஐ dijo...

Jajajajajaja
ps claro!
ya te dije que la rola nu mi utó nunca con Flavio Cesar XD
pero cuando la cantaron mis chamitos, simplemente la amé XD
jejejejejejejejejeje
y exacto...
la letra sigue siendo la misma XD
aunque los uffitos la cantaban mejor XD jajajajajaja

Jajajajjaa
Nooooooooo!
que no sufra!
pobre de mi chibi puppy!
bueno, si que sufra para que yo lo consuele boajajajajajaja

La la lara-lala~ ^______^
*se hace loca con lo del fic*

Mi también te extraña mashin severamente...

Y ps sólo aparezco cuando me dejan la compu unos minutos...
pero ps debo administrar mi tiempo para hacer todo lo que tengo que hacer...

esto suckea ¬____¬
pero no tiene solución por ahora...
así que ya mejor ni me quejo...
mi úlcera lo demanda por sana convivencia entra ambas...